jueves, 19 de septiembre de 2013

Discos: Amandla (Miles Davis, 1989)

Paradójicamente, el primer disco que escuché en mi vida de Miles no fue uno de jazz clásico

En el verano de 1996-1997, mi amiga Vero Franco me grabó un casete que de un lado traía "Amandla". Ese casete musicalizó todo un veraneo en la costa, mientras por las tardecitas regaba el modesto jardín del departamento que mis viejos habían alquilado en Villa Gesell. La combinación de atardecer de verano, pasto y Miles Davis fue letal. Y fue el primer y decisivo flechazo con el sonido Blue de Mr. Picasso. 

Para esta época, el socio de Davis era Marcus Miller, que le componía la mayor parte del material (por no decir todo). Pero Miles está ahí. Con pocas notas (producto de su artrosis, y de esa síntesis que lo llevaba a pintar cada vez menos pinceladas, pero más azules y sugerentes) aporta, parecería, mas que cualquier músico tocando mil acordes. 

"Amandla" es el par de "Tutu". Es su hermana gemela. El concepto musical es el mismo: bases levemente Funk armadas con máquinas, melodías preclaras para marcar el tema y espacios para solos. Sin excesos. Todo dentro de un esquema mínimo, aunque complejo. La complejidad no se ve. Lo que se ve es cristalino y luminoso. "Amandla" es arte del tipo curativo, no contaminante. Libera por placer.  

Con los años me fui volcando por "Tutu" (es más urbano, tiene más tráfico de ciudad entre las notas) pero tal vez "Amandla" sea mejor. Depende el día, o de la tarde. Hay más colores en éste. Y no peca de ese sonido sintetizado-ochentas que arruina un par de pasajes de "Tutu". Acá, toda la tirada inicial ("Catémbe", "Cobra", "Big time") es excelente. 

Después el disco baja un poquito -no de calidad- entre "Hannibal" y "Jo-jo" y vuelve a otro gran momento con "Amandla". Cierra el disco esa delicadeza que es "Mr. Pastorious". Un guiño de Miles a sus fans del período Cool, como diciéndoles "ahí tienen ¿ven que no me olvidé de tocar jazz? Ahora déjenme seguir haciendo lo que se me canta y no me jodan más". 

De hecho, poco después ya estaba en otra, armando el concepto de lo que sería "Doo-Bop". Con la vista siempre puesta adelante. Más allá. 

Chequear también: 
"Tutu" (1987) "Live around the world" (1996)

Miles Davis- discografía cercana
Music from Siesta (1987) Amandla (1989) Aura (1989).

martes, 17 de septiembre de 2013

Discos: Melody A.M. (Röyksopp, 2001)

Los noruegos Röyksopp -junto a Audio Bullys, junto a The Streets, cada uno en su estilo- trajeron aire nuevo para la música electrónica, a comienzos de los 00´s.

"Melody A.M.", el disco debut del dúo de Svein Berge y Torbjørn Brundtland, ya viene madurito: tiene las ideas muy claras. Acá el grupo arma una electrónica de cámara, inteligente, con vuelo y con sustancia. Tal vez por primera vez desde lo mejor del Techno Ambient de primera mitad de los 90 (con Seefel, con Aphex Twin y varios otros) la música electrónica se volvía  a colar en tu living, en tus auriculares, más allá (más acá) de la pista de baile.

Pero como disco, "Melody A.M." es mucho más que Chill Out. Es suave y funcional, sí, pero tiene peso propio. Siempre se me antojó una música ideal para el atardecer otoñal, para la vuelta a casa. Y puede, alternativamente, ser acogedora ("So easy", "Sparks") con algo de celestial ("In space", "A higher place") y hasta con una cuota de ternura (la aventura del osito en ese video-obra de arte que es "Poor Leno", cantada por Erlend Øye). 


El otro momento pop lo trae "Remind me", con un feeling despreocupado y una melodía de esas que se te pueden pegar todo un día. Ese toque pop es otro color en la paleta de Röyksopp, además de la generación de buenos climas y una gran flotación. 

El disco parece disolverse en el aire cuando atraviesa el tema final, "40 years back/ come".

El gran momento de los noruegos duró un álbum más: el increíble "The understanding" (05). Después, con "Junior" (09) quedaron encerrados de una fórmula y un sonido que les quitó gran parte del aire que trajeron a su arribo.

Röyksopp- discografía
Melody A.M. (01) The understanding (05) Junior (09) Senior (2010).

viernes, 13 de septiembre de 2013

Discos: Wide awake in America (U2, 1985)

Disco para coleccionistas. Para esos melómanos a los que le gustan las pequeñas rarezas.
 
"Wide awake in America" es un EP que los U2 editaron originalmente sólo para Estados Unidos un año después de "The unforgettable fire", en 1985.
 
Es un disco interesante. En el lado A aparecen dos versiones en vivo. La de "Bad" (grabada en Birmingham) supera ampliamente la toma que el grupo grabó para el lp. Tiene más dinámica, trepa mejor en la intensidad épica de estadio.
 
Le sigue otra versión que es aún mucho mejor que la incluida en el álbum. Aquí, "Sort of homecoming" suena más decidida, más al frente, ahí donde la original -como gran parte de "Unforgettable..."- parece desenfocada, floja.
 
Según algunas reviews, el público que se escucha acompañando el subidón del grupo, al comienzo, no es tal. Fue agregado por Tony Visconti en la post producción, ya que la toma pertenece a un soundcheck que el grupo grabó en el estadio Wembley. Por cosas como estas siempre estamos tentados de bajarle el pulgar a los de Bono... pero ¿qué disco en vivo no tiene retoques? Sin embargo acá es más que eso. Ese público enfervorizado es como...agregarle risas a un chiste. De todas formas, musicalmente es un gran momento.
 
En el Lado 2 vienen dos lado B que originalmente aparecieron en el single de "The unforgettable fire". Es el momento climático del EP, el momento "Eno-Lanois". Los de Dublin de esta etapa eran buenos logrando climas casi monacales, religiosos.  Y esos coros de "Three sunrises" van en ese sentido. Sin embargo, mi momento favorito llega con "Love comes tumbling". Acá lo que importa es ese sonido pleno de calidez. Ese ambiente. El famoso "cuadro" que hay que construir "para que la música ocurra allí adentro", en palabras de Eno.
 
"Wide awake in America" es tal vez la última foto (en este caso una fugaz instantánea) de los U2 antes de dar el gran salto internacional que supuso "The Joshua tree", en 1987. En 2010 el grupo editó "Wide awake in Europe", su EP de la familia, con temas del "360º tour".
 
U2
Bono, The Edge, Larry Müllen Jr., Adam Clayton.
 
Discografía cercana
The unforgettable fire (1984) Wide awake in America (1985) The Joshua Tree (1987).

lunes, 9 de septiembre de 2013

7": Omar and The Howlers


Rock & Roll de Texas en siete pulgadas

En 1987 yo tenía 13 años y de noche escuchaba Piso 93, el programa que Rafa Hernández conducía en la trasnoche de la Rock and Pop. Una de esas noches el tipo pasó un tema buenísimo de un rock and roll totalmente desfasado para ese momento. El nombre del grupo (que anoté en un papelito para no olvidarme) era poco menos que ridículo.

Meses después, frecuentando la vieja disquería Fénix de Alfredo Rosso en la galería Bond Street, encontré este 7" de la banda del nombre risueño: Omar and The Howlers. Recién años después (internet mediante) me enteré del impresionante background que tiene esta banda detrás: originarios de Texas, grabaron más de 20 discos y siguen girando por ahí bajo la tutela de un gordito con cara de simpático y look inconfundiblemente texano, Omar Dykes.
  
Yendo a la música, por aquellos años con mi amigo Emilio -en vez de estudiar- pinchábamos una y otra vez estos dos temas, desconociendo absolutamente todo acerca del sonido Austin y del Jungle Blues, riéndonos como dos chiquilines del nombre del grupo pero también viendo que ahí había un sonido. Y sobre todo, dos buenos temas. ¡Dos temazos, para ser más justos!

Nunca sabremos cuál era el A-Side, pero por capricho personal siempre supuse que es "You ain´t foolin´ nobody", un rock and roll que pisa el Rockabilly con condimentos 100% sureños. El tema arranca con un riff de guitara asesino, un golpe de tambor y la cosa se larga a todo vapor. Música para bailar y sacudir faldas y sombreros. La voz de Omar suena pícara, cómplice y la banda (un trío que completan Bruce Jones en bajo y Gene Brandon en batería) maneja la intensidad sin caerse nunca de esos  2´30. Palo y a la bolsa.

 
Pero la joyita viene cuando das vuelta el simple. "Dancing in the canebrake" es uno de esos mid tempos para manejar una Pick Up en un atardecer soleado, a velocidad crucero, sin nada de que preocuparte. Total, la música te lleva a pasear sola. Apoyando las estrofas aparece un Hammond que es una delicia y Dykes saca su chapa de cantante poniéndole toda la garra a cada trepada del estribillo, creciendo y creciendo hasta el final. Este es para bailar un poco más cerca de tu pareja en el salón, medio que agarrando por la cintura.

Una música sin complejos, sin rosca, pura como el agua de un río de montaña y como los cielos que -imaginamos- decoran los atardeceres de Texas.

Visitá la página oficial de Omar and The Howlers.

Bonus
"You ain´t foolin´nobody"/ "Dancing in the canebrake" fueron parte del disco "Hard times in the land of plenty", el primer lp del grupo para un sello grande, Columbia Records, editado en 1987.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Discos: Post Industrial Boys (Post Industrial Boys, 2004)

Buenos Aires, 2004. En algún inhallable sitio de internet, un músico electrónico local recomendó este disco, cuando todavía existían las "recomendaciones".
 
Recuerdo aquellos años como los primeros y excitantes primeros momentos de las descargas de música. Veníamos de apropiarnos de temas sueltos aquí y allá pero ahora se hacía fácil, por primera vez, bajar discos enteros. De un tirón. Del aire a tu compu y de ahí a un CD.
 
Personalmente todavía me quedan pilas y pilas de CD-R que grabé en aquella época. Y entre ellos está éste de los Post Industrial Boys. Un grupo del que circula escasísima información en la web. Oriundo de Georgia, una remota ex república de la URSS. Un combo que nuclea músicos, cantantes y artistas visuales comandados por Gogi Ge.Org (seudónimo de George Dzodzuashvili). Editaron apenas dos discos, éste y "Trauma", en 2006. Y después, nada más se supo de ellos.
 
Y ya que estamos de recuerdos, me viene a la mente algún solitario verano en la ciudad, silbando y canturreando el primer y adictivo tema del disco. Ese de la genial letra: "post industrial boys have a wonderful voice/ they read some James Joyce to make a careful choice". La música es superlativa: puros silencios, electrónica mínima. Y una voz que lo envuelve todo y se mete en el inconsciente melódico. Podés estar todo un día con este sonido en la cabeza, te lo garantizo. Todo el disco vale por este primer momento.
 
"Lula" y "Cops and their wives" levantan un poco el pulso pero mantienen el clima enrarecido. Y la dupla "In the kitchen" y "Damshviddi", por su parte, bordean el Trip Hop con toques de un lejano Acid Jazz y mucho Ambient como materia prima. "Kampolina" es otro momento simpático, un jazz posmoderno para caminatas nocturnas.
 
En realidad, todo "Post industrial boys" es un disco para la late-night. Para la escucha solitaria. Tiene aires lejanamente jazzeros. Climas de soundtracks de suspense. Material fílmico pasado a música y al revés. Un buen viaje para suspender todos los sentidos, menos el oído.
 
Entre tanta música que con los años desechamos, acá hay algo que quedó. Y que todavía sigue sonando.
 
Post Industrial Boys- discografía
Post Industrial Boys (2004) Trauma (2006).