miércoles, 31 de octubre de 2012

Soul basics: In performance (Donny Hathaway, 1980)

Qué poco que se suele hablar y escribir sobre Donny Hathaway (excepción hecha, valga la mención, para el amigo Joserra Rodrigo, de Rockandrodriland, que estuvo revisando las joyas de Donny hace poco en su blog).

Hathaway grabó apenas tres discos como solista, más un par de álbumes en vivo (entre los que se encuentra este "In performance", editado póstumante en 1980).

Soulman exquisito y versátil. Intérprete delicado. Compositor de singles exitosos junto a Roberta Flack (ya lo escribimos, hace unos posts atrás: una de nuestras chicas Soul favoritas). Su cuerpo fue encontrado en la vereda del hotel Essex House, en New York, la noche del 13 de enero de 1979. Tenía apenas 33 años y un talento que hubiera dado para mucho más.

Revolviendo ocasiones en Rockabilly (nuestra disquería de cabecera en Buenos Aires ahora mismo) encontramos esta edición en vinilo, americana, de "In performance".  Según la ficha técnica, estas grabaciones fueron hechas en vivo en tres tandas: en el Trobadour de Los Angeles y en The Bitter End y el Carnegie Hall de New York, entre 1971 y 1973.

La verdad, es emocionante escuchar los aullidos y "I love you!" que le entregan las chicas a Donny al comienzo de ese blues lánguido y lubricado que es "To be young, gifted and black". Suban el volumen: la gente que estuvo esa noche en el Trobadour no para de gritar, de aullar, de prenderse fuego con esa Soul en carne viva. Pero acto seguido, el auditorio se llama a silencio religioso para escuchar a Hathaway sacar todo su Blues y su Gospel, sólo al piano para interpretar "A song for you", de Leon Russell. Un momento que quita la respiración.

¿Algo de jazz/ bossa elegante? Para cerrar la primera mitad tenemos el instrumental "Nu-po". ¡Cuántos matices musicales alcanza esa banda! Trepan, se dejan caer, vuelven a subir a puro groove, entre el piano eléctrico de Donny y la percusión de Leslie Carter. Un final del primer lado de galera y bastón, casi como entremés entre canciones.

El lado 2 comienza lento otra vez, casi a nivel de un mantra sexual, con "I love you more than you´ll ever know". Acá, simplemente, hay que escuchar al Donny Hathaway cantante, intérprete lleno de Soul, del pelo a la punta de los pies. Espacios, silencios, subidones de sudor. La banda y su líder son uno en este tema, pura combustión a punto de incendiarse.

Últimas dos. "Esta es una canción que escribí hace tres semanas" anuncia nuestro anfitrión, antes de hablar del Creador y de la necesidad de Creer en "We need you right now". Clima de Gospel/ Spiritual entre vasos que se chocan en la noche del Trobadour. Para el final, nuestro Soulman le dedica "Sack full of dreams" -un mid tempo bluseado, tocado muy suave- a toda la audiencia presente. Que esta noche, por caracter invocativo y espiritual, somos nosotros también.

Donny Hathaway
(1 de octubre de 1945, Chicago, Illiinois - 13 de enero de 1979, New York).

Discografía
Everything is everything (1970) Donny Hathaway (1971) Live (1972) Extension of a man (1973) In performance (1980)
  

lunes, 29 de octubre de 2012

Discos: Panorama (The Cars, 1980)

Los Cars venían rompiéndola, sacando un disco por año ("The Cars" en 1978 y "Candy-O" en el ´79) con éxito de ventas y críticas. Las FM los adoraban, ya que su fórmula era irresistible: pop directo (aunque no simplón) urgencia New Wave y temas que cerraban bárbaro, fruto del infalible GPS pop de su líder, Ric Ocasek.

¿Qué pasó un año más tarde, en 1980? Bueno, la banda de Boston quiso experimentar y llevar su sonido un poco más allá. La crítica los destrozó y "Panorama" -de él estamos hablando- pasó a ser uno de esos discos "paso en falso" típicos de una banda exitosa (que dicho sea de paso, rápidamente retomó a los laureles de éxito y ventas).

¿Está bueno "Panorama"? Claro que sí. Si bien no están los hits inmediatos de siempre, el disco pasa por muchos buenos momentos. "Panorama", el tema, deja en claro la intención del grupo de buscar un sonido futurista, sintetizado (algo parecido a lo que quisieron hacer, treinta años después, los Strokes con "Angles"). La atmósfera del comienzo es claustrofóbica, maquinal, pero el tema crece en la segunda mitad, con mucho vuelo. "Touch and go" fue el single y el tema con más gancho del disco, que levanta la intensidad entre "Gimme some slack" (un link a los contemporáneos Devo por ahí) y esa especie de rockabilly con soniditos de videojuego que es "Getting through".

En realidad, los guiños típicos seguían ahí (chequear "Don´t tell me no") sólo que maquillados de un Synth Pop oscuro, que aquí parece un pariente de "The idiot". En la fórmula musical del grupo, cada tema tenía un rumbo clarísimo: en tres minutos tenía que cerrar todo. Y así fue siempre.

En la segunda mitad -cosa de no agobiar a los resistentes a los cambios- "Misfit kid" retoma un poco el sonido limpio de "Candy-O" (¡qué fácil hacían todo!) y "Down boys" es un rockazo irresistible, medio Bowie, medio Gary Numan. La balada "You wear those eyes" (¿algo del futuro Pulp?) demuestra la onda que tenía Ocasek pese a sus limitaciones como cantante. El tema flota entre soniditos espaciales y unos coros buenísimos. Hasta en los momentos menos descollantes, los Cars te dejaban algo piola.

En realidad, lo que habría que decir es que más de 30 años después, las fichas se reordenaron y a The Cars se le está dando el lugar que siempre merecieron. Bastardeados por demasiado "pop", en su momento, hoy se los valora precisamente por eso: por los buenos temas que armaban. Algo que nunca fue fácil de hacer, si se lo hace bien y con onda.

The Cars 1980
Ric Ocasek, Elliot Easton, Greg Hawkes, David Robinson, Benjamin Orr.

Discografía cercana
Candy -O (1979) Panorama (1980) Shake it up (1981).

viernes, 26 de octubre de 2012

Un fin de semana en New York

¿A qué suena New York? Bueno, su adrenalina puede sugerir Hardcore. Brooklyn pide Acid Jazz. Greenwich Village en invierno recuerda a Dylan. Y el elegante Upper East Side, un jazz más clásico, el de los 40´s.

El sitio de viajes Max City Guide (Alemania) editó a fines de los 90 varios cds, a modo de soundtracks para acompañar sus reviews de ciudades. El volumen 1 -editado en 1998- está dedicado precisamente a New York. No recuerdo cuándo ni donde, pero lo agarré en oferta en alguna disquería de Buenos Aires, por aquellos años, a un precio irrisorio. 

Compilado por Joe Claussell, "Sound of the city" propone un buen trip por la ciudad, con eje en la música Afroamericana entre los 70 y los 90. Dieciséis tracks que van de Grace Jones y su Disco Funk ("Pull up to the bumper") pasando por el Acid Jazz de Ronny Jordan (gran versión del clásico de Miles Davis "So what") Taj Mahal, los geniales Mandrill, James Brown y el maestro de los vibes Roy Ayers, entre otros.

Como dato curioso, el booklet viene con un listado de bares y clubes de la Gran Manzana, que seguramente ya no existirán o dejaron de estar de moda.

Pulso urbano y música de las calles. Y ese feeling tan cercano que conecta Buenos Aires y New York. Salud viajeros Ultravividos!







Max City Guide - Sound of the city, vol. 1. New York (Motor Music, 1998).

jueves, 25 de octubre de 2012

Discos: Trampin´(Patti Smith, 2004)

Desde sus primeros palotes como poeta, la obra de Patti Smith se fue convirtiendo en una larga cita/ homenaje a sus padrinos artísticos, aquellos que la llevaron a ser quien es. Toda esa parte de su historia está bellamente contada en el indispensable "Just kids".

A partir de "Gone again" (su disco "regreso" de 1996) sus álbumes se convirtieron, además, en una especie de invocación de los que ya no están. Un desfile de sueños de muertos queridos y al mismo tiempo una celebración de la vida, de la magia que todavía está entre nosotros, aún con resquemores y balances agridulces.

"Trampin´" es otro buen disco del período "maduro" de Patti en los 90´s- 00´s (otro podría ser "Gone again", concebido tras la pérdida de su marido Fred "Sonic" Smith). Tiene varias buenas canciones y sobre todo, una banda detrás que las sostiene y embellece. Aquí están los laderos históricos (Lenny Kaye en guitarra y Jay Dee Daugherty en batería) más Oliver Ray y Tony Shanahan. Los cinco logran un sonido suelto, cálido y filoso a la vez. Se nota (si se puede escribir de este modo) la comunión espiritual del grupo, la unión de esas personas que están sosteniendo a músculo y corazón cada compás.

En esto, como en tantas otras cosas, Patti es una guerrera de vieja escuela. Todavía cree en el espíritu del rock and roll y la magia que genera entre las personas.

Yendo a los temas, tenemos dos o tres lotes. Por un lado, están los rocks de yeites y energía sabiamente administrada ("Jubilee", "Stride of the mind") donde la tía Patti guerrea cada estrofa. Luego aparecen las canciones reposadas, de corazón acústico, como la bella "Cartwheels" o "Trespasses", donde la narradora pide perdón, simplemente, "por todo".  En "My blakean year" escuchamos que mientras "un camino está pavimentado de oro, el otro es simplemente un camino" y que "el dolor de la vida no es como yo lo vislumbré".

La metáfora del oro vuelve para ilustrar aquello que nos espera allí afuera, viviendo. En "Trampin´" leemos: "estuve toda mi vida tratando de que mi hogar sea el cielo, mientras las calles, ahí afuera, están pavimentadas en oro". Aquí Patti canta sola al piano, al final del disco, en un clima casi de Spiritual. En este grupo de canciones lentas y reposadas, "Mother rose" se lleva las palmas, simplemente por hermosa y redonda.

Fiel a su costado de poeta y Chamán de la palabra, Smith se reserva el filo de la lengua para dos Tour de Force largos y zapados, de tintes políticos e ideológicos: "Gandhi" y "Radio Bagdad". Acá la inspiración (como en el lejano "Gloria") viene de la combustión libre de Jim Morrison y The Doors. La banda parece estar atenta por seguir cada giro, cada aullido o susurro de la poeta en posesión de la palabra.

Gloria. Amén, Patti.

Patti Smith- discografía cercana

Gung ho (2000) Trampin´(2004) Twelve (2007).

miércoles, 24 de octubre de 2012

Jazz & Soul: Yusef Lateef 1969

Primavera en Buenos Aires.
Suena Yusef Lateef y su "Yusef Lateef´s Detroit" (también conocido como Latitude 42° 30' Longitude 83°).
File:Yusef Lateef's Detroit.jpg
Cosecha 1969.
Jazz, Funk, Sonido Urbano con algo de polución y cemento.
Y con el suficiente vuelo para colocarnos suave, en la vuelta a casa.

Para mezclar con: Archie Shepp, Attica blues (1972).

martes, 23 de octubre de 2012

Discos: Heyday (The Church, 1985)

Los The Church serán siempre un grupo para melancólicos y soñadores. Nunca estarán en los primeros puestos de los ránkings.

Nunca serán parte del "negocio" a gran escala, ni sus videos rotarán en el prime time de los canales para jóvenes. Su música es una caricia lánguida, de interiores. Se toma su tiempo (y nos lo hace tomar a nosotros, como oyentes) y es ideal para la contemplación introspectiva y solitaria. Muy lejos de la histeria que el show business requiere para funcionar. 

"Heyday" -editado en 1985- es uno de los tantos buenos discos de estos australianos entrañables. Basta escuchar los primeros compases de "Myrrh" para sentir que esta música nos envuelve y ya no nos va a soltar. Guitarras arpegiadas, armónicos atmosféricos y un ritmo vertiginoso. El otro gran condimento (además del sonido orgánico y funcional del grupo) es la voz siempre al borde del susurro de Steven Kilbey, bajista y cantante. Con esos nobles elementos los The Church se apoderan de cualquier ambiente donde suene su música.

El nivel de canciones es muy parejo en "Heyday". "Tristesse" tiene unas melodías hermosas y "Already yesterday" (el single) mantiene el gran momento inicial. Música otoñal e imperecedera. A la altura del instrumental "Happy hunting ground" el grupo se conecta con sus influencias orientales y místicas y produce un momento contemplativo, casi cinematográfico, entre cuerdas y percusiones. 

En la segunda mitad aparece uno de los favoritos de los shows de la banda desde entonces, "Tantalized". "Disenchanted" derrocha melodías entre arpegios de guitarras, antes de cerrar con los climas y juegos de guitarras de "Roman".

The Church: como su música, una apuesta de largo plazo que ya lleva más de 30 años en la ruta y otros tantos discos en la calle. Siempre te esperan.

The Church 1985
Steven Kilbey, Peter Koopes, Richard Ploog, Marty Wilson-Piper.

Discografía cercana
Remote luxury (1984) Heyday (1985) Starfish (1988).

domingo, 21 de octubre de 2012

jueves, 18 de octubre de 2012

Vinilazos: Substance (Joy Division, 1988)

La primera vez que escuché Joy Division fue en la casa de mi amigo Sergio (a.k.a. Langalay). Sería 1989, 1990. Era de noche y la casa estaba a oscuras. Todavía estábamos en la secundaria, esa edad en la que los gustos se marcan a fuego, y lo que pasa a ser nuestro, allí quedará.

Alguien llevó "Closer" y dijo "esto es lo que hay que escuchar". Y eso fue lo que hicimos.

Muy poco tiempo después ya teníamos curtidos los dos discos de estudio del grupo de Ian Curtis, más el compilado de lados b y temas en vivo "Still". Y a mis manos llegó este "Substance". Una edición en vinilo, brasilera, con la lámina interna y la inolvidable foto/ diseño de Jan Van Munster circa 1981. La impresionante dirección de arte del vinilo -minimalista, como todo lo que hizo con los Joy Division- estaba a cargo de Peter Saville. Todo editado a través de Factory Records.

"Substance" tiene para mi un encanto propio. Antes que nada, desde lo técnico, se trata de una recopilación de los singles que editó el grupo, incluidos los que fueron firmados como Warsaw, el embrión de JD. Más allá de la cronología, la cantidad de temas es perfecta. Diez pistas. Ni pocas ni muchas. Cada una, un monumento cerrado en si mismo. Esa intensidad gélida que irradian, además, es parte del misterio que nunca terminaremos de desentrañar: ¿cuál era la fórmula, el secreto del sonido de los de Manchester?

El lado A arrancaba con los dos singles de Warsaw: el homónimo "Warsaw" (una cita al "Warsawa" de Bowie 1977, al mismo tiempo inspirado en un episodio de la vida del nazi Rudolph Hess. Según algunas interpretaciones, el "¡3, 5, 0, 1, 2, 5, go!" con el que comienza el tema se refería al número de prisionero que le pusieron a Hess cuando lo atraparon intentando huir hacia Eaglesham, en plena guerra. Se trata de un punk rock rápido y filoso, pero que ya prefigura lo que vendría. El tema fue incluido originalmente en el ep "An ideal for living", del año 1978. Del mismo ep le sigue "Leaders of men": tortuosa, llena de filos y aristas.

"Digital" -editada en 1978 en el ep doble "A factory sample"- ya tiene esa marcialidad propia del sonido JD. No casualmente, corresponde a la primera sesión que el grupo grabó con Martin Hannett, el verdadero artífice del sonido de la banda. La canción es robótica (digital, como diría Langalay: son unos y ceros sucediéndose) y gélida a la vez. Intensa y fría como un témpano. Los "day in-day out" que grita Ian Curtis parecen ahogarse en su propio círculo cerrado. El grupo ya hacía aquí su propia música con poquísimos elementos. Y esas guitarras (Bernard Sumner nunca será valorado en su justa medida) ya tienen algo indefinible y propio, que sólo ocurre dentro de Joy Division.

Como A4 tenemos una rareza como "Autosuggestion" (ya empiezan a aparecer las temáticas sexuales y la "exhibición de atrocidades"). Uno de esos climas reptantes, hipnóticos que solía armar el grupo alrededor de los devaneos existencialistas de Curtis.

Cerraba la primera mitad "Transmission", ese impresionante 7" editado en noviembre de 1979 que lo tiene todo. Clima, crescendo de energía, filo, golpe, ferocidad...Y nuevamente, ese frío glacial y maquinal que siempre puso a la música de los Division en otra parte, muy lejos del resto. Los Wire hacían algo similar, pero sin esa contundencia de temas cerrados perfectos.

El Lado B empieza con la versión single de "She´s lost control". Más climática y electrónica que la incluida en "Unknown pleasures", el tema resalta más los teclados y juegos de dinámicas y deja en segundo plano los guitarrazos de Sumner. La versión se editó como lado b de "Atmosphere" en 1980, y su letra habla de una chica que sufre ataques de epilepsia, algo que Ian Curtis ya conocía muy bien por entonces. Sobre ese bajo hipnótico de Peter Hook surfea toda la música, y dentro de esos acordes básicos el tema tiene espacio suficiente para crecer y crecer. Magia, nuevamente.

Otra rareza llega con el instrumental "Incubation" (una auto referencia más que directa al frío de laboratorio del que hablábamos).  La banda toca repetitiva, industrializada, ensimismada sobre una estrutura prácticamente vacía. El tema se editó como lado B de "Komakino".

En el último tramo de "Substance" aparecen los singles más climáticos, espectrales: "Dead souls" (esos primeros compases son el vacío mismo, la distancia inalcanzable) y por supuesto, "Atmosphere". Una anti canción cuya única y eterna magia fue y será siempre el paisaje blanco que construye. Y esos cristales que caen a pique en el clímax del tema. Otro vacío en sí mismo. Como curiosidad, la canción se editó como simple solamente en Francia, en 1980, con "Dead souls" como lado B.

Como último track, aparece el clásico "Love will tear us apart". La canción (un poema sobre la separación amorosa en clave autobiográfica de Curtis y el epitafio que Deborah, su esposa, escríbió sobre su tumba) se editó como single en abril de 1980, apenas un mes antes del suicido de Ian.

martes, 16 de octubre de 2012

Discos: Eye of the hunter (Brendan Perry, 1999)

Belleza cósmica

Es extraño el recorrido que hacen algunos discos. Y ni que hablar de nosotros mismos como oyentes. Hace años compré este disco en oferta en una disquería de la Costa Atlántica, fuera de temporada. Simplemente por tratarse del cantante de los Dead Can Dance.

Pasó un montón de tiempo hasta que este 2012 -¿influido, tal vez por el regreso de los DCD?- desempolvé este "Eye of the hunter" (el primer disco solista de Brendan Perry) y le di su chance. 

Hace días que no paro de escucharlo, en eterno repeat. Lo primero que me vino a la mente es un puente a la profundidad dorada de la voz de John Martyn. Bastan apenas 21 segundos para que el registro de Perry inunde todo el audio. Cuerdas, un arpegio sostenido y unas melodías muy bellas arman "Saturday´s child", el primer tema. Todo el disco, de allí en más, se maneja en este clima reposado, que oscila entre el Folk, la canción acústica, los arreglos de cuerdas y hasta algunos toques de Blues.

Ahí nomás, a la altura del track 2, el hechizo de esta música ya es completo con "Voyage of brain". En la letra, un personaje llamado Brendan llena a sus padres con preguntas relativas al Tiempo y a la Muerte: "¿dónde van las llamas cuando el fuego cesa?". "¿Está escrito en las estrellas que que tenemos que brillar antes de desvanecernos?". El clima es oscuro y espiritual. Y de una profundidad sideral, de esas que parecen detener, precisamente, el Tiempo.

A primera oída, un disco como "Eye of the hunter" no parece hecho para estos tiempos. Pide paciencia y serenidad de escucha. Uno imagina una cabaña en medio de un bosque. O una escena frente el mar. También de primera pasada, los temas pueden resultar todos iguales. Pero sucesivas escuchas empiezan a revelar los matices y estilos diferentes con los que están armados y -lo que es más asombroso- los sutiles cambios de registro que adopta Perry en cada canción. 

En "Death will be my bride" y "Sloth", por ejemplo, su voz no abandona la portentosidad pero adopta aires lejanamente bluseros, entre slides y climas que parecen sacados de una improbable colaboración con Ry Cooder.

"The captive heart" agrega un liviano feeling jazzero, pero no podemos dejar pasar por alto el cover que Brendan hace aquí de "I must have been blind". En esos cinco minutos, parece paladear cada compás y cada fraseo de esta hermosa canción de Tim Buckley que ya una vez versionaron los This Mortal Coil.

En 2012 los Dead Can Dance volvieron con "Anastasis".

sábado, 13 de octubre de 2012

Reggae roots: Johnny Clarke




Gracias al amigo Matías conocimos a este "tapado" del reggae (al menos para nosotros) que es Johnny Clarke.

Rockers Time Is NowBrevemente, Johnny nació en un ghetto de Kingston (Jamaica) llamado Whitfield, en 1955. Sus primeros hits los grabó alrededor de 1973 y un año después se asoció con Bunny Lee y su banda The Aggrovetors. En 1975 y 1976 fue nombrado Artista del Año en Jamaica. Auténtico rasta, sus canciones siempre hablaron de sus creencias, su anti-violencia y la legalización de la marihuana.

Fue uno de los primeros artistas de la isla fichados para la subsidiaria de Virgin Records "Frontline" en 1976, donde grabó uno de sus tantos buenos discos, éste "Rockers time now" que pinchamos hoy. Un disco volador y muy inspirado, que te va a sorprender sobre todo por el sonido brillante y todo terreno.

Otro bueno para tener en cuenta: "Sweet conversation", de 1978. Pero hay que bucear en su frondosa discografía para seguir encontrando buen material.

Durante los 80 y 90 Jonnhy siguió grabando y en la actualidad sigue presentándose en vivo. ¡Buen fin de semana, amigos Ultravividos!

Como bonus, un par de temas:
 
 
 
 
 

viernes, 12 de octubre de 2012

Bonus DM: 3 videos de Depeche

 
De "Violator" (1990). Un video poético y alegórico para un tema perfecto. ¿El mensaje? Absolutamente actual: las palabras son innecesarias, solo pueden causar daño. Disfrutá el silencio.
 
 
 
De "Exciter" (2001). Autos, carretera, escenas de alienación. Motivos que se repiten en los videos de DM.
 
 
Otro de "Violator". Look sado-gay ambientado como un Spaghetti Western para otro temazo.

martes, 9 de octubre de 2012

Discos: Music for the masses (Depeche Mode, 1987)

Entre “Black celebration” (1986) y la gira que quedó registrada en el doble en vivo “101” (1989) los Depeche Mode se hicieron grandes. En todo sentido. En tamaño y en canciones.

Aunque todavía faltaba un pasito más para ser aceptados por el “palo rockero” (nunca está demás recordar que en los 80, la música de Martin Gore y compañía todavía era despreciada por “blandita” y “tecno”.  El crossover se daría recién entrada la década siguiente, a la altura de “Songs of faith and devotion”).

Lo cierto es que “Music for the masses” fue la bomba que detonó el éxito, además de ser uno de los tantos buenos discos que los Depeche redondearon a lo largo de su carrera (contemos: “Violator”, “Ultra”, el mencionado “Songs of faith...”, “Black celebration”, “Playing the angel”, “Sounds of the universe”). ¿Cuántos grupos tienen en su haber tantos buenos discos?.

Volviendo a “Music for the masses”, algo de premonitorio tenía ese título. El booklet venía acompañado de la consigna "Spreading the news around the world". ¿A qué noticias se referiría? Todo -desde la estética y el discurso- tenía un tufillo a comunicación masiva totalitaria. Arte para las masas.

Yendo a los temas, recién años después entendimos la oscuridad y el feeling de rock que transmitía, por ejemplo, “Never let me down”. Tremendo riff y esa cosa circular, hipnótica, que le da vueltas todo el tiempo, para describir un trip de drogas en compañía de un compañero de ruta. A continuación llega una de las perlitas del disco, “The things you said”. Climática, reptante, con algo de Kraftwerk. El grupo se toma todo el tiempo para dejar sonar la música y sus implicancias en cada compás. Un sonido ambiental, a continuación, le da paso a “Strangelove”. Los hits de DM siempre fueron, además, grandes temas. Y ésta no es la excepción. Pasa el tiempo y esta música sigue sonando.

Menos impactantes a nivel comercial pero igualmente buenos temas, aparecen  algunos mid tempos en clave Synth Pop: el ensamble de voces que mantiene en el aire “Sacred”, o “Nothing” son simplemente perfectos. Pop de alta factura y con un toque de oscuridad "darkie" que siempre fue parte el encanto de DM. Adorados por las radios y por Góticos y amantes del sonido Industrial por igual.  

“Behind the Wheel” es otro clásico tripero en la veta Kraftwerk, que mantiene la tensión siempre arriba. Separando los temas y dando aire aparecen unos intermezzos orquestados, corales, casi de cámara (“I want you now”, “Little 15”) todavía para ese público de chicas que se enganchaban con el costado "carilindo" de Dave Gahan y los suyos. 

Esos que ahora estaban listos para conquistar a las masas.

Depeche Mode 1987
Andrew Fletcher, Martin Gore, Alan Wilder, Dave Gahan.

Discografía cercana
Black celebration (1986) Music for the masses (1987) 101 (1989).

sábado, 6 de octubre de 2012

Videos: The Doors

Y ya que venimos hablando de eso, qué mejor que darnos una vuelta en un Mustang con Jimbo y los Doors por la soleada California...


Well, I just got into town about an hour ago
Took a look around, see which way the wind blow
Where the little girls in their Hollywood bungalows
Are you a lucky little lady in The City of Light
Or just another lost angel...City of Night

L.A. Woman, L.A. Woman
L.A. Woman Sunday afternoon
Drive thru your suburbs
Into your blues, into your blues

I see your hair is burnin'Hills are filled with fire
If they say I never loved you
You know they are a liar
Drivin' down your freeways
Midnite alleys roam Cops in cars, the topless bars
Never saw a woman...
So alone, so alone

Motel Money Murder Madness
Let's change the mood from glad to sadness

Mr. Mojo Risin', Mr. Mojo Risin'
Mr. Mojo Risin', Mr. Mojo Risin'
Got to keep on risin'
Mr. Mojo Risin', Mr. Mojo Risin'
Risin', risin'

jueves, 4 de octubre de 2012

Discos: Pacific ocean blue (Dennis Wilson, 1977)

Para los melómanos la historia es bastante conocida. Dennis Wilson era el carilindo de los Beach Boys. El único surfista de la banda. Y el más rockero de los hemanos Wilson. Había entrado al grupo por presión de la madre. Y rara vez lo dejaban cantar sus canciones. Era, además, un verdadero amigo de los excesos. En resumen, el Beach Boy maldito. 

En 1976 juntó a amigos y productores y -calladito, calladito- grabó su disco "Pacific ocean blue". Un lp mítico, que luego de editado pasó a los anales de las "joyas perdidas". En su momento fue muy bien criticado (hasta por el recluso Brian, su hemano). Y en comparación, proponía una aventura mucho más arriesgada que el aburguesamiento en el que andaban los restantes Wilson. Pero luego pasó al olvido por años. Sacando una efímera reedición de comienzos de los 90, el disco no vería la luz hasta su reedición de lujo en 2008.

¿Está "Pacific ocean blue" a la altura del mito? Acá el secreto no está tanto en el nivel compositivo de las canciones, sino en el feeling general del disco. Suena suelto, libre de ataduras de estilo. Va probando un poco con el Gospel, otro con la balada, más allá experimenta con cuerdas y coros... La otra clave está en ese Sonido. Majestuoso. Espectral y a la vez terrenal. Es difícil describir todo lo que pasa en este auténtico trip por la soleada California, contado desde la mañana después, la de la resaca, a través de los ojos de un verdadero salvaje como era Dennis.

Sin ir más lejos, el comienzo de "River song" es estremecedor, sobre todo cuando hace su entrada el Double Rock Baptist Choir. Gospel de playa. Puro Soul bañado por la espuma de las olas. A los dos minutos y pico, todo queda suspendido en un clímax orgásmico. Música en estado puro. Siguendo el desfile de estilos, "What´s wrong" suena a blues sucio y espontáneo y "Moonshine" trepa con ese tremendo sonido hasta las estrellas. Belleza. "Friday night" maneja climas casi morriconianos y "Dreamer" es un funk sucio, arrastrado.

Las letras de "Pacific ocean blue" -casi 100% autobiográficas, hablando de las relaciones tumultuosas de Dennis y de su vida de farra- por momentos tocan temas místicos y cósmicos. Y siempre conectan con la playa, con el mar y la naturaleza. En los momentos más confesionales ("Thoughts of you", "Time") esta música suena profunda y con fuego. Y como a lo largo de todo el disco, interprestada desde un estilo personal, único.

Hay más. "You and I" es una pequeña joyita, en plan Bossa californiana. El trabajo sobre el sonido aquí es, simplemente, enorme. Y sobre el final, "Rainbows" retoma el costado Gospel que nos dio la bienvenida, allá lejos y hace tiempo. Cuando empezó este viaje.

Bonus
Pese a todos los pronósticos, al disco le fue muy bien. Impulsado por la buena vibra, Wilson se metió a grabar otro disco ("Bambu") pero luego el proyecto fue abandonado. La reedición Deluxe de 2 cd de 2008 trae los demos que iban a ser parte de ése disco.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Discos: Multiply (Jamie Lidell, 2005)

Soul post-postmoderno

El joven batuta de circo Jamie Lidell nació en Cambridgeshire, Inglaterra, en 1973. Si bien ya había sacado un primer Ep y un álbum ("Muddin gear") en 2000, fue cinco años más tarde que se dio a conocer con "Multiply", el disco que lo puso -al menos por 15 minutos- en la palestra. En Argentina lo editó el sello Ultrapop.

¿Un nuevo Beck? Jamie tiene más Swing. Más Soul. Suena más fluido y menos cerebral. Escuchando sobre todo su registro vocal, pareciera que estamos ante un Stevie Wonder posmoderno. ¿Exagerado? Escuchen "When I come back around": ese groove ajustadísimo y maquinal parece sacado del período de oro de Stevie, el de "Innervisions" y "Talking book". Imposible no moverse con esto.

Lidell toca todo él: hace voces y se sacude como atacado por un golpe de electricidad sobre Beat Boxes y secuencias (mírenlo acá). "Music will not last" maneja un groove suelto, canchero. Igual que "What´s the use". Y "New me" levanta el BPM unos cuantos escalones más. En cambio, "Multiply" (el tema) es puro Soul 50´s, cantado -valga la redundancia- con fuego y alma. Irresistible.

Después de "Multiply" Jamie sacaría "Jim": un disco más ortodoxo, con buenos temas pero sin tanto vuelo. Y en 2010 el desinflado "Compass". Una pena que no haya mantenido este nivel. ¿Volverá?

lunes, 1 de octubre de 2012

Discos: Let love in (Nick Cave and the Bad Seeds, 1994)

Raro el caso del australiano Nick Cave. Nunca vamos a saber si lo suyo es talento o truculencia. Poesía o pose de poeta maldito. Fuego sagrado o pura pirotecnia. Pero algunos discos buenos -y sobre todo un estilo- nos dejó al mando de sus fieles Bad Seeds.
 
La primera mitad de los 90 fue especialmente fructífera para Nick, con buenos lps como "The good son" (1990) "Henry´s dream" (1992) y éste "Let love in", editado en 1994. La banda suena teatral aquí, filosa, con aristas y ataques dignos de la película más siniestra. Y con el Amor como tema central.
 
"Do you love me?" carga varias veces, de forma insistente, en contrapunto con un piano que suena de lo más inocente . Es la obra del amante paranoico e inseguro que pregunta una y otra vez "¿me amás como yo te amo a vos?". Le sigue una bella canción de amor ("Nobody´s baby now") que bien podría haber formado parte de "Murder ballads" o "The boatman´s call".
 
Las Malas Semillas sacan su lustre de banda siniestra de salón en dos temas ampulosos y climáticos: "Loverman" y "Red right hand". Esta última, una especie de paseo alucinatorio por los "bordes de la ciudad" donde deambula ese hombre de la mano roja.
 
En el centro del disco, como debe ser, tenemos "Let love in", el momento verdaderamente inspirado del set. Aquí, Cave aprovecha para ir desgranando ideas y preceptos sobre ese sentimiento que -como al filósofo alemán Schopenhauer- nos desvela: "desesperación y decepción, las hemanitas gemelas del amor, tocaron a mi puerta, las dejé entrar" escuchamos. La banda toca en tiempo de vals, en un clima de carroussel sentimental. "Así que si estás sentado sólo, y escuchas un golpe en la puerta, y el aire está lleno de promesas, bueno camarada, estás advertido" agrega el narrador sobre el final. Gran momento.
 
Los dos tempos altos ("Jangling jack", "Thirsty dog") muestran el costado "dientes apretados" de los Bad Seeds, que aquí se sueltan para rockear a puro ruido. El final del disco, en cambio, vuelve a ser climático y envolvente con "Ain´t gonna rain anymore", la balada Gospel del paria abandonado "Lay me low" y el final de telones rojos en plena madrugada con "Do you love me? pt.2".
 
Nick Cave and The Bad Seeds 1994
Nick Cave, Blixa Bargeld, Mick Harvey, Thomas Wydler, Martyn P. Casey.
 
Discografía cercana
Henry´s dream (1992) Let love in (1994) Murder ballads (1996).