viernes, 29 de octubre de 2010

Discos: Power, corruption & lies (New Order, 1983)

Tras la muerte de su frontman Ian Curtis, los Joy Division se rearmaron como New Order y editaron un oscuro primer álbum ("Movement", 1981) todavía con los lastres del pasado inmediato a cuestas.

1982 los vería, ahora sí, empezar a dibujar el nuevo rumbo con un par de 12 pulgadas claves para el futuro de la música electrónica (y del pop en general): "Temptation" y el universal "Blue monday", editado en marzo del 83.

Ese mismo año apareció el segundo lp del grupo, mucho más consistente que el debut y cristalizando un sonido indudablemente propio. Grabado en Britannia Row Studios y producido por los mancunianos, "Power, corruption & lies" contiene el ADN sonoro sobre el que se explayarían en la década siguiente.

Y ya desde el comienzo está presente esa alternancia -tan natural en ellos- entre máquinas y sonido orgánico. Esa que tanto nos enseñó, derribando los prejuicios entre géneros y modos de "tocar". En este y otros sentidos, los New Order fueron tan o más importantes que su encarnación previa: dejaron un terreno abierto (con influencias hasta hoy) para que la cultura rock se expanda.

El comienzo up tempo de "Age of consent" los encuentra mixturando guitarras y teclados en un ritmo vertiginoso, para luego caer en la ominosidad derivativa de "We all stand", en claro diálogo con los The Cure más climáticos.

"The village" y "586", por su parte,  son  puro New Order: saltarinas, juguetonas y con el bajo clásico de Peter Hook, como si el grupo se estuviera divirtiendo entre cables y máquinas de ritmo. Y sin querer, fundando una escuela y un modo de tocar donde los errores y limitaciones de los performers pasan a ser fuente de energía y creatividad. Hay una música altamente novedosa y al mismo tiempo eterna en estos tracks. Música que jamás envejecerá.

La segunda mitad abre con la magistral "Your silent face": ritmo marcial, casi fúnebre y tonada dulce (tocada en una Melódica) con mucho espacio para que la música suceda: otra moraleja de los de Manchester, que nunca se apuran a llenar el audio innecesariamente, dejando espacios de silencio, compases con pocas notas a la espera de más música. Espaciosidad, flotación, todo encaja en esos 6 minutos únicos.

Parcos, miminalistas, el arte de tapa de "Power..." (diseñado por el gran Peter Saville) dice poco y nada más allá de esa reproducción pictórica ("A basket of roses", del pintor francés Henri Fantin-Latour) y el críptico código de colores referido al nombre de la banda que aplicaría también a los mencionados 12 pulgadas. 

Ficha técnica nula. Nada de información. El estilo minimalista clásico de Sumner y compañía.

En el último tramo, otra pequeña joya con "Ecstasy" y el guiño a la pista de baile: 4 minutos y medio del grupo simplemente haciendo música, con idas y venidas, arreglos simples. El arte de combinar elementos básicos, antes del toque melanco final de "Leave me alone".

New Order 1983
Bernard Sumner: voice, guitars, keyboards
Peter Hook: bass
Stephen Morris: drums, synthesizers
Gillian Gilbert: keyboards, programming, guitars

Discografía cercana:
Movement (1981); Power, corruption & lies (1983); Low life (1985).

martes, 26 de octubre de 2010

Atardecer en el bosque: "Howl" (Black Rebel Motorcycle Club, 2005)

Y para la hora del crepúsculo qué mejor que un disco igualmente crepuscular.

Prematuramente en su carrera (habían editado apenas dos discos) los Black Rebel Motorcycle Club decidieron dejar en paz los pedales de distorsión -al menos por un rato- para ir en busca de inhallables raíces espirituales.  

Como si una vez encontrada su fórmula hubieran decidido ir hacia atrás, en busca de un lejano espíritu Gospel-Soul de carretera que por generación jamás les pertenció, pero que en esa búsqueda decidieron hacer suyo. 

Por los resultados que obtuvieron en el viaje, poco importan las cuestiones "generacionales". Desmontado el aparato noise y de vúmetros en rojo, la banda Californiana redujo aquí su sonido a los timbres justos y necesarios para lograr la comunión íntima con las canciones. En este sentido, el relato que construye "Howl"- su paciencia, su profundidad casi religiosa- lo define como una obra lisa y llanamente atemporal.

Demás está decir, por cierto, que sigue siendo el mejor disco de los BRMC a la fecha.

En el primer tramo la intensidad está dada por la apertura de pies al piso (a la manera de los viejos bluseros) y claps de "Shuffle your feet", el rock clásico con armónicas de "Ain´t no easy way" y el  vals "Still suspicion holds you tight". En el medio de esas canciones, sin embargo, comienza a aparecer el clima gospel con la bella "Devil´s waitin´" (chequear esos hermosos coros finales).

"Fault line" es otra gran canción, en busca del cánon de la Americana más rutera y paisajística, mientras que "Promise" encuentra el eslabón perdido con los Black Crowes más souleros. En la segunda mitad parece gobernar aún más la reflexión crepuscular ("Restless sinner", "Gospel song") hasta desembocar en el trance final de "The line", con el trío logrando el mantra climático a ritmo lento y sostenido, derecho hasta el fade out final y el hermosísimo hidden chant que nos conecta- otra vez- con ese Dios de carretera que jamás vimos pero sabemos que está allí.  

Black Rebel Motorcycle Club
Peter Hayes, Robert Levon Been, Leah Shapiro.

Discografía cercana
Take them on, on your own (2003) Howl (2005) Baby 81 (2007).

Discos: Willy Crook & Funky Torinos (1997)

tapa de Willy Crook y los Funky Torinos, de Willy CrookGénero: discos indispensables para asado con pileta

Siguiendo con la semana "Ultravivido al aire libre", hoy nos permitimos recomendar un must a la hora de preparar asados bajo los pinos. Hablamos, claro, de Willy Crook & Funky Torinos, segundo opus de nuestro héroe Soul local. Made in Argentina.

Y a lo largo de estos exquisitos y variados 56 minutos, un poco de todo. Como el secreto de una alimentación saludable. Desfilan, sin apuro, algo de funk local (Seen sin) reggae perezoso (Big ting) y la funky jam inspirada de "Soul driver".

En medio del set nos detenemos para el homenaje orgásmico al gran Serge Gainsbourg de "Je t´aime".  Y continuamos con más aires de jam voladora en "Brass fury" (¡alto momento de Bronces y Groove!) y la inspiración relajada de "Kings", con el gran Valentino y su sonido guitarrístico a la Jimmy Hall. Para el cierre, otro homenaje en clave autóctona con el "Family affair" de Sly Stone, extendido, como si la banda nunca se quisiera despedir.

¡El asado ya está listo!

Ver imagen en tamaño completoThe Funky Torinos modelo ´97
Valentino (guitars) Timothy Cid (drums) Patán Vidal (keyboards) Jorge Pasquali (bass) 

Willy Crook discography
Big bombo mama (1995) Pirata (1996) Willy Crook y los Funky Torinos (1997) Eco (1998) Vivo I & Vivo II (1999) Crük (2000) Versiones (2000) Fuego amigo (2004).   

lunes, 25 de octubre de 2010

Bajo los pinos: In the world: from Natchez to New York (Olu Dara, 1998)

Charles Jones III (más conocido como Olu Dara) nació en Natchez, Mississippi, en 1941.

Fue clarinetista de jazz para importantes números como Art Blakey, David Murray y Henry Threadgill, hasta que en 1998 decidió seguir su propio camino reencarnado en un bluesman abierto, que no deja casi nada afuera si de música afroamericana se trata.

De hecho, en sus discos podemos escuchar blues, por supuesto, pero sazonado con algo de funk, de jazz y hasta de reggae.

Hoy en Ultravivido nos tiramos bajo los pinos para escuchar su primer álbum para Atlantic Records, In the world: from Natchez to New York. Un álbum ideal para la hora de la siesta, con los correspondientes toques latinos de "Okra" y "Your lips", pasando por el vaivén bluseado de "Rain shower" y el jazz elegante de "Harlem country girl".

Como dijimos, nada de la música afroamericana le es ajeno a nuestro bluesman, que ahora va en busca de sus raíces en Mississippi de la mano de "Zora" y "Young mama", antes de despedirse con esa mágica canción de cuna que es "Kiane".

Bonus

* Luego de viajar por Africa y Europa, Charles regresó a América, donde un pastor Yoruba lo bautizó como Olu Dara, que significa "Buen Dios".
* En 2001 editó el muy recomendable Neighborhoods.
* Es padre del rapero NAS, que aquí canta en el track "Jungle way".

domingo, 24 de octubre de 2010

Domingos al sol: Boomer´s story (Ry Cooder, 1972)

Después de conseguir sus primeros trabajos como sesionista de Captain Beefheart, The Rolling Stones y The Monkees (entre otros) y antes de convertirse en el hombre de los soundtracks y proyectos transversales, Ry Cooder comenzó los 70 grabando algunos eclécticos discos solistas para Warner Bros.

Siempre en su búsqueda de las raíces folk & blues americanas.

"Boomer´s story"- editado en 1972- contiene diez relajadas grabaciones de algunos temas tradicionales que bien podrían componer un lienzo de la música americana más paisajística y polvorienta. Canciones y escenarios para la hora de la siesta. Grabado en diversos estudios de Burbank, Memphis y Tennessee, el álbum se apoyó -además- en un grupo de músicos ideal para el clima impresionista y a la vez versátil que requieren las canciones. Entre ellos, el legendario guitarrista Sleepy John Estes.

Ver imagen en tamaño completoEl comienzo de mid tempo bluseado -con el tradicional "Boomer´s story"- marca el tono que nos acompañara en este verdadero viaje rutero. Enseguida, la sensitiva guitarra de Cooder cubre el paisaje del instrumental "Cherry Ball blues" (original de Skip James) para volver a trepar a los aires vaudevillescos de "Crow black chicken".

El disco encuentra su reposo con la bella "Maria Elena" y la quietud perezosa de "Dark end of the street", antes de que Randy Newman se haga cargo del piano en "Rally ´round the flag".

viernes, 22 de octubre de 2010

¡Buen fin de semana para todos!

Ultravivido les desea un buen weekend de la mano de los suecos The Go Getters y su fantástico cuarto lp, "Welcome to Sin City".

Rockabilly revival & Surf Music de vieja escuela.

Enjoy it, fellas!

Discos: Especially for you (The Smithereens, 1986)

La línea histórica podría unir a los Badfinger y Big Star con los primeros R.E.M. Y más acá The Posies, Teenage Fanclub y Fountains of Wayne. 

En el medio, y dentro de una década del 80 dominada por el pop sintetizado, hubo un grupo que navegó de forma prácticamente solitaria las aguas del Power Pop de guitarras y armonías vocales. Hablamos, claro, de The Smithereens.

Oriundos de New Jersery, la formación inicial del grupo (que permaneció intacta hasta 2006) incluyó a Pat DiNizio (principal compositor) Jim Babjak en guitarras y voces, Mike Mesaros en bajo y coros y Dennis Diken en batería. Luego de dos eps llegaron a su primer larga duración, "Especially for you", en 1986.

Y ya desde el primer golpe de batería de "Strangers when we meet" las influencias del cuarteto están clarísimas: melodías cristalinas, armonías vocales de conjunto y énfasis en la energía y el ritmo: los elementos que siempre definieron al mejor Power Pop. "Groovy tuesday" va en busca del Santo Grial de la perfección Beatle a pura construcción vocal y "Listen to me girl" no abandona la cristalinidad, aunque ensucia sabiamente el sonido con algo de distorsión y armónicas bluseras. 

No por nada, "Especially for you" era uno de los discos favoritos de Kurt Cobain: aquí está todo lo que  al líder de Nirvana le interesaba en materia de música pop. El disco sigue entregando pequeñas gemas  atemporales como la acústica "Cigarette" (con bonitos arreglos de un acordeón melancólico) y algunos up tempos de buenas dinámicas ("I Don't Want to Lose You", "Time and Time Again", "Behind the wall of sleep"). Todas canciones radiantes, todas imparables en su poder melódico.

El gran hit del álbum, sin embargo, fue "Blood and roses", utilizado en un par de películas ("Dangerously closer", "Romy and Michele's High School Reunion") y hasta en un capítulo de "Miami Vice".

Produjo Don Dixon, co-productor, a su vez, de "Murmur" y "Reckoning", de R.E.M.

Ver también: 
Badfinger, Ass
Teenage Fanclub, Howdy
The Posies, Frosting on the beater
Fountains of Wayne, Traffic and weather

jueves, 21 de octubre de 2010

Jazz nights: Swiss movement (Les McCann & Eddie Harris, 1969)

Aquella noche del 21 de junio de 1969 en el Montreux Casino de Suiza, todo parecía conducir inevitablemente al desastre. 

Sin ensayos previos y sin conocer la música que iban a tocar (ni siquiera de qué temas se trataba) salieron al escenario el trío de Les McCann junto a Eddie Harris en tenor y Benny Bailey en trompeta. Jamás habían tocado juntos antes de esa noche.

¿El resultado? Uno de los discos de jazz en vivo más excitantes de su época. Y un registro aún hoy incendiario, con verdadero feeling de live jam.

Al frente con "Compared to what", poderoso jazz/ funk contestatario de Gene Mac Daniels (aquí cantado por McCann) con Vietnam entre cejas y en sintonía con el Civil Rights Movement de los 60´s. Con los minutos podemos apreciar cómo la banda va creciendo, ganando en confianza luego de cada estribillo.

"Cold duck time"(otro funk jazz) fue compuesto a último minuto por Eddie. Luego de su solo tenemos esas seis vueltas a puro ataque a cargo de la trompeta de Benny Bailey ¡Hay que subir el volumen para escuchar los excitados aullidos del público de Montreux! Luego de un breve relax con "Kathleen´s theme" vuelve el pulso funk de la mano de "You got it in your soulness": gracia, brillo, todo en esos siete minutos y medio conducidos por la base a puro groove de McCann y Donald Lean.

"Generation gap" cierra el set con más transpiración funk. Como a lo largo de toda la noche, Harris y Bailey se fueron enterando de los cambios de acordes mirando por encima del hombro de McCann, o escuchándolos (a los gritos) de algún miembro del Trío. 

Pero nada de eso importó. Lo que se escucha aquí suena como si lo hubieran tocado juntos durante años. 

Bonus
* La reedición de Atlantic de 1996 (disponible en Argentina) incluye un bonus, "Kaftan".

Personnel
Les McCann: piano, vocal on "Compared to what"
Eddie Harris: tenor sax
Benny Bailey: trumpet
Leroy Vinnegar: bass
Donald Dean: drums

Discos: Blue Bob (David Lynch, 2001)

"Blue Bob is a music idea based on the pounding machinery of the smokestack industry and the raw amplified birth of rock and roll. The music is inspired by machines, fire, smoke and electricity".

Con estas palabras, lynchnet.com intenta definir el espíritu de este extraño disco que David Lynch editó junto a John Neff en 2001. 

63 minutos de pasajes atmosféricos/ electrificados que- previsiblemente- nos remiten al imaginario noctámbulo, alucinado y pesadillesco del mejor cine lyncheano. Como si estuviéramos viendo outtakes y cintas descartadas de Twin Peaks o Lost Highway con música de fondo. 

Director de innegable sensibilidad musical (no se puede pensar su cine, directamente, sin la música de su alma gemela Angelo Badalamenti) aquí es el propio David el que se divierte experimentando en el estudio. Con máquinas, algunas voces simiescas y guitarras densas. Y poco más.

La aventura tuvo lugar entre abril de 1998 y marzo de 2000 en Asymmetrical Studio, y tanto Lynch como Neff (un ex músico y productor de sonido que trabajó con el director durante 8 años) tocaron todos los instrumentos, mientras que Lynch escribió las letras. 

Denso, arrastrado con esas guitarras gordas y pesadas, Blue Bob exige muy poco y mucho a la vez: que suspendamos la ansiedad como oyentes. Que dejemos la música correr, apenas como fondo climático para que todo -al igual que en el cine de David Lynch- se enrarezca

Bonus
Dos tracks del disco ("Mountains falling" y "Go get some") aparecen en el film "Mullholland drive".

miércoles, 20 de octubre de 2010

Discos: Nashville skyline (Bob Dylan, 1969)

En 1969 Dylan ya estaba harto de que lo llamaran "el portavoz de su generación", amén del acoso constante de sus fans. De hecho, algunos seguidores se le habían metido en la casa, episodio que lo decidió a mudarse con su familia a un sitio más alejado.

De vuelta en Nashville, Bob encaró la grabación de un disco que separía las aguas en materia de estilos. Siguiendo lo que había comenzado a explorar en "John Wesley Harding" (67) "Nashville skyline" profundizó en territorios de la Country Music, con algunos temas básicos y letras de inspiración cotidiana. El álbum fue un éxito y alcanzó el puesto 3 en E.U y el 1 en Inglaterra.

Según las crónicas, las sesiones fueron relajadas, con un Dylan tocando las canciones y el resto de los músicos sumándose y agregando colores. Nada demasiado pretencioso. Pero lo que llama la atención, sin dudas, fue el novedoso tono de voz que ensayó Bob para la ocasión: suave, canturreado, totalmente alejado de su registro habitual.

Abre el disco "Girl from the North Country", a dúo con Johnny Cash. Por esos días The Man in Black grababa puerta mediante en los mismos estudios Columbia (hay que recordar que ambos eran compañeros de sello discográfico, además de amigos) y se pasó por ahí a saludar y a grabar unos cuantos duetos (apenas unos días más tarde grabaría su célebre concierto en la prisión de San Quentin). Aquel 18 de febrero del 69 ambos grabaron una pila de canciones -entre propias y covers del sello Sun- pero ninguna sobrevivió como grabación salvo ésta.

Sumándose a la tendencia de la época, "Nashville..." se alejó de los "roots" en materia de Country para coquetear con algunos guiños pop contemporáneos. De hecho, hacia la mitad del álbum aparece uno de los mayores éxitos "pop" de Dylan, "Lay lady lay", canción que originalmente iba a ir a parar al soundtrack de "Midnight cowboy" pero no se entregó a tiempo.

La balada "I threw it all away" fue otro éxito de "Skyline", que encuentra un buen balance junto a otras  piezas algo menores (aunque igualmente disfrutables en su clima relajado) como "To be alone with you", "One more night", el simpático instrumental "Nashville skyline rag" y el cierre con "Tonight I´ll be staying here with you", cubierta por Eddie Spaghetti en su fenomenal "Old No.2".

Bonus
Amigo de Bob desde que se conocieron en el Festival Folk de Newport en 1964, Johnny Cash escribió de puño y letra las liner notes incluidas en el lp.

Dylan- discografía cercana
John Wesley Hardin (1967)- Nashville skyline (1969)- Self portrait (1970).

martes, 19 de octubre de 2010

Discos: Aliens ate my Buick (Thomas Dolby, 1988)

A comienzos de los 80 el músico- prodigio Thomas Dolby tuvo un par de éxitos en terrenos del synth pop ("She blinded me with science", "Hyperactive!") además de trabajar como sesionista en diversos proyectos ajenos (chequear la impresionante lista de colaboraciones en su haber). 

Y entre cosa y cosa editó sus propios (y algo esporádicos) álbums: "The golden age of wireless" (1982) y "The flat earth" (1984). Para ir cerrando la década, Thomas publicó un disco al que no le fue demasiado bien, ni en ventas ni en reviews, pero que hoy en Ultravivido quisimos revisitar. 

Por lo que vemos, la principal crítica que pesó sobre "Aliens ate my Buick"- de él hablamos- fue su excesivo eclecticismo, su falta de cohesión. Aunque siempre sospecharemos que a Dolby no le perdonaron querer ir más allá de aquellos exitosos ejercicios synth pop. 

Más de veinte años después (¡qué rápido pasa esto!) podríamos pensar en otros puntos flojos del álbum, aunque no ésos. Su sonido -por caso- parece demasiado fechado en aquel fin de década todavía sintetizada, aún monopolizada por un "pop FM" de dinámicas algo rígidas y exceso de confianza en los bronces (que aparecían por doquier).

Sin embargo aquí Dolby busca abrir la cancha y jugar en otros terrenos. Absorber influencias y desmarcarse de la chatura de los hits radiales. Objeto de perfección y laboratorio, "Aliens..." encuentra momentos de una música siempre elegante y sofisticada (hermanada con los trabajos de otro refinado como Ryuichi Sakamoto, aunque concientemente más pop) y que de a ratos logra trascender fechas de vencimiento. De a ratos.

Los mejores pasajes, entonces, son aquellos que se alejan de la rigidez ochentosa y exploran texturas atemporales. Ahí están la relajada "My brain is like a sieve" (especie de reggae para lofts) "The ability of swing" (ideal como soundtrack de algún comercial de los 80) y la elegantemente europea "Budapest by Blimp". Juntas, arman un gran momento del lp.

En la primera mitad, en cambio, la sintetización del sonido de "Airhead" o "Hot sauce" (original de George Clinton) se nos presenta demasiado fechada. Los aires jazzeados de "The key to her Ferrari", sin embargo, le dan un toque original a la apertura del disco, que en general (y pese a vender algunos productos vencidos) sale a flote con un buen balance.

Buen disco para estos días de calorcito que ya llegan. 

Ver también: 
* The The, Infected
* Ryuichi Sakamoto, Neo-Geo
* The Art of Noise, (Who´s afraid of) The Art of Noise?
* Pet Shop Boys, Behaviour

lunes, 18 de octubre de 2010

Jazz nights: Attica blues (Archie Shepp, 1972)

En la década del 60 el saxofonista avant garde Archie Shepp (Cecyl Taylor, John Coltrane) militó fervientemente en las causas de sus hermanos Afroamericanos. Una vez, ante la acusación de hacer música "violenta",  él respondió con un lacónico "somos gente enojada". 

Editado por Impulse! en 1972, Attica blues -para citar un ejemplo-  tomó su nombre de los disturbios acaecidos en la cárcel de Attica, New York, en 1971. 

Especie de desfile de géneros negros tocados por una Big Band versátil (chequear la interminable lista de músicos que grabaron en el lp) "Attica blues" sigue irradiando -a casi cuarenta años de editado- un extraño magnetismo producto de su eclecticismo controlado, coherente: una especie de suite nocturna que nos lleva por distintos momentos. Con la Ira transformada en Belleza. 

¿Eclecticismo decíamos? Ahí está ese funk- Gospel crispado que es "Attica blues" (el tema) seguido de la balada orquestada "Steam", en la voz de Joe Lee Wilson. 

"Blues For Brother George Jackson" (un clásico de Shepp dedicado al Black Panther asesinado en San Quentin) se monta a mitad de camino entre el funk y el jazz, en uno de los mejores momentos del set. Unos breves recitados (a cargo de William Kunstler) fechan el disco en aquellos años de luchas y reinvindicaciones, tendiendo un hilo entre los temas y dando una atmósfera de álbum "conceptual".

En el tramo final volvemos al vaivén nocturno con dos momentos bellísimos e inclasificables: "Ballad For A Child" y "Good-Bye Sweet Pops", sólo cercanos a los momentos siderales del Charles Mingus circa "The black saint and the sinner lady". "Quiet dawn" (cantada por Waheeda, la pequeña hijita del compositor Cal Massey) es la última joya de un disco único.

El soundtrack urbano de nuestras caóticas vidas posmodernas. 

Bonus
Achie Shepp continuó experimentando este blend de jazz y R&B en el igualmente recomendado The cry of my people, también de 1972.

Vinilos del fin de semana

Domingo de suerte: en Parque Centenario pegamos tres lps de jazz a muy buen precio. Pasen y vean...

Willie "The Lion" Smith, Music on my mind (SABA, 1966)

Extraño disco que registra en vivo unas relajadas performances de Smith solo en piano en una fiesta en Villingen, Alemania, en noviembre de 1966. "Músico de músicos", padre del estilo stride, Willie fue una de las mayores influencias de Duke Ellington, que le dedicó "Portrait of the Lion".

 Cannonball Adderley, The black messiah (Capitol, 1970)

Expansivo doble lp en vivo grabado en The Trobadour de Los Angeles, 1970. Inmerso en el espíritu de época, The Black Messiah surfea en una electrificada fusión de jazz, rock, soul y funk tribal, todo saborizado con los toques místicos por los que flotaba el ex saxofonista de Miles Davis. Tocan, entre otros, George Duke, Airto Moreira, Nat Adderley, Walter Booker y Ernie Watts.


Gerry Mulligan, Jeru (Columbia, 1963)

Intimista y bien laid back, aquí el gran Gerry Mulligan se alinea en un quinteto junto a Tommy Flanagan en piano, Ben Tucker en bajo, Dave Bailey en batería y Alec Dorsey en congas. Como dato para melómanos, "Jeru" era el apodo que Miles Davis le puso a Gerry. Grabado el 30 de junio del 62 en New York.


Bonus track: Marvin Gaye, Midnight love (Columbia, 1982)

Obsequio de mi amigo personal Astilla (alias Copetin), la edición americana del clásico último lp de Marvin. Sonido superior, con esos bajos sintetizados y la magia intacta de "Sexual healing" como segundo track del lado A.
 

viernes, 15 de octubre de 2010

Mas sountrack de viernes: Ego war (Audio Bullys, 2003)

Seguimos nuestro viernes nublado y Brit con los Acid- Funk- Hip Hop Hooligans Audio Bullys y el que sigue siendo su mejor disco. El primero y todavía incendiario "Ego war", de 2003. 

Aquel que junto a The Streets nos trajo el que tal vez haya sido el último soplo de aire verdaderamente fresco en la cultura rock.

Hip hop dance de pub, cerveza y dardos, "Ego war" todavía tiene altos momentos de corrosión y espíritu rockero. "Real life", "I Go to Your House" y "Face in a cloud" patean traseros y salimos del pub a los tumbos con "Snake" y la locura sintética de "100 millon".

En la madrugada helada caminamos por una Londres desierta con los silbiditos de "Turned Away" como único y feliz soundtrack.

Audio Bullys are:
Simon Franks, Tom Dinsdale

Discography
Ego war, 2003
Generation, 2005
Higher than the Eiffel, 2010

Soundtrack de viernes: Simpático (The Charlatans, 2006)

Con el viernes gris en Buenos Aires nos tomamos un avión directo a Londres o Manchester.

Y en los auriculares hacemos sonar a nuestros adorados Charlatans. Aquella banda que -como los buenos jugadores- nunca defrauda y siempre juega para 6 puntos. Y a veces un poquito más. 

En "Simpático", su noveno álbum de estudio, encontramos a los veteranos de Northwich en muy buena forma luego de algunas aventuras algo flojas. Con un sonido menos agresivo y más armónico, la banda de Tim Burgess suena renovada y llena de ideas. 

Nuestro paseo comienza con "Blackened Blue Eyes", un ejercicio de pop británico que a esta altura a los Charlatanes ya le salen de taquito. Perfecto por donde se lo mire. De allí, avión al otro lado del océano y a subir el volumen para "NYC (There's No Need to Stop)". Atención al link con el "New York" de Richard Ashcroft (2000) para describir -en la misma sintonía- el cope con el vértigo de la gran ciudad. La  banda  aquí es puro groove con esos irresistibles coritos "Uh uh uhhh".  ¡No hay necesidad de parar!
 
Pero la principal influencia de los Charlatans aquí son el reggae y el dub, y experimentando sobre esos ritmos encuentran momentos novedosos, con mucha atmósfera como en "The architect", "Muddy ground", "For your entertainment" o "Road to paradise". 

Una armónica nos guía a través de "City of the dead" antes de despedirnos ahí "cuando se apagan las luces en Londres".

When the lights go out in London/ The crowds will disappear/ I´ll be there for you tomorrows tonight

The Charlatans
Martin Blunt, Jon Brookes, Tim Burgess, Mark Collins, Tony Rogers.

jueves, 14 de octubre de 2010

Discos: The seeds of love (Tears for Fears, 1989)

A pedido de CC Urban (aka No Flash) vamos a hablar de los Tears for Fears. O al menos del que en Ultravivido consideramos su mejor disco, "The seeds of love".

Back to the 80´s

Los TFF emergieron a mediados de los 80 con una estética New Romantic de ribetes oscuros (chequear su lp debut "The Hurting", 1983). En 1985 (y aunque muchos no lo recuerden o se resistan a aceptarlo) el dúo de Roland Orzábal y Curt Smith se había transformado -al menos por 15 minutos- en la banda más importante de Inglaterra de la mano de su exitoso segundo álbum, "Songs from the big chair".

Cuatro años más tarde, sin embargo, llegaron a su obra maestra. Tan distinta y tan poco previsible con respecto a sus discos anteriores que todavía asombra. Una explosión multicolor/ caleidoscópica repleta de una música superlativa, con el Sgt. Pepper Beatle (y "Skylarking" de los XTC, por qué no) como Santo Grial y muchas estructuras y acordes tomados del jazz y el blues. 

Hay que volver a 1989 y hacernos la misma pregunta que en ocasión de reseñar "Flowers in the dirt", de McCartney. ¿Qué extraña alineación de planetas hizo que aquel año aparecieran discos con tendencias tan similares a la expansión, a la multiplicación de ideas, a la ramificación  como sistema? Como si el pop "inteligente" hubiera querido terminar la década echando toda la carne al asador, diciendo "hasta acá llegamos, esto es todo lo que pudimos dar".

O como parte de un Zeitgeist, un "espíritu de época" difícil de atrapar aquí en una frase o un post. 

Los discos en sintonía: éste de los Tears for Fears. "Street fighting years" de Simple Minds (ambos dialogan directamente). El de McCartney. Y también la exuberancia pop de los Midnight Oil de "Blue sky mining" y los The The de "Mind bomb". Todos ellos parecían dejar atrás las reglas del pop de los 80´s (y su monocromatismo)  evocando un espíritu expansivo que provenía de otro lado (¿los 70´s?). Sin embargo -y a pesar de ese gesto renovador- la Cultura Rock ya estaba cambiando de paradigma. Y el germen de los 90 -como bien sabemos- pasaba por otro lado.

Las semillas del amor (Beatle)

Para expandir las estructuras pop los Tears for Fears tuvieron que ampliarse, además, instrumentalmente. Se requerían músicos refinados para tocar en estos niveles. Para ello apelaron a los servicios de sesionistas de feeling jazzero (el baterista Manú Katché, ex Sting) la cantante Oletta Adams, el bajista Pino Paladino, entre otros.  No obstante, el aliado clave a nivel compositivo fue un viejo colaborador de la banda, el tecladista Nicky Holland, que aquí co-compuso 5 de los 8 temas con Orzábal. 

Sin ese background instrumental difícilmente hubieran podido llegar a piezas tan elaboradas como "Badman´s song": algo de jazz, mucho de soul y la gran voz de Oletta Adams para dibujar esas melodías claras, limpias. Ya aquí llama la atención el tiempo del que dispone esta música para avanzar, atendiendo cada detalle, cada compás. Disco de orfebrería. 

Pero claro, el momento expresamente Beatle venía con la cita a "I am the walrus" en la dinámica de estrofas de "Sowing the seeds of love". Aquel primer lado cerraba con la perfección de "Advice for the young at heart", en claro diálogo con Steely Dan y el XTC maduro de "Nonsuch". Si lo que queremos es un pop sofisticado, inteligente y con sustancia, acá hay un must. Coros, arreglos, armonías superlativas. Hasta ese solo de guitarra de tintes jazzeros, todo está en su lugar. Si hay un techo al que puede llegar al mejor pop, éste es uno.

La segunda mitad se abre aún más a la ramificación. Desde ese blues climático que es "Standing on the corner of the third world", pasando por la impresionante sucesión de dinámicas de "Swords and knives" (tal vez el corazón progresivo del disco) y el único up tempo del set, "Year of the knife".

Después de este Tour de Force -y  fiel a la estructura circular del flow, sólo queda volver a empezar con la lírica "Woman in chains".  Ese manifiesto cristalino a varias voces contra la violencia de género en un disco hecho, sí, con las semillas del Amor. 

Chequear también
Paul McCartney, Flowers in the dirt
Midnight Oil, Blue sky mining
Simple Minds, Street fighting years
Prince, Graffitti Bridge 

miércoles, 13 de octubre de 2010

Gainsbourg discographie: Couleur cafe (1996)

¡Congas up!

Existen varias recopilaciones de la copiosa discografía de Serge Gainsbourg en los 60´s. Algunas, imprescindibles.

Si "Comic Strip" e "Initials S.G" introducen -en líneas generales- el mundo pop de Serge y "Du Jazz Dans Le Ravin" echa un vistazo sobre el coqueteo jazzero de su obra, a "Couleur cafe" le reservamos el exotismo de los ritmos Afro latinos visitados por el francés a comienzos de la década. 

Editado con impecable buen gusto por el sello Philips en 1996, "Couleur cafe" recoge grabaciones del gran Gainsbarre entre 1959 y 1964, aparecidas en diversos lps y 45 rpm. Veinte deliciosos Mambos, Cha Cha Chas y demás frutos exóticos -entre la risa, el humo y las burbujas- que harán la delicia del homme du monde que todos llevamos dentro.

Copas en alto, entonces, todos a bailar con la deliciosa "Mambo miam miam". O a adentrarnos en los ritmos selváticos (via Martin Denny) de "Baudelaire" y "La Bas C'est Naturel", pasando un rato por el Medio Oriente con "L'anthracite" y la world- afro music (30 años antes) de "New York USA".

También hay tiempo para algunos clásicos SG: "Couleur cafe", "Ces petits riens", "L'eau A La Bouche", "L'ami Cauette".

martes, 12 de octubre de 2010

Discos: We love life (Pulp, 2001)

¡Llegó la primavera! ¡Amemos los árboles y los pájaros!

En 2001 los británicos Pulp dijeron adiós con un último gran disco.

Lejos de abrazar la esperable melancolía de toda despedida, "We love life" irradia una luz contagiosa, vital. Y paradójicamente, encontró a la banda de Jarvis Cocker en su momento mas fresco y rebosante de ideas. Como si el final hubiera liberado una válvula creativa hasta entonces obturada.

Si bien el gran dato anecdótico alrededor del álbum se lo llevó la producción a cargo de Scott Walker, es poco lo que su espectro barroco gravitó sobre el sonido y la atmósfera del disco, definida más por su luminosidad y su espíritu suelto y aventurero que por el oscurantismo esperable de Walker.

De árboles, atardeceres y el origen de las especies

Una marcha le da paso a las ordas venidas del Mar del Norte en "Weeds", un himno de presentación de la escoria social, la "maleza" a la que la clase alta -en su doble moral- debe recurrir. Y toda la prepotencia imperialista británica de siglos se traduce sonoramente en la carga y el estallido de la banda a pleno.

Como si quisiera ampliar sobre este punto, Cocker relata- literalmente- el  Origen de las Especies darwiniano en "Weeds II", especie de coda atmosférica de "Weeds". "The night that Minnie Timperley died" vuelve a levantar el pulso y retoma las historias de chica- conoce chico habituales de Jarvis, con el condimento trágico de que esta noche vamos a ver morir a nuestra Minnie. Y hay momentos de música colosal aquí: el riff inicial, la explosión de la banda y ese frontman nasal que es JC canturreando- sobre el final- ese "Oh Minnie I can feel the pain" una y otra vez. Gran momento.

El highlight del álbum -no obstante- llega con "The Trees", una bellísima oda orquestal a esos antiguos y silenciosos amigos del hombre. Sin embargo, la letra es ambigua: hay una muerte, un corazón tallado, un dolor que sólo los arboles podrán contener. Musicalmente, la canción es un mundo pop perfecto y cerrado en sí mismo, con sus arreglos, sus paradas, sus sutiles condimentos.

A partir de allí, We love life empieza a mostrar sus dientes ocultos, su lado oscuro.

"Wickerman", de 8 minutos, podría indicar el centro climático del disco, liberando el costado más experimental y de "jam" que los Pulp probaron para el álbum. La letra traza el mapa de una ciudad post industrial dominada por la contaminación y la herrumbre en un marco de música misteriosa, llena de claroscuros y contrastes. "I love life"-lejos de ser una inocente canción de amor- es otro registro ambiguo de Cocker sobre la paternidad y las presiones transmitidas de padres a hijos dominada por una parte final llena de terror. 

La luz retorna con "The birds in your garden" y "Bob Lind (the only way is down)", mientras que "Bad cover version" es el manifiesto definitivo sobre aquellas cosas montadas sobre la pura imitación. "Las segundas partes nunca fueron buenas" parece decirnos Jarvis ("como El planeta de los simios en TV, como los Stones en los ochenta", enumera).

Disco de cambios y de nuevas perspectivas, el álbum cierra con "Sunrise". Una metáfora sobre la reconversión a mitad de la vida, con la luz del sol como motor vital.

Pulp 2001
Jarvis Cocker (vocals) Mark Webber (guitars) Candida Doyle (keyboards) Steve Mackey (bass) Nick Banks (drums).

viernes, 8 de octubre de 2010

Soundtrack de viernes: Cool and steady and easy (Brooklyn Funk Essentials, 1995)

¿Medio de transporte? El "L train" con destino a Brooklyn. ¿La música en los auriculares? El inoxidable álbum debut de los Brooklyn Funk Essentials, "Cool and steady and easy"

Una joya de la música urbana global de comienzos de los 90, también conocida como Acid Jazz

Formados en 1993 por el productor Arthur Baker y el bajista Lati Kronlud, los Brooklyn Funk supieron combinar elementos de jazz, hip hop y funk dentro de su alineación colectiva y mutante. Y todo con una naturalidad que siempre parece haber estado allí.

"Cool and steady and easy" fue su primer y mejor álbum. Sonido brillante. Balanceado. Y con un flow que permite recorrerlo de principio a fin. Estilización + sustancia. Flotación y peso específico. ¡Pura música!

Y el viaje continúa con la música mezclada entre el tránsito, el caos y el gris de la ciudad. 63 minutos sin desperidicios que siguen con el cover de "Creator has a master plan" (original de Pharoah Sanders) y levanta con los grooves irresistibles de "Bob Hop", "Mizz Bed-Stuy" y "Stickman Crossing The Brooklyn Bridge".   

La frutilla del postre la pone Maceo Parker soplando en "Blow your brains out", antes del descenso nocturno (y la vuelta a casa) en "Take The L Train (To 8 Ave.)". 

Brooklyn Funk Esssentials- discography
Cool and Steady and Easy, 1995
In the Buzzbag, 1998
Make Them Like It, 2000
Watcha Playin, 2009

jueves, 7 de octubre de 2010

Zappa discography: One size fits all (1975)

Editado en 1975, "One size fits all" pertenece al cánon "clásico" de Zappa. Un álbum en la veta satírica de jazz/ rock, y el último firmado como Frank Zappa and the Mothers of Invention.  Si bien no está entre los favoritos de Ultravivido, vaya si hay buenos momentos. Y sobre todo, una cohesión -como álbum- notable. 

"Inca roads" - clásico- marca un poco lo que será el tono del disco: mucho timbre jazzero hiperarreglado con vibrafones, relativamente pocos solos de guitarra y mucha flotación nocturna (como la de la tapa). Un gran solo de Frank, lírico al comienzo, contenido, para después abrirse en la mid section de la canción, antes de esos hermosos coros estratosféricos.

El rock "directo" (adjetivo tan raro para aplicar a Zappa) de "Can't Afford No Shoes" va al grano, sin tanta floritura, y  le da pie al bonito instrumental "Sofa No.1". Cerrando el lado tenemos ese funk/ blues que es "Po- jama people", otro clásico. Acá sí que la viola de Zappa se suelta (¡por fin!) a partir de los dos minutos con un solo- torbellino que se pega a la ajustadísima base de Thompson/ Fowler (atención al piano con muchísimo groove de George Duke). Altísimo momento del set. 

En la segunda mitad la veta operística encuentra espacio en "Florentine Pogen" (salteamos) antes de otro clásico con "San Ber'dino", un blues de carretera con armónica de Captain Beefheart (en los créditos como 'Bloodshot Rollin' Red'). Uff. Demasiado.

Personnel
Frank Zappa – vocals, guitar
George Duke – keyboards, vocals, backing vocals, synthesizer
Ruth Underwood – marimba, vibraphone, percussion
Johnny "Guitar" Watson – vocals
James "Bird Legs" Youman – bass guitar
Chester Thompson – drums, sound effects, voices
Tom Fowler – bass guitar
Captain Beefheart – harmonica
Napoleon Murphy Brock – tenor saxophone, vocals, backing vocals, flute 

Zappa chronology
Apostrophe (1974) Roxy & Elsewhere (1974) One Size Fits All (1975) Bongo Fury (1975).