miércoles, 11 de junio de 2008

Discos: For Emma, forever ago (Bon Iver, 2008)

Buen invierno para todos


"Bon Iver" es una especie de malformación de un augurante "buen invierno" ("Bon Hiver") y el alias de Justin Vernon, músico norteamericano de 27 años oriundo de Wisconsin. 
 
Y un "buen invierno" es, de alguna manera, lo que podría resultar de la compañía de este disco mínimo, pequeño, que es "For Emma, forever ago".

La historia cuenta que Justin venía mal: de amores y de negocios. Por un lado se había disuelto su anterior banda, De Yarmond Edison. Por el otro, un nombre propio (femenino y con "E" de "Emma") provocó el sacudón de dolor vital para que entre una cosa y otra Vernon necesitara, imperiosamente, colgar todo y alejarse. ¿Adónde? A una solitaria cabaña en los bosques de North Wisconsin, a unos 150 kilómetros de Eau Claire, el sitio donde había nacido.

Mirando la nieve caer

Justin se llevó una guitarra y un viejo equipo de grabación, y con eso -y mirando la nieve caer- fue dando a luz las nueve canciones que formarían su primer álbum en solitario. Nueve canciones que apenas rozan los 35 minutos y conforman un disco intimista, de hogar de leños y ventanas empañadas. 

Lo que se escucha es esa guitarra rasgueada -en la tradición de Nick Drake- pero también un sutil y funcional background de percusiones, pianos, sintetizadores levemente fuera de foco y coros en los que el falsetto de Vernon (algo así como una mezcla de TV on the Radio y Anthony & the Johnsonns) parece doblarse en un juego de espejos infinito.

En cuanto a las canciones, nunca es fácil -desde la contemporaneidad- juzgar su estatura. Vivimos una época que nos obliga a desconfiar un poco de esas producciones sagaces y engañosas, capaces de "reproducir atmósferas" más fieles que lo real, allí donde lo real a veces no está. Así que simplemente, escuchemos.

Porque la fórmula y el audio intimista de Bon Iver prometen, sobre todo para aquellos que regulan biológicamente en sintonía con los taciturnos humores de John Martyn, Tim Buckley, Elliott Smith y demás songwriters de voces tristonas y melancólicas.