miércoles, 28 de diciembre de 2011

Discos 2011

En Ultravivido elegimos -si bien no necesariamente los mejores- aquellos discos que nos resultaron más interesantes de 2011. Aquí van los que tuvieron alta rotación en el Incoming de este año.

Gang Gang Dance, Eye contact (4AD)
Una vez atravesada esa pequeña sinfonía cósmica que es "Glass jar" (11 minutos, ahí nomás al comienzo del disco, que pueden desalentar a más de uno) "Eye contact" va entrando en distintos pasadizos y juegos de espejos.

Entre el Hip Hop, la electrónica de habitación y hasta cierto vuelo psicodélico, el disco termina volviéndose adictivo. "Mindkilla" y "Chinese high" son temas absolutamente inclasificables y la colaboración con el Hot Chip Alexis Taylor ("Romance layers") logra cerrar un momento pop celestial en medio de un set con altos niveles de abstracción sonora.

"Eye contact" es el cuarto disco de estos newyorkinos ahora fichados por el sello 4AD.

The Strokes, Angles (RCA)
La "salida robótica" que encontraron los Strokes para darle aire a su fórmula cobró forma en el entretenido "Angles", su cuarto lp de estudio. Auténtico experimento de laboratorio, el disco alcanza niveles de verdadero autismo maquinal a la altura de "Games" o la suspendida "Call me back".

Para nivelar los cuelgues, hay algunos momentos más clásicamente Strokes: "Taken for a fool", "Under cover of darkness", "Gratisfaction". Y al comienzo del disco, claro, está esa joyita modelo 2011 que es "Macchu picchu". Temazo.

Cass McCombs, Wit´s end (Domino)
No son tiempos, estos, para andar haciendo canciones tan lentas, tan morosas.

Uno de los Quijotes de turno (junto con Bon Iver) es el californiano Cass McCombs, que en "Wit´s end"- su quinto larga duración- desparramó canciones de esas que crecen con paciencia en lo profundo de la noche.

Hay momentos de una belleza estelar en temas como "The lonely road", "Contry line" o ese jazz desfalleciente que es "Saturday song". No apto para ansiosos. 

SBTRKT, SBTRKT (Young Turks)
SBTRKT (se pronuncia "Substract") es el alias de Aaron Jerome, músico y productor londinense que luego de editar varios singles y remixar a grupos como Radiohead grabó su primer lp homónimo en 2011.

Su música es un intrigante mix de electrónica hogareña, sonidos espaciales y viaje incierto que bien puede servir para despertar orejas enmohecidas.

Chequear el excelente video de "Look at stars".

Ry Cooder, Pull up some dust and sit down (Nonesuch)
Siempre es bueno que alguien siga haciendo canciones. Y si son de las buenas, mejor.

Es cierto, por momentos el tufillo a Word Music de los discos de Ry Cooder despierta sospechas. Pero aún así se las arreglan para atrapar, como el excelente "Chávez ravine" (05). 

"Pull up..." vuelve sobre el gran género de la Americana, absorbiendo estilos y destilando auténticas "protest songs" -tan de moda en un mundo en crisis- a diestra y siniestra. Sólo por la belleza contemplativa de "Dirty chateau" o los aires mexicanos de "Dreamer" vale la pena el viaje. 

Cut Copy, Zonoscope (Modular)
Cada disco mejor, los Cut Copy. En "Zonoscope" se olvidaron de esas interferencias que arruinaban un poco su lp anterior ("In ghost colours", 08) y fueron de lleno en busca de un espíritu Synth Pop que los hizo redondear grandes temas. 

De hecho, "Take me over" quedará como uno de los singles bailables del año. Bien por los australianos, una banda a mitad de camino entre el Dance mainstream y la electrónica que podés escuchar en tu casa. Como bien escribió el amigo Mocker acá, un disco obligado para el sábado a la noche.

David Lynch, Crazy clown time (Play it again Sam)
No somos demasiado objetivos con el tío Lynch, ni aún cuando se le ocurra -como en este caso- dar rienda suelta a su creatividad grabando un disco.

"Crazy clown time" no es su primera aventura musical, pero eso importa poco. El disco (basado en "improvisaciones hogareñas", según el propio director) está bueno, tiene su cuelgue y es ideal para dejarlo correr una de estas noches de verano (mejor todavía si a lo lejos se ven las luces rojas traseras de algún auto alejándose por la ruta).

Los que adoran los climas siniestros y noctámbulos de sus pelis (inseparables de los soundtracks armados por su coequiper de toda la vida, Angelo Badalamenti) estarán de parabienes. En "Pink´s dream" canta Karen O, de los Yeah Yeah Yeahs.

Nick Lowe, The old magic (Yep Roc Records)
Un poco de vieja escuela en medio de tanta modernidad. En este árido 2011 fue una buena noticia que el viejo y bueno de Nick Lowe se sentara a dar cátedra de lo que mejor supo hacer desde siempre: canciones pop.

En "The old magic" hay un poco de todo: pop 60´s, baladas, aires jazzy de ambiente Lounge, blues. pero sobre todo, canciones. Ese Maná que cada vez cae en menores cantidades del cielo pop. Larga vida a Nick.

CultsCults, Cults (In the name of Columbia)
La pos-pos modernidad es así: tantas citas de citas, tanta información resignificada y vuelta a poner en otro contexto.

Los newyorkinos Cults (un dúo formado por Brian Oblivion y Madeline Follinmeten) meten en su licuadora elementos de Indie Pop y pop sixties (por momentos suenan como los Raveonettes, por otros recuperan el pop de cámara de los Russian Futurists) algo de Hip Hop y del post-todo deconstructivista de los Animal Collective y derivados.

Luego de darse a conocer con el ep "Cults 7"" en 2011 editaron su primer lp. "Never heals" y "Go outside" son clásicos instantáneos de ese playlist que nos fascinará durante un mágico y fugaz instante.

P.J. Harvey, Let England shake (Island)
Mi amigo Sergito Langalay me obligó indirectamente a volver a prestarle atención a P.J. Una artista que aún con sus vaivenes sigue en la búsqueda de sus posibilidades como artista y como performer.

Mucho se ha escrito sobre la inspiración de este "Let England shake" y para eso están las reviews especializadas. Aquí sólo vamos a decir que este décimo disco de la británica tiene climas, canciones y espacios donde la música simplemente ocurre y nos deja maravillados. Junto, claro, con esa Voz. 

martes, 27 de diciembre de 2011

Clásicos: So alone (Johnny Thunders, 1978)

Después de formar parte de los seminales y protopunks New York Dolls y armar The Heartbreakers (con los que salió de gira junto a los Sex Pistols y los Clash en el "Anarchy Tour" de 1977) Johnny Thunders estaba listo para grabar su primer álbum solista.

Todavía en Londres, Johnny grabó "So alone" con la ayuda de varios amigos, entre ellos Steve Jones, Chrissie Hynde, Paul Gray, Steve Marriott y Paul Cook. Fresco, directo y de estilos variados, el disco fue un reflejo cabal del talento "sucio y desprolijo" de Thunders. Ese estilo callejero que parece llevarse por delante cualquier canción que toque.

El comienzo no puede ser mejor, con el cover de "Pipeline", el clásico surfer de los Chantays de 1963: base ajustada y gran sonido de guitarras. Le sigue un clásico propio: "You Can’t Put Your Arms Around a Memory", versionada, entre otros por los Guns ´n Roses en su "Spaghetti incident?". Más sorpresas: las versiones de "(Give Him a) Great Big Kiss" (de las chicas pop sixties The Shangri-Las) y del clásico de Otis Blackwell "Daddy Rollin' Stone", a puro R&B de vieja escuela. 

Algunos temas propios ("Leave me alone", "Ask me no questions") y otros compuestos junto al ex- New York Dolls David Johansen ("Subway train", "Dowtown") completan un setlist con un buen balance.

La reedición en cd de "So alone" de 1992 incluye cuatro bonus tracks, incluida una colgada versión de "The wizard", de T. Rex.

Discografía cercana
L.A.M.F (con los Heartbreakers) (1977)- So alone (1978)- Live at Max´s Kansas City  (con los Heartbreakers) (1979).

lunes, 26 de diciembre de 2011

Discos: Infected (The The, 1986)

En algún punto de los 80, la figura de Matt Johnson fue señalada como la posible salvación para la vacía música pop que poblaba las FM de todo el mundo.

Letras inteligentes, agudas. Y una música sofisticada al mando de una super banda llamada The The (por la que supieron pasar músicos talentosos, entre ellos Johnny Marr). 

Luego de un primer EP firmado en solitario ("Burning blue sol") y un lp ya como The The ("Soul mining", 1983) Johnson pegó el salto con "Infected". Según las reviews de época, para grabarlo utilizó tres productores y un desfile interminable de músicos de sesión.

Es cierto, el nivel de las canciones es algo desparejo. Y ese sonido tan clavado en los sintetizados y duros 80 atenta contra muchos pasajes. Pero los buenos momentos de música siguen siendo excitantes. Y como obra, "Infected" sigue demostrando que se puede experimentar sobre un lenguaje pop accesible. 

"Infected" (el tema) es un rockazo imparable para hablar sobre la inminente "peste rosa" que comenzaba a abatirse sobre aquellos años. Al igual que aquella joya que fue "This is the day" en "Soul mining", el hit aquí fue "Heartland". Un elegante desfile de coros de chicas, guiños Soul y Jazz para describir a los Estados Unidos de la era Reagan según la afilada pluma de Johnson.

En otros temas, la locura pop "de ideas" del británico alcanza algunos pastiches simpáticos aunque sonoramente caducos como  "Out of the blue (into the fire)" o "Angels of deception".

En la segunda mitad, "Sweet bird of truth" (que retrata el vuelo de un piloto sobre Arabia, en pleno bombardeo de E.U) y "Slow train to dawn" (con la bella y potente voz de Neneh Cherry) recuperan el buen nivel a pura sofisticación pop. Dos grandes canciones.

Los aires jazzeros de "Twilight of a champion" extienden ese clima noctámbulo y urbano que tanto impregna los grandes momentos de The The.  

The The- discografía
Burning blue soul (1981)- Soul mining (1983)- Infected (1986)- Mind bomb (1989)-Dusk (1993)- Hanky panky (1995)- Naked (2000)- Tony (OST, 2010).

sábado, 24 de diciembre de 2011

Los videos de La Javanaise: edición especial Nochebuena

Saga: Navidades Ultravividas

Nuestro VJ estrella se despacha con una entrega especial doble para esta Nochebuena. Mientras se sirven su ponche navideño, Bing & Frankie te cantan -como quien no quiere la cosa- "Jingle bells". Así, con estilo.  



Ahora sí, todos con sus gorros puestos! Así se festeja una Navidad! La Javanaise nos regala a la Brian Setzer Orchestra haciendo el clásico de clásicos a puro swing, desde su "Christmas Extravaganza" de 2005.  

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Discos: Now that´s what I call quite good (The Housemartins, 1988)

Saga: Navidades Ultravividas

En el fondo (por influencias, por estética y demás señas particulares) The Housemartins fue una banda algo fuera de lugar en los sintetizados y visuales 80´s. Pero pensándolo bien ¿en qué otra década hubieran encajado?

Lo suyo tenía más que ver con las tradiciones del Soul (o el Northern Soul británico) el Ska, el Garage Gospel y -en general- el pop de los 60. Todo mezclado con unas dislocadas letras de citas marxistas, influencias religiosas, mucho sentido del humor y auto parodia y un optimismo pop que siempre invitó al baile.  

Pero lo más importante, como siempre, son las canciones. Y estos chicos oriundos de la pueblerina Hull (una pequeña ciudad en el ceremonial condado de East Yorkshire, Inglaterra) las tenían. 

Formados en 1983 por el cantante y guitarrista Paul Heaton y el guitarrista Stan Cullimore, la banda pronto se amplio a un cuarteto (por sus filas, como todos sabemos, pasó el futuro Fat Boy Slim Norman Cook) y grabó sus primeras Peel Sessions en 1986.

El single "Happy hour" les abrió la puerta a  públicos más grandes y en 1986 y 1987 grabaron dos excelentes lps: "London 0 Hull 4" y "The people who grinned themselves to dearth". Y eso fue todo. Luego, la disolución del grupo. 

Originalmente editado como lp doble (un objeto de culto inalcanzable para los tiernos niños melómanos que éramos en aquellos 80s) "Now that´s what I call quite good" recopila singles, rarezas, lados B y tomas alternativas del grupo. La puerta de entrada ideal para conocerlos.

Por supuesto, están los clásicos que siguen sonando en las FM de todo el mundo: "Bo down", "Happy hour", "Build", "Five get over excited". Y también las perlitas para entendidos: el B-side "I smell winter", la poderosa versión Garage Gospel del clásico de Luther Ingram "I´ll be your shelter", el melancólico single final del grupo "There is always something there to remind me" y tomas alternativas de canciones bellísimas e inoxidables como "Flag day" o "Think for a minute".

Para estas Navidades, Ultravivido propone hacer sonar a los Housemartins. Mientras brindamos, que suenen esos campaniles que despiden "Build". O cantemos algo ebrios, ya, el único número 1 que tuvo el grupo en su corta carrera: el single navideño de 1986 "Caravan of love". Salud!

martes, 20 de diciembre de 2011

Discos: Christmas in the heart (Bob Dylan, 2009)

Christmas In the HeartSaga: Navidades Ultravividas

A sus casi 70 años, al Tío Bob todavía le quedaba un as en la manga: grabar su propio disco de canciones navideñas. ¿Quién se lo esperaba?  En realidad, nada es descabellado si pensamos que el único Norte que tuvo Bob en su vida fueron precisamente eso: canciones.

Para la ocasión  reunió un grupo de músicos (Tony Garnier, George Receli, Donnie Herron, David Hidalgo -de Los Lobos- Phil Upchurch y Patrick Warren) y los llevó a grabar a Santa Mónica un puñado de clásicos del folklore navideño. Todas las royalties del disco fueron a parar al programa Feeding America.

Ver para creer. Hay que escuchar a Bob casi divirtiéndose en "Here comes Santa Claus", revolviendo su amor por el Country en "Country island" o entre los campaniles de "Winter wonderland". ¡Si hasta podría haber sido un disco a dúo con Tom Waits!

Cada uno tendrá sus favoritas, pero lo que no se puede negar es que "Christmas in the heart" es para esa hora en que los parientes ya se están yendo y las bebidas subieron a la cabeza. Tarde, cuando las luces titilantes se confunden con los collares de la tía que ya está diciendo "Adiós, hasta la próxima Navidad!"

Así que, amigos Ultravividos, que nunca falten las canciones en nuestro arbolito. Porque ..¿qué seríamos sin canciones? ¡Salud!

Los videos de La Javanaise

Saga: Navidades Ultravividas


¡Si, amiguitos! Esta semana nuestro VJ estrella La Javanise se disfraza de Santa y reparte regalos en forma de videos alucinantes, en este caso dedicados a la Navidad que ya está llegando.

Para empezar la semana, nos deja al gran Ray en vivo en el Monasterio de Ettal en Alemania, 1979, haciendo "Merry Chirstmas baby".

sábado, 17 de diciembre de 2011

Discos: Ocean rain (Echo and the Bunnymen, 1984)

An album cover showing four men in a rowing boat inside a blue lit sea cave. Two men are stood side-by-side at the back of the boat each holding an oar, the third man is sat in the centre of the boat and the fourth is leaning over the front of the boat with his hand in the water. The band's name is in the top-left of the cover and the album's name is in the top-right, both in white text.En algún punto es lógico que de sus cuatro primeros discos, "Ocean rain" siga sacando todos los números para ser considerada la "masterpiece" de los Echo and The Bunnymen.

Sacando su tono general algo sobrecargado de dramatismo, el disco tiene grandes canciones.  De esas que de tan buenas superan inclusive la pretenciosidad de cualquier idea.

Además, claro, "Ocean rain" construye un escenario para mostrarlas. Un cuento fantástico y nocturno, con mares y vientos que azotan, marineros y lunas asesinas que terminan embriagándonos. En eso- y en la suma de tantos pasajes musicalmente exquisitos, superlativos- los de Liverpool grabaron, sí, un disco inigualable.

Paris je t´aime

Para 1983 los Bunnymen estaban en el pico de su éxito en Inglaterra. Prensa y público los adoraban tras la edición de "Porcupine". Agotado por las giras, el grupo decidió trasladarse a París en busca de inspiración. Por empezar, hallaron un lugar de trabajo de ensueños en el Studio des Dames, una vieja sala de grabación en la vieja escuela, llena de aparatos en desuso, largas escaleras y sótanos y operarios de guardapolvo que sabían hacer su  trabajo.

A París fueron, además, tras la estela de Scott Walker y Jacques Brel, dos de las inspiraciones más fuertes de aquel período. La otra fueron las orquestaciones que el grupo californiano Love había grabado para su disco clásico de 1967 "Forever changes". Algo así querían los de McCulloch para su nuevo álbum.

Pero fue la vida parisina la que los enamoró e inspiró definitivamente. Y la que tiñó con su romanticismo el aura de "Ocean rain". "Parábamos en un hotel a unas pocas millas del estudio" cuenta Will Sergeant en las liner notes de la Deluxe Edition. "Les (Pattinson) y yo habíamos llevado nuestras bicis. Nos levantábamos temprano esas mañanas de otoño y hacíamos siempre un camino diferente para llegar al estudio".

"Fue un tiempo mágico" sigue recordando Will. "Teníamos visiones románticas de Tom Verlaine bajando por las escaleras de Montmartre con un libro de poesía de su héroe Paul Verlaine en el bolsillo, el aliento a Absenta en su boca... Fuimos a Père- Lachaise a decirle ´hola´a Jim y a Oscar...Nos sentíamos como si fuéramos la respuesta de Liverpool a los Monkees o los Beatles en ´Hard´s day night´. París se habia convertido en nuestro segundo hogar". En resumen, los planetas se habían alineado para que el grupo grabara ese disco "totalmente diferente a lo que se había hecho hasta entonces".

Yendo al álbum, "Ocean rain" fue el fruto de París, desde ya, y del sonido que el grupo logró en Des Dames (resultado, según cuenta Sergeant, de unos aparatos especiales, muy viejos, que utilizaron allí) y por supuesto, de la propia inspiración de un grupo en la cima de su juego. En las sesiones echaron mano de todo lo "vintage" que encontraron en Des Dames: desde celestes y glockenspiel hasta marimbas y viejos amplificadores. También recurrieron a los arreglos orquestales de Adam Peters, clave en el flavour final.

En la primera mitad el grupo combina canciones redondas ("Silver", "Crystal days") con algunos pasajes de experimentación más derivativos (la densa y cinematográfica "Nocturnal me", "Thorn of crowns" con sus raras escalas del Este y demenciales chirridos de la guitarra de Sergeant).

En la segunda mitad, el grupo roza lo celestial con las canciones como centro. Por empezar, "Killing moon" parece flotar indefinidamente en un limbo romántico incierto, lejano. El solo perfecto de Sergeant, las escobillas de De Freitas crepitando junto a las cuerdas. Y ese final largo, interminable. Paradójicamente, el clímax de la canción.

Según McCulloch, "Killing moon" "es simple y hermosa. Es profunda, pero no está vestida como una cancion de amor sino como una sobre la predestinación". "El personaje central -sigue Mac- es el capitán del barco y la canción tiene ese movimiento, esa tensión de la navegación en cada línea. La clave está en el estribillo. Yo estaba verdadermente enamorado de París".

En el último tramo están esas otras gemas inigualables: la perfección pop de "Seven seas" y sus campanas, el ritmo sincopado de "My kingdom" y finalmente "Ocean rain", con toda su imaginería marítima, su clima orquestal, su crescendo sobre el final. La hermosa cubierta- diseñada por Martyn Atkins- contó nuevamente con la fotografía de Brian Griffin, cerrando el ciclo de imágenes de los Bunnymen en sitios naturales de sus cuatro primeros álbumes.

La Deluxe Edition lanzada en 2008 por el sello Rhino incluye un segundo disco con un potente show en el Royal Albert Hall en julio de 1983.

Bonus
Gracias a Sergito Langalay por prestarme la "Deluxe Edition", invalorable por sus notas internas.

Echo and The Bunnymen 1983
Ian McCulloch, Pete de Freitas, Les Pattinson, Will Sergeant.

Los cuatro primeros lps
Crocodiles (1980) Heaven up here (1981) Porcupine (1983) Ocean rain (1984).

viernes, 16 de diciembre de 2011

Soundtrack de viernes: Songbook- the singles (Super Furry Animals, 2004)

Viernes nublado y lluvioso en Buenos Aires. Días como hoy me dan por revisitar a los Super Furry Animals. Un grupo con indudable flavour británico, ideal para escuchar en casa a salvo de estas tormentas de verano...

Si bien en Ultravivido nunca fuimos fans de los galeses, hay que reconocer que dejaron buenos momentos, sobre todo en su época dorada, allá a mediados de los 90.

Equidistantes de las luminarias del Brit Pop, estos oriundos de Cardiff tejieron un sonido psicodélico y circular mezclando dosis a discreción de Beatles, XTC, melodías à la Elvis Costello (el tono nasal de Gruff Rhys es toda una marca registrada del grupo) y una pizca de flotación espacial que siempre los puso en una batea diferencial. 

"Songbook: the singles volume one" es una excelente puerta de entrada a los Super Furry. Un menú suculento de 21 temas para tener a mano cada tanto. ¿Momentos favoritos? ¡Varios! La suspensión romántica a flor de piel -Vocoder mediante- de "Yuxstapozed with U", la locura voladora de "Play it cool", los guiños Power Pop de ribetes psicodélicos de "Rings around the world" y "God! Show me magic", la belleza quieta de "It´s not the end of the world?" y "Hello sunshine"...

Muchos temas buenos (y curiosamente adictivos) para esperar el fin de semana.

Super Furry Animals
Gruff Rhys, Huw Bunford, Guto Pryce, Cian Ciaran, Dafydd Ieuan.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Discos: Manifesto (Roxy Music, 1979)

El sexto disco de Roxy.

Para Roxy Music el despegue del barroqusimo y las formas más Arty de sus primeros años ya había comenzado a insinuarse en "Siren", su disco de 1975.

Tras un parate cubierto por la edición de "Viva!" y su primer "Greatest hits", en 1978 el grupo volvió a los estudios para grabar su sexto álbum. Claramente un disco de transición, "Manifesto" siguió de cerca la transformación del monstruo demencial de los primeros años a un producto de FM para amantes sofisticados. Pero todavía faltaba para los sonidos lustrosos de "Avalon".

En algún punto, es cierto, "Manifesto" es una de las entregas más flojas de Ferry y compañía. Un poco por la flaqueza de algunas composiciones (como curiosidad, la edición original dividía los lados en un "East side" y "West side" respectivamente).

El disco tarda en entregar material con sustancia: "Manifesto" (el tema) y "Thrash" (con especial lucimiento de ese gran guitarrista subestimado que fue Phil Manzanera) demoran el trámite y recién con "Angel eyes" el grupo logra un momento inolvidable. Tal vez la primera de sus gemas pop de alto alcance (aunque no habría que olvidar el "Love is the drug" de "Siren").

"Ain´t that so" parece anticipar el sonido venidero -ya con un pie en el chill out de las boites de los 70´s- mientras que "My little girl" y "Stronger through the years" no aportan demasiado a las alturas habituales a las que venía volando Roxy. En esos surcos el grupo suena fláccido, sin convicciones.

"Dance away"- otro futuro clásico- levanta la puntería a pura magia. Como en todos los casos de grandes bandas de rock, cualquier mortal daría la vida por 3 minutos, 45 segundos de esa música superior a casi todo. Romanticismo, altura, elegancia. "I close my eyes and dance till dawn" canta un Ferry cada vez más cómodo en su papel de crooner para modelos de alta costura. "Still falls the rain" extiende el momento de gracia con una de esas piezas sentimentales y europeístas que siempre fueron el fuerte de Bryan. Está bien: hay un arrastre de los discos anteriores, pero el tema funciona.

"Spin me round" cierra el set con una nota melancólica y hermosa.

Bonus
Como regalo, los dejo con esta versión de "Dance away" en vivo, nada menos que presentados por las chicas de ABBA en Suiza. Pertenece al recomendable dvd doble "The thrill of it all- A visual history 1972-1982". 



Roxy Music 1979
Phil Manzanera, Bryan Ferry, Paul Thompson, Andy Mackay, Gary Tibbs, Alan Spenner, Paul Carrack.

Discografía cercana
Viva! (1976)- Manifesto (1979)- Flesh + blood (1980).

martes, 13 de diciembre de 2011

Soul Basics: The revolution will not be televised (Gil Scott- Heron, 1974)

Originalmente editado por el sello Flying Dutchman Records como lp doble, "The revolution will not be televised" recopila temas de los primeros tres discos de nuestro héroe Soul Gil Scott-Heron: "Small Talk at 125th and Lenox" (1970) "Pieces of a man" (1971) y "Free will" (1972).

Con los años, el disco fue reeditado en cd con el agregado de varios bonus tracks. 

Hay varios buenos momentos, a la manera de un "Introduction to..." para meternos de lleno en ese espíritu urbano que irradiaba la música de Heron. Empezando por el célebre  proto rap que da título al álbum y siguiendo por ese Funk/ Jazz rápido y elegante que es "Lady Day and John Coltrane". Un poco de Funk ciudadano y polucionado con "Home is where the hatred is", baladas ("I Think I'll Call It Morning") y Lounge Jazz con la bella "A sign of the ages".

En el medio, por supuesto, están los clásicos "spoken words" de Gil Scott, al que tanto le gustaba arengar y poetizar sobre la música, compartiendo su Mensaje. 

Salud, Soul Brothers!

Gil Scott-Heron nació en Chicago el 1 de abril de 1949 y murió en New York el 27 de mayo de 2011.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Discos: Must´ve been high (Supersuckers, 1997)

Must've Been HighSupersuckers goes Country!

Para su cuarto disco de estudio los Supersuckers (alguna vez autoproclamados "la banda de rock & roll más grande del mundo") soltaron los pedales de distorsión para entregarse a las mieles del sonido acústico.

¿El resultado? "Must´ve been high". Un disco de polvaredas, camisas a cuadros y tabernas de mala muerte.

El espíritu vintage dice presente con ese sonido a púa que da comienzo a la enniomorricana "Must´ve been high", que abre el disco a pura languidez. Y si de tempos lentos se trata, seguimos haciendo la siesta con la reposera en el porche escuchando "Roamin round" y "Barricade". O cantando (ya algo borrachos) "Roadworn and weary".

Grabado en los Ironwood Studios de Seattle y editado por Sub Pop en marzo de 1997, "Must´ve been high" nos regala algunas perlitas más cuando pisa el acelerador ("The captain", el instrumental "Hangliders" o la favorita de Ultravivido "Dead in the water"). Como bonus track antes que caiga el sol, un lejano pedal- Steel le agrega color Texano a "Hungover together", con la voz invitada de la Breeders Kelley Deal compartiendo mic con Eddie Spaghetti.

Bonus
Si te gustó éste, no dejes de chequear "Must´ve been live" (2002) grabado en vivo en Dallas, Austin y San Diego. ¿En qué otros lugares podría haber sido?

jueves, 8 de diciembre de 2011

Discos: Christmas (Chris Isaak, 2004)

Chris Isaak ChristmasSaga: Navidades Ultravividas

Empezamos a armar el arbolito con música de fondo. Y qué mejor que colocar los primeros adornos en compañía de un amigo de la casa.

Fiel a su corazón clavado en los 50´s, Chris Isaak no pudo con la tentación de grabar su propio Christmas album, a la manera de sus ídolos Elvis, Bing Crosby, Dean Martin y compañía.

El gusto se lo dio en 2004, tras escuchar una inspiradora entrevista al ideólogo de Sun Records, Sam Phillips. Acompañado de un trío mínimo (Kenney Dale Johnson en batería, Rowland Salley en bajo y Hershel Yatovitz en guitarra) más algunos invitados, Chris le puso su voz dorada a 11 standards del género. Y hasta se animó con cinco originales propios.

Todo el disco podría valer por dos tomas: la redondita "Blue Christmas" y la cancherísima versión del clásico "Rudolph the Red-Nose reindeer" con la banda aportando sus coros de saloon. El flow viene armado para oscilar entre mid tempos y baladas: una arriba, otra abajo y así.

Más perlitas: el dueto con Stevie Nicks en "Santa Claus is coming to town" y el coqueteo Rockabilly para subirse a "Last month of the year" y la propia "Hey Santa!". Infaltable, el toque melancólico de las fiestas en la bella "Washington square".

Y si todavía no escribieron su cartita a Santa, pueden pedir de regalo el dvd de la serie "Sound stage: Live with special guests" con varias de estas canciones en vivo, vestidas de elegante sport.

martes, 6 de diciembre de 2011

Discos: Technique (New Order, 1989)

Para "Technique" los New Order ya eran uno de esos equipos que sabían muy bien a qué jugaban. El disco (dicho sea de paso, la Masterpiece absoluta de los mancunianos) se traza un rumbo y no se aleja jamás de él, transitándolo a pura reafirmación de estilo.

Grabado entre Ibiza y los Real World Studios de Inglaterra, "Technique" tiene, además,  el mejor balance entre ese sonido orgánico y electrónico que los ex Joy Division persiguieron durante todos los 80, con el nuevo pulso del Acid House y las Baleares e Ibiza como Meca.

Desde el comienzo las intenciones quedan claras con "Fine time"(el primer single del álbum) y su arsenal de ideas en vertiginoso cut & paste. Una especie de manifiesto de lo que los New Order leyeron en ese momento de cambio en la cultura rock (y de la fiesta que, dinero del sello Factory mediante, se patinaron en Ibiza). 

Y los que fueron adolescentes a fines de los 80 todavía recordarán  el impacto de escuchar con qué naturalidad el grupo pasaba del arsenal techno al sonido más "tocado", orgánico, de "All the way" y "Love less". Eso que hoy parece perfectamente natural, hace 20 años nos resultaba absolutamente liberador como oyentes. Reconciliaba en los auriculares sonidos que en nuestra cabeza pertenecían a mundos separados: lo "bailable" y el "rock".

Arriba nuevamente en pulso techno con "Round and round", segundo single y obra maestra de la música total, jugada en toda la cancha con expansión del audio, arreglos y melodías. Un universo pop completo y con sustancia.  

Tal vez la maestría decaiga un poco entre "Guilty partner" y "Run" (un flashback a los discos  "Low life"/ "Brotherhood") pero el pulso vuelve a levantar entre "Mr. Disco" (más de ese feeling europeo en un track de dinámica irresitible) y otra obra maestra, "Vanishing point". "Dream attack" nos despide con su nota agridulce de pianos y capas de teclados.

New Order 1989
Bernard Sumner, Peter Hook, Stephen Morris, Gillian Gilbert.

Discografía cercana
Substance (1987)- Technique (1989)- Republic (1993).

jueves, 1 de diciembre de 2011

Discos: Dust (Screaming Trees, 1996)

Para 1996 ya nadie daba mucho por los Screaming Trees. Una banda a menudo subsumida en la nube Grunge, aunque bastante más interesante que la media de aquella camada.

Demasiado conflictivos y con una combustión interna endiablada, la banda tuvo varios traspiés para grabar el sucesor de "Sweet oblivion" (1992). Finalmente dieron con el "manos mágicas" de George Drakoulias (Primal Scream, The Jayhawks, Black Crowes) que aquí volvió a hacer un gran trabajo, sobre todo en el sublime sonido que logró para estas canciones. 

Menos filosos, más climáticos y sutiles (echando mano a todo tipo de instrumentos exóticos y coloridos como tablas, cellos, Mellotron, congas, armonios y djembé) los Screaming Trees lograron un gran álbum de despedida, mantiendo una tensión amenazante a lo largo de 44 minutos.

Hay varios buenos momentos. Los aires orientales y el vértigo posterior de "Halo of ashes", al comienzo del álbum, por ejemplo. O las dinámicas siempre sostenidas de "Make my mind". "Witness" levanta la tensión un par de escalones más, y si bien aquí se percibe esa dejadez apática del Grunge, una escucha más atenta revelará capas de sonidos y detalles de un verdadero fresco psicodélico. Hasta los momentos más suaves ("Look at you", "Sworn and broken", "Traveler") nos dejan con sabores agridulces, ambiguos. Mérito, entre otras cosas, de la siniestra voz de Mark Lanegan y los climas logrados por el cuarteto de Seattle.  

Dos datos más: en 1996 la MTV se cansó de rotar el video de "All I know", el hit de "Dust". Otro single fue cortado, aunque con menor éxito: "Dying days", con las guitarras invitadas del Pearl Jam Mike McCready

Luego de dos años de gira la banda se disolvió oficialmente en 2000. 

Screaming Trees 1996
Mark Lanegan, Gary Lee Conner, Van Conner, Barrett Martin.