sábado, 31 de julio de 2010

Soundtrack de hoy: Cyclone (Tangerine Dream, 1978)

Como todos los sábados, buscamos nuestro propio chill out después de una noche pasando música.

Alguna vez fue "Phaedra" (1974, el disco clásico de los alemanes Tangerine Dream) el elegido. Hoy sin embargo optamos por Cyclone, un álbum que- sin ser expertos en la discografía de los TD- podríamos ubicar en su período "de transición", comprendido entre 1978 y 1979 tras el alejamiento de Peter Baumann, miembro histórico del grupo.

Fechas aparte, Cyclone presenta algunas novedades que se suman al sonido clásico de los Tangerine. Por un lado la incorporación de voces (dos de los tres temas son cantados, en este caso por la nueva incorporación, Steve Jolliffe) y por otro la presencia de baterías de claro approach orgánico. Esto último acerca la música del grupo a ciertos aspectos progresivos que los fans duros no vieron con buenos ojos. Aunque a nuestro criterio, el trip cósmico sigue garantizado.

Y eso es lo notable de Tangerine Dream. Si nos paramos en la vereda de la gran música "ambient", podemos criticarle varias cosas: el ser demasiado "intevencionistas" (todavía produciendo música desde un paradigma de "instrumentistas", "ejecutantes") por ejemplo. O la búsqueda de un sonido distintivo antes que la aventura incierta, sin "sello del artista" propia del ambient. Pero a pesar de ello, los discos de los alemanes -en su gran mayoría- vuelan. Se dejan atravesar, casi indefectiblemente, de comienzo a fin.

Y Cyclone no es la excepción.

Bonus: cronología cercana
# Encore, 1977
# Cyclone, 1978
# Force majeure, 1979

Hidden track:
La tapa de Cyclone corresponde a una pintura realizada por Edgar Froese.

miércoles, 28 de julio de 2010

Clásicos: Rust never sleeps (Neil Young and Crazy Horse, 1979)

Está claro que los 70´s de Neil Young fueron soberbios. 

Repasemos -por si acaso- sus grandes discos de aquellos años: After the gold rush (70); Harvest (72); On the beach (74); Tonight´s the night (75); Zuma (también del 75) y Comes a time (78). El cierre de la década no podía estar por debajo de ese nivel.

Grabado en su mayor parte en vivo en el San Franciso Cow Palace, "Rust never sleeps" es otro álbum con estatura de clásico, no sólo en la discografía del canadienese, si no para el rock en general.

Dividido en dos partes, el primer tramo del set presenta canciones acústicas, comenzando por el clásico "My my, hey hey (out of the blue)". Aquella del riff inolvidable y la famosa frase/ epitafio que el malogrado Kurt Cobain usó en su nota de suicidio: "Es mejor quemarse que desvanecerse". Profética o no, lo cierto es que el público presente aquella noche en San Francisco se sintió tocado por otra de las frases de la canción, aquella de "Rock and roll is here to stay".

Pero si de canciones se trata, el talento de Young parece no acabarse nunca. ¿El gran songwriter americano después de Dylan? "Thrasher" es pura dulzura y "Ride my llama" es otra hermosa canción, llena de armonías y distintas partes, para contar un viaje de Peru a Texarkana. El clima pastoral se extiende con "Pocahontas", esta vez para narrar la historia de la hija mayor del Jefe Powhatan, de la confederación algonquina, en Canadá. En 1613 Pocahontas fue capturada por los colonos ingleses y mantenida en cautiverio durante un año. La letra recuerda: "They killed us in our tepee/ And they cut our women down/ They might have left some babies/ cryin´in the ground". Esa primera parte, mas reposada, cierra con la folkie "Sail away", grabada originalmente para las sesiones de "Comes a time"

La segunda mitad, electrificada, arranca de a poco con "Powderfinger", un clásico mid tempo a la Crazy Horse, lánguido pero a la vez con fuerza. La cosa empieza a caldearse con la poderosa "Welfare Mothers", ya con vúmetros en rojo y un Young sacado en su comentario irónico sobre los "beneficios" del Welfare State de primera mitad de los 70´s.

Con los cables todavía calientes, es el turno de "Sedan delivery", yendo y viniendo por ese tremendo riff y los cambios de ritmo magistrales a cargo de los Crazy Horse. El que no quiera subir el volumen a medida que Neil grita una y otra vez "Got to get away! Got to get away!"...es porque no tiene sangre en las venas. Para el final tenemos la versión "plugged" ("sucia y desprolija", en lenguaje Napolitano) de "Hey hey, my my (into the black)".

Bonus
* Sólo dos temas de "Rust never sleeps" no fueron grabados en vivo: la ya mencionada "Sail away" y "Pocahontas", que Young grabó en solitario en 1975.
* El título del álbum está sacado del aviso publicitario de una pintura protectora (Rust- Oleum).
* Independientemente de la película del mismo nombre, al año siguiente Neil Young publicaría "Live rust", un álbum en vivo que combina temas de "Rust..." y otros clásicos.

martes, 27 de julio de 2010

Discos: Movies (Holger Czukay, 1979)

El lugar común suele citar a "My life in the bush of ghosts", de Eno- Byrne, como el antecedente de la cultura sampler. Pero muchos se olvidan de este original experimento del bajista de CAN, Holger Czukay, grabado en 1979. 

Mezcla de zapadas de inspiración progresiva y samplers de televisión, radio y discursos varios, "Movies" sigue sorprendiendo como un disco de vocación universalista. Una "música del mundo" mucho antes que el marketing acuñara el término como nicho de mercado. 

Rodeado de sus compañeros de viaje ácido de CAN (Jaki Liebezeit, Irmin Schmidt y Michael Karoli) Movies es, por ende, un disco solista "a medias". A lo largo de este auténtico "viaje" encontramos de todo: pasajes risueños, al borde de la broma; climas de zapada, momentos sublimes que pronto se transforman en otra cosa. Como si la música fuera surgiendo y desvaneciéndose a cada paso. Independientemente de ello, Movies (al igual que la música de CAN y tantos otros grupos de postura vanguardista más o menos extrema) muestra su principal valor al funcionar como mojón, como frontera a la que el rock alguna vez fue capaz de llegar.

Al delirio funk- progresivo de "Cool in the pool" le sigue la primera de las dos extensas jams: "Oh Lord, Give Us More Money". Sin embargo, el corazón de "Movies" gira alrededor de la bellísima "Persian love", una pieza única de amor universal que vale por todo el viaje. Aquí se lucen especialmente los inventivos arabescos de guitarra de Michael Karoli, que en realidad salpican todo el álbum, otorgándole calidez.

Cierra el disco otro momento de alta experimentación: "Hollywood Symphony", con sus tramos casi "ambient", otros pasajes risueños y algunos de una belleza difícil de encasillar.

Discos: RPA & The United Nations of Sound (2010)

Hay nuevo disco de Richard Ashcroft. No es con The Verve. No es un disco solista, pero casi.

El proyecto se llama RPA & The United Nations of Sound y lo tiene al ex Verve aliado al productor de hip hop de Chicago No ID (Common, Jay- Z) y una serie de prestigiosos músicos de sesión.

Revisando un poco las reviews "especializadas" veo que - en general- lo destrozan. No necesariamente un mal síntoma, claro. Habrá que escuchar. Pero si se quieren ahorrar el trabajo, Ultravivido lo hace por ustedes y lo comenta ¡en tiempo real!

1) Are you ready. Un tema como para decir "nunca me fui del barrio" (los rumores previos decían que el disco venía "de hip hop"). Muy Verve, muy "más de lo mismo" con cuerdas al estilo "Bittersweet symphony". Como siempre, a los temas de Ashcroft le sobran dos minutos y medio, en este caso con un solo de guitarra sin imaginación, interminable. El tema no está del todo mal, sin embargo.
2) Born again. Otro para tranquilizar a la muchachada. Pasable, aunque tarda una eternidad en armarse.
3) America ("America, I´m looking for you everywhere"). Acá el disco empieza a mezclar los mismos trucos de siempre con maquillaje de hip hop. Algo pasa con esas guitarras, suenan del siglo pasado. Pero el tema no está mal.  
4) This thing called life. Intrascendente mid tempo e:mocionado en el que Richard se acuerda de toda su familia. ¡Empieza a entrar agua!
5) Beautitudes. No está mal, pero esas guitarras...
6) Good lovin´. Cuerdas, tempo lánguido. Tema horrible.

Final del primer tiempo. Con algunas tímidas innovaciones (casi desapercibidas en realidad) la canción sigue siendo la misma. La primera mitad aprueba con lo justo, zafando.  

7) How deep is your man. ZZ Top/ blues pasado por máquinas y un estribillo que se libera con la fórmula de siempre.
8) She brings me the music. Balada al piano, voz con cámara y...más cuerdas. Un tema que podría estar en cualquiera de los discos solistas anteriores. Una de esas que Ashcroft saca como chorizo.
9) Royal Highness. El (nuevo) afano de Richard, esta vez a los acordes de "Sweet Jane". Encima para hacer un tema malísimo. ¡Si vamos a afanar, que valga la pena! Lo peor del disco.
10) Glory. Ay. Me arrepiento de lo que dije al final de 9.
11) Life can be so beautiful. Otro poquito de arreglos hip hop, la vida puede ser hermosa, yeah (?).
12) Let my soul rest. Hasta acá ya era descenso directo, pero igual la escuchamos. Se le podría criticar todo a este tema (como arranca, el tono de predicador exaltado, esas máquinas vetustas) pero se me ocurre una sola pregunta: "Richard ¿hay que meterle cuerda a TODO?". Este también podría ser el peorcito del disco.

Final, pitó el árbitro y sin descuento ¡Menos mal!

Cierra el comentarista: no se justifican los rumores previos de que el disco venía rumbeado al hip hop. Salvo algunos maquillajes aquí y allá, algún tímido rapeo, la fórmula sigue siendo la misma. El problema con RPA & United Nations es su falta casi total de inspiración, sumada a una exaltación totalmente fuera de foco en la voz de Ashcroft. Musicalmente no tiene vuelo y abunda en momentos chatos y sobreproducidos.

Qué irregular es la carrera de R.A. Un gran disco con Verve. Un muy buen primer disco solista y después...apenas retazos.

sábado, 24 de julio de 2010

Soundtrack de hoy: Tracks and traces (Harmonia 76)

Los sábados, como siempre, buscamos nuestro propio chill out para bajar de una noche pasando música.

Con la tarde helada de hoy, reencontré en mi discoteca este Track and traces, nombre con el que Rykodisc denominó a las grabaciones (inéditas hasta 1997) que el grupo Harmonia realizó junto a Brian Eno en 1976.

Como dato, nomás, cabe consignar que Harmonia estaba integrado por Hans Roedelius y Dieter Moebius (de Cluster) y Michael Rother, guitarrista de NEU! Todos personajes que a mediados de los 70´s ya estaban pensando en "otro" rock.  

Grabado en los estudios del grupo en Forst, Alemania, "Track and traces" es un viaje intrépido a la materia misma de la música, en una época donde los conceptos de "electrónica" y "ambient" todavía significaban poco y esa ausencia de reglas indicaba, precisamente, el punto de partida. 

Por eso, la música de Harmonia va "encontrando" lugares, sin buscarlos. Allí nomás, apenas comenzado el disco, llega esa maravilla contemplativa/ derivativa que es "By the riverside": 9 minutos, 31 segundos de exploraciones, dejando que la música simplemente suceda. "Luneburg heath" (el único tema cantado del álbum) repta con su clima siniestro y "Sometimes in autumn"es el corazón y el pozo donde se absorbe todo el viaje. 

A cada paso, desviaciones. Y la sensación de que la música se va creando a medida que, como oyentes, estamos ahí. Entre largos momentos de oscuridad, "Almost" trae la luz de una música única.

jueves, 22 de julio de 2010

Soul basics: Live at Montreux (Marlena Shaw, 1973)

Nuestra chica de hoy, Marlena Shaw, nació en New Rochelle (New York) en 1942.

Con apenas diez abriles ya había pisado el escenario del Apollo Theather y después de estudiar (y abandonar) música en la State University de New York se casó y tuvo sus niños, pero nunca abandonó la vocación de cantante.

Sin embargo su carrera recién despegó en 1966, tras un show en el Playboy Club de Chicago. Luego del concierto, Marlena se contactó con gente del sello Chess Records, con los que grabó sus dos primeros álbumes. Los 70 la verían fichar nada menos que para Blue Note, donde grabó cuatro lps, entre ellos, éste que nos ocupa esta noche en Soul Basics.

Grabado en vivo en el prestigioso festival de jazz de Suiza, Live at Montreux capta el swing inconfundible de Marlena, su fuego sagrado en directo. Luego de las presentaciones de rigor, la banda arranca la jazzeada "The show has begun" para enseguida reconocer el clásico "scat" de Shaw, siempre a medio tono de la afinación "correcta". Canchera y con swing, como debe ser.

Sin respiro, la banda pega "The song is you", donde Marlena saca chapa de crooner de salón. Luego de una intro suave, el grupo trepa al crescendo de "You are the sunshine of my life", de Stevie Wonder (que esa misma noche debería estar en algún estudio grabando sin parar desde hace...26 horas).

¿Un poco de humor? Claro, Marlena también se anima. Como en la intro de "Twisted", donde compases más tarde sacará todo su background de Ella Fitzgerald. Hacia el final del set, un homenaje cercano al Marvin Gaye de "What´s going on", con una sentida versión de "Save the children". Y como frutilla de esta Selva Negra, tenemos esa performance pren-di-da-fue-go (literalmente) de "Woman of the ghetto".

Sí, ésa que sampleó Monsieur Ludovique Navarre para su St. Germain.

Discos: So divided (… And You Will Know Us By The Trail Of Dead, 2006)

Por Copetin

And You Will Know Us By The Trail Of Dead es el típico grupo que surge muy esporádicamente pronunciándose en contra de las fórmulas establecidas y dejan tambaleando cualquier posibilidad de etiquetarlos. 

Claro, estoy hablando de rock y aquí hay distintos elementos que captan tu atención una y otra vez: Indie, Post-Hardcore, Alternativo, Noise… ¿Creen que ya lo escucharon anteriormente? Los desafío a viajar a través de “So Divided”.

Los orígenes del grupo se remontan a 1993 en la ciudad de Texas, donde el cantante Conrad Kelly y el baterista Jason Reece delinearon los márgenes de una carrera harto prolífica. Tras la edición de un par de larga duración ficharon con el sello Interscope, debutando con “Source Tags & Codes”, el cual obtuvo óptima recepción por parte de la prensa especializada. Su siguiente apuesta, “Worlds Appart”, no debía fallar… pero falló. Las ventas no fueron las esperadas y el grupo (ya devenido en sexteto) entró en crisis. Eso sí: sus caóticos shows en vivo le procuraron cierta repercusión internacional.

Para arrastrar su depresión, se decidieron a grabar un EP, pero el material fluyó tan naturalmente que se transformó en “So Divided”. Un álbum donde se entrelazan la grandilocuencia de Pink Floyd, el costado más épico de U2 y la ferocidad de los Jane’s Addiction sumada a la ambición de, digamos, Ennio Morricone. De esta manera, el grupo obtuvo obteniendo picos de creatividad pocas veces oído con anterioridad y posterioridad.  

“So Divided” es un desafío al más exigente de los oyentes: tras la primera oída surgen muchos interrogantes, que pasan a diluirse en la segunda audición, para transformarse en completa devoción en el tercer intento. Intenten, las canciones están ahí. “Wasted State of Mind” debió haber sido un himno generacional (me la imagino coreada por una multitud en un estadio); “Eight Days of Hell” es tan irresistible que resulta inútil eludir sus tentaciones y el cover de Guided By Voices, “Gold Heart Mountain Top Queen Directory”, parecería haber pasado por el matiz de Rufus Wainwright.

“So Divided”. Un disco centrado y craneado, donde la experimentación no es una mala palabra.

miércoles, 21 de julio de 2010

Reviews: novedades julio 2010 (II)

Más comments rápidos sobre discos nuevos que escuchamos

Fang Island, Fang Island (Sargent House, 2010)
En el disco debut de estos chicos de Rhode Island yo escucho la influencia vocal- pastoral de unos Fleet Foxes/ Hidden Cameras más una inexplicable vocación progresiva cuyo resultado es una música intrincada pero entusiasta. La banda abrió varios shows para los Flaming Lips a lo largo de este 2010. (4/10)

Caribou, Swim (Merge Records, 2010)
Atrás quedaron las sinuosidades inclasificables (y excitantes) de Manitoba, o incluso del primer Caribou (ambos, proyectos del canadiense Daniel Snaith). Luego del éxito de crítica cosechado por "Andorra" (07) llega este "Swim". En palabras de su creador, "música dance que suena como si estuviera hecha de agua". Nada mal, después de todo. Hace meses que lo tengo en el Incoming y siempre vuelvo a picarlo con interés. A falta de otras palabras, lo decimos así: "Disco adictivo". (6.5/10)

Wild Nothing, Gemini (Captured Tracks, 2010)
Pero qué lindo que es "Live in dreams", primer tema de este disco. Algo así como la estela detrás de los Radio Dept, pero todavía más flotantes. ¿Y "Summer holiday"? ¿Acaso ya tenemos secuela de los Pains of Being Pure at Heart? Vaya si es extraño el mundo hiperinformatizado: no terminamos de digerir algo que ya vienen las "segundas partes" atrás. Todo es más extraño aún cuando nos enteramos que detrás de Wild Nothing hay un chico en sus tempranos 20 que se llama Jack Tatum, haciendo ejercicio de nostalgia de My Bloody Valentine y Cocteau Twins. (5.5./10) (sería 6.5 si no le despertara tantas sospechas a nuestro cinismo de vieja escuela)

Monster Movie, Everyone is a ghost (Graveface, 2010)
Monster Movie es uno de los desprendimientos (junto con Mojave 3) de los shoegazers Slowdive. Este es su cuarto disco: un agradable y pequeño viaje de ligeros aires dream pop y algunos toques sutiles del noise de aquellos 90´s. Tristón y llevadero (6/10).

Discos: Non stop erotic cabaret (Soft Cell, 1981)

Grabado en plena eclosión de New York como meca gay y alimentado por el consumo de la nueva droga del momento (el MDMA, alias temprano del Ecstasy) Non- stop erotic cabaret refleja como ningún otro disco la excitación de aquel momento único: 1981.

El proceso de grabación de este primer álbum de Soft Cell también tuvo algo de salvaje. Cuenta la leyenda que Marc Almond y David Ball se las arreglaron con el instrumental que tenían a mano: un grabador Revox, un synclavier NED perteneciente al productor Mike Thorne y una Roland drum machine, también prestada. Lo que se dice, un modo punk de abordar y ejectuar la música.

Teniendo en cuenta esto, no es de extrañar que Non- stop erotic cabaret siga sonando- a 29 años de su aparición- urgente, vital, inquieto e irreverente. Uno de esos discos que crea sus propias reglas, sin traumas ni limitaciones.

Los gritos de Almond le dan la urgencia necesaria a "Frustration", un pop alocado que describe en apenas 3 minutos (mucho menos de lo que le llevó a Roger Waters en el solemne "Dark side of the moon") la frustración de un hombre común que siente que su vida es una mierda.

Sin respiro (todo el flow del disco está armado a partir del pegado de una canción atrás de la otra) llega el tema por el que el mundo entero conocería a los Soft Cell: el cover de "Tainted love", original de Gloria Jones que aquí no es sino otra pieza dentro de un engranaje complejo de canciones maravillosas. "Seedy films" baja el tempo para describir a los adoradores de pantallas prohibidas y el clima synth pop ominoso de "Youth" funciona como mantra para olvidar el pasado y constuir una nueva personalidad.

El disco vuelve a subir con "Sex Dwarf", una canción que hace ¡29 años! levantó polvareda en Inglaterra con su letra sobre sadomasoquismo (ruiditos de látigos incluidos). Ustedes, pequeños transgresores de pacotilla ¡no inventaron nada!

A esta altura el disco (que tiene el vértigo de un viaje en taxi en plena madrugada) ya es una locura divina: un cabaret extasiado que, en serio, no se detiene. Para el final, "Bedsitter" es el soundtrack para "la mañana después" y "Say hello wave goodbye" la sentida canción de amor que canta el despechado al final de la noche, desde la puerta del Pink Flamingo.

La despedida no podía ser mejor ni más hermosa, después de esta noche bizarra en compañía de los Soft Cell.

martes, 20 de julio de 2010

Nick Lowe x 2: Jesus of cool (1978) Labour of lust (1979)

Género: los dos primeros en solitario de Nick

Recién en los últimos años Nick Lowe está siendo revalorizado como su estatura de songwriter merece. Lleva 40 años en la carretera y su talento pop ha dado muestras de sobra de su longevidad.

Luego de su paso por Brinsley Schwarz, banda pionera del pub rock inglés, Nick se lanzó como solista con dos primeros álbumes de gran nivel. Producido por él mismo y lanzado en marzo de 1978, "Jesus of cool" es un muestrario del versátil talento del músico y productor oriundo de Surrey. De hecho, la intención del disco era mostrarlo en distintas facetas, tanto musical como visualmente (la tapa muestra a nuestro héroe con tantas estéticas como estilos recorren sus canciones).

"Music for money" tiene un riff agresivo para denunciar (como a lo largo de varios temas del álbum) las inequidades e injusticias de la industria discográfica. Luego tenemos la amable cadencia de "I Love the Sound of Breaking Glass": dos humores bien distintos a los que se suma la fina ironía de "Little Hitler" y la energía pletórica de coros pop del hit "So It goes". Hasta hay lugar para coquteos con el reggae en "No reason".

Según contó el propio Nick, para esta época el vivía en el estudio, produciendo discos para el sello Stiff. "Cada vez que se me ocurría una idea, la grababa con cualquiera que estuviera de paso por ahí" recordó. hace poco con motivo de la reedición de "Jesus of cool". Como dato para melómanos, el disco se editó en como "Pure pop for now people" en Estados Unidos.

A caballito del hit "Cruel to be kind", el segundo lp de Nick Lowe, "Labour of lust", también fue producido por el mismo para el sello Stiff. Se editó en junio de 1979.

Este segundo lp es bastante más homogéneo y muestra un gran nivel. "Crackin up" es un psycho rock bien 60´s para hablar del "no va más" en materia de excesos ("no pills that I can take/ this is too real and there ain't no escape"). En la misma vena rockera tenemos la inspiración country de "Born fighter", "Without love" (versionada por Eddie Spaghetti de los Supersuckers) y "Switchboard Susan", mientras que la habitual dulzura pop de Lowe dice presente en "Skin deep"

Hay que rescatar aquí el apoyo de una gran banda, versátil y rockera, integrada por Dave Edmunds y Billy Bremmer en guitarras y coros y Terry Williams en batería, además del propio Lowe en bajo.

Canciones simples e irresistibles tocadas de manera básica y urgente: la fórmula que influiría a la naciente New Wave. Esa que Nick Lowe ya había anticipado unos cuantos años antes.

Nick Lowe- discografía cercana
Jesus of cool (1978)- Labour of lust (1979)- Nick the knife (1982).

lunes, 19 de julio de 2010

Discos: Yes, I´m a witch (Yoko Ono, 2007)

"Si, soy una bruja ¡Y mi influjo pesará sobre todos ustedes!"

En 2007 Yoko Ono convocó a una serie de artistas de esos que siempre la mimaron y citaron entre sus influencias para invitarlos a remixar canciones de su catálogo.

El resultado fue (paradójicamente, tratándose de temas compuestos hace más de tres décadas) uno de los discos pop más excitantes de los últimos años.

Porque "Yes, I´m a witch" funciona al menos en dos niveles: como reconocimiento de influencias (que a muchos sorprenderán) y como venganza Zen de la madrina intelectual de todo aquello que se precie de "alternativo" (¿o a alguien le queda alguna duda que desde su incómodo destino, Yoko representa lo alternativo por excelencia?).

Una serie de artistas, entonces, no hacen sino reconocerse en una herencia, un linaje. El resto es homenajear a la Madre-Bruja, rearmando aquellas canciones dejadas de lado por la "historia oficial del rock". Sacándolas de contexto, reagrupándolas, estos remixes no hacen sino dejar en evidencia el valor que esa música siempre tuvo. 

Hank Shocklee le da el tono siniestro que sobrevolvará todo el disco a "Witch Shocktronica (intro)" y Peaches le pone una inistencia macabra a "Kiss kiss kiss", originalmente aparecida en "Double fantasy". El primer highlight llega, sin embargo, con la potente reversión que Blow Up hace de ese temazo que es "Everyman everywoman". Todo el disco vale por esta relectura, con la voz de Yoko sobrevolando esa base tremenda. 

Los Porcupine Tree dejan la voz desnuda de Ono con una guitarra apenas para la escalofriante "Death of Samantha". Esa que dice "People say i'm cool/ When i'm with people, I thank god/ I can talk hip when i'm crying inside". También, todo el disco podría valer por ese momento. O por el respeto casi religioso con los que Apple in Stereo se limita a dejar correr la belleza gélida de "Nobody sees me like you do", original de 1981 (Lp "Season of glass"). 

Una auténtica ahijada de Yoko, la niña torturada Cat Power reduce a piano y voz "Revelations" y hasta se anima a colar su  frágil registro como eco fantasmal del original. Y siguen las firmas: los Polyphonic Spree le dan vuelo a ese jazz lisérgico que es "You and I" haciéndolo despegar por el aire, mientras que Jason Pierce, de Spiritualized (¡oh, que reconfortante es reconocer los linajes!) llena de feedback y ruido blanco "Walking on thin ice".

Y una última gema: Antony, de Antony and the Johnsons hace flotar en eco y espacio esa hermosura que es "Toyboat". Y con Yoko cantándonos "Im waiting for a boat to help me out of here" nos vamos con ella, para no volver.

Reviews: novedades julio 2010


Escuchamos algunos discos nuevos: una buena forma de pasar estos días helados en Buenos Aires. Ahí van algunos comments rápidos.

Kele, The boxer (Wichita, 2010)
Como muchos ya sabrán, el disco solista del cantante de Bloc Party, Kele Okereke, viene de electrónica. Pero en Ultravivido todavía no sabemos si está bueno o no, más allá de que ya lo picamos varias veces y - al menos hasta la mitad- se deja escuchar bastante bien. (5/10)

The Depreciation Guild, Spirit Youth (Kanine Records, 2010)
Para los amantes del dream pop más etéreo llega este "Spirit Youth", firmado por The Depreciation Guild, proyecto paralelo del baterista de The Pains of Being Pure at Heart (uno de nuestros favoritos de 2009). Al rescate de la herencia 4AD, lo que tenemos aquí son guitarras flotantes, voces susurradas y arranques de un pop atmosférico. "Crucify you" puede alegrar una de estas mañanas tan pero tan grises. Contraindicaciones: leve empalagamiento (5.5/10)

Wavves,  King of the beach (Fat Possum, 2010)
El tercer disco de los californianos Wavves mete en la batidora algo de noise, algo de punk y ataques de surf music. Para Pitchfork, "8.4/10". Si le preguntan a Ultravivido, dirá "inescuchable". 

Teenage Fanclub, Shadows (Merge Records, 2010)
A ver si unos veteranos nos salvan. El disco arranca muy lindo con "Sometimes I don´t need to believe in anything" y su arreglo de cuerdas y reversas. Y en "Baby lee" nos damos cuenta que (por suerte) la canción sigue siendo la misma. El disco parece estar bien, en general. (6/10)

Emeralds, Does it look lime I´m here (Editions Mego, 2010)
Para los que gustan - cada tanto- de engrosar las filas "ambient" de la discoteca, aquí está  este tercer disco de los Emeralds, un trío proveniente de Cleveland. Mixturando sonidos digitales con instrumentación orgánica y mucho background de la música de sintetizadores de los 70´s (Tangerine Dream y Klaus Schulze, por caso) "Does it look like..." provee un agradable trip para estos días helados. Música para mirar desde este lado de la ventana. (6.5/10)

Discos: Green (R.E.M, 1988)

Con "Document", editado en 1987, los R.E.M finalizaron su contrato con I. R.S Records. Para 1988 -y a fin de encontrar una adecuada distribución de su música fuera de los Estados Unidos- la banda de Athens, Georgia, decidió fichar para Warner Bros, para la que en 1988 editó "Green", su sexto álbum de estudio.

El otro disco "pivot" (junto al anterior "Document") hacia un sonido más grande y ambicioso para los de Michael Stipe.

Al parecer, en las sesiones de grabación los miembros de la banda fueron acercándose a los instrumentos de los demás compañeros y hasta intercalaron roles (tal es el caso de Peter Buck, que toca la batería en el hidden track final de "Green"). También aparecieron instrumentos y sonidos nuevos, como la posteriormente célebre mandolina de Buck, aquí apreciada en tracks como "You are the everything" o "Hairshirt".

Pero independientemente de estos datos de color, "Green" es una gema musical con sus propios méritos. Utilizando las reglas clásicas de la canción pop el disco muestra -sin embargo- a un grupo delimitando los bordes de su propio universo, jugando simplemente a hacer música.

"Pop song 89" es simplemente irresistible, y funciona como manifiesto de lo que la banda de Michael Stipe entiende por cultura pop. ¡Cuánta concrentración melódica, cuánto talento para el manejo de las reglas del pop! La descarga inicial se completa con "Get up" y sus guitarras y coros. Dos tracks sólo comparables a la mejor herencia Beatles- XTC, por la hiperconcentración de armonías y arreglos.

"Stand" (uno de los singles que cortó "Green", el otro fue "Orange crush") levanta al punto que años más tarde retomaría "Shinny Happy People", subiendo de tonos al final, rozando rascacielos armónicos.

Pero fieles a su costado más meditabundo y tristón (las letras de Stipe fluctuan siempre en la duda, los vaivenes emocionales) los R.E.M nos entregan - intercalados entre tanta energía- canciones más reposadas como "World leader pretend" o "The wrong child".

Disco de orfebrería y detallismo, "Green" posee las cualidades de atemporalidad de la mejor música pop. Luego de años de hacer los deberes como banda de culto y para pocos, los REM ya estaban listos para dar el gran salto.

R.E.M- discografía cercana
Document (1987)- Green (1988)- Out of time (1991).

viernes, 16 de julio de 2010

Discos: Chaos A.D (Sepultura, 1993)

Por Copetín

A comienzos de los noventas el Metal dormía una larga siesta, de la cual le costaba horrores despertar. Claro, había excepciones (con Pantera y Metallica a la cabeza) pero ningún grupo hacía peligrar el podio. Todo ello hasta que los brasileños Sepultura editaron su quinto disco de estudio, “Chaos A.D.”.

Formados en Belo Horizonte por los hermanos Cavalera (Max en guitarra y voz e Igor en batería) en sus comienzos el grupo practicaba un Death/ Thrash bastante ortodoxo que alcanzó su punto máximo en “Beneath the Remains” (1989). Ya para “Arise” (1991) su nombre era uno de los más respetados dentro del underground metálico, pero poco hacía prever el estallido y la perfección obtenida tan sólo dos años más tarde.

Y es que “Chaos A.D.” muestra a una banda madura por donde se la mire, que no tuvo miedo en experimentar dentro de un género poco propenso a la incorporación de influencias foráneas. El Thrash "técnico" le deja lugar a los riffs concisos y directos, barnizados con toques industriales y reminiscencias del Hardcore/Punk seminal, dándole espacio a la frutilla del postre: la inclusión de instrumentos percusivos propios de su país de origen.

Lejos de espantarse, los metaleros (a nivel global) se vieron seducidos por esta nueva propuesta. Y no era para menos: el disco contaba con una excelente y meticulosa producción (mérito del gurú Andy Wallace, encargado de la consola en artistas tan disímiles como Slayer y Jeff Buckley) y unas letras que relataban toda la frustración por haber nacido en el Tercer Mundo y las consecuencias derivadas de ello.

Por otro lado, el álbum contó con colaboraciones de gente respetada en el ambiente (Evan Seinfield de Biohazard y Jello Biafra de Dead Kennedys) y un detalle no menor: el completo y total respaldo de su sello discográfico (Roadrunner) traducido en videos de los temas más destacados e inclusión en cuanto festival europeo se estuviera desarrollando.

Desde la inicial “Refuse/Resist” (el tema ideal para musicalizar cualquier levantamiento de las clases) hasta la final “Clenched Fist”, los Seps nos pasean por su fórmula -tan especial como única- en un universo donde las falencias (por caso, la pronunciación del inglés de Max) son cubiertas por envidiables virtudes (las GANAS que desbordan las canciones).

“Chaos A.D.”: el disco indicado en el momento correcto. Sólo el comienzo de una seguidilla de sucesos logrado por los brasileños, que verían su culminación en “Roots” (1996).

jueves, 15 de julio de 2010

Discos: The secret migration (Mercury Rev, 2005)

Podríamos hablar de tres momentos en la carrera de los Mercury Rev

Una etapa inicial con "Boces" (1993) y "See you on the other side" (1995) como discos de búsqueda y riesgo. Un segundo momento de fertilidad y "madurez" comprendida por "Deserter´s songs" (98) y "All is dream" (01). Y por último, un período tardío de declinación, comenzando por "The secret migration" (05) y acentuado con el decepcionante "Snowflake midnight" (08). 

Pero volviendo a 2005, ahí está "The secret migration". Un disco por el que -al menos en Ultravivido- vamos a dar la discusión. Para nosotros, la bisagra, el comienzo de esa declinación, pero todavía con cosas rescatables. 

Y lo que empieza a "oler mal" aquí es ante todo ese tufillo "New Age" en la construcción de los ambientes (cosa que terminaría desbarrancando del todo en "Snowflake...", plagado de sonidos preseteados) sumado a esas insoportables letras místicas. La banda también pareció "profesionalizarse" (para mal):  en varios pasajes suenan a "músico de sesión", a "perfecció formal" en la forma de tocar.  

Pero aún así y con todas estas críticas, hay algo en estas canciones que atrapa. Algo vinculado a su abrasividad y circularidad. A su poder para envolvernos y generar un ambiente todavía sugestivo, en una banda que supo hacer eso casi mejor que nadie en los 90, reinventando la psicodelia en su mejor acepción.

El comienzo es brutal y bello con "Secret for a song", tal vez el mejor tema al disco y dueña de un estribillo memorable para cantar durante todo un día. "Diamonds" trae reminscencias melódicas de aquella cumbre que fue "Deserter´s songs".

"Black forest (Lorelei)" es otro punto alto. Un tema intrincado, cambiante, que ya empieza a mostrar esa tensión entre espontaneidad/ profesionalismo de la que hablábamos más arriba y que amenaza todo el disco. El punto álgido del set, sin embargo, llega con la bellísima "Vermillion", otra melodía de esas que se pegan y ya no se olvidan.

A partir de allí, "The secret migration" empieza a caerse sobre su propio peso. "In a funny way" y "The climbing rose" son eso que nunca hubiéramos esperado de los Rev: una banda haciendo su propio  "ejercicio de estilo". "My love", por su parte, es melosa y aburrida, plagada de soniditos preseteados para darle "vuelo".

En esa segunda mitad -en general- la banda desbarranca, cayendo en la espiral de sus propios (nuevos) vicios sonoros, "en piloto automático" y sin lograr recuperarse. Tal vez con un setlist más corto (dos/ tres temas menos) la cosa hubiera funcionado. Aunque la historia posterior confirmaría los malos presagios.

Mercury Rev 2005
Jonathan Donahue/ Grasshopper/ Jeff Mercel/ Dave Fridmann / Carlos Anthony Molina

Los 40 de Glastonbury

Con su pluma inspirada y versátil de siempre, Alfredo Rosso cuenta como fue la edición 40 de Glastonbury. Ver post.

miércoles, 14 de julio de 2010

Discos: Gentlemen take polaroids (Japan, 1980)

Cuenta la leyenda que en algún momento de 1980, mientras los Japan grababan este "Gentlemen take polaroids" en los estudios AIR de Londres, unos novatísimos Duran Duran registraban sus primeros demos en el mismo estudio.

Lo cierto es que más allá de la evidente influencia de David Sylvian en Simon Le Bon y los suyos, los Japan nunca quisieron mezclarse con la generación New Romantic. Lo suyo venía de antes, más precisamente desde su formación en 1974.

"Gentlemen take polaroids" fue el cuarto álbum de la banda, y el primero fichado para Virgin Records. Su búsqueda continuó explorando el uso de sintetizadores e instrumentos orgánicos, aunque aquí la producción (a cargo de John Punter) logró redondear un sonido mucho más atmosférico, si se quiere.

Y es que el synth pop de Japan siempre se llevó bien con el manejo de climas, de silencios y espacios. De esquema impresionista, su música en apariencia quieta siempre tuvo movimiento (es más: funciona como buen soundtrack de viajes). Y con una clara atmósfera europeísta. 

Yendo al disco, luego de un comienzo bien rítmico (con la dupla "Gentlemen take polaroids" y "Swing") entramos en un momento climático, casi ambiental, con los instrumentales "Burning bridges" (chequear influencias del período berlinés de David Bowie) y "The experience of swiming", tema no incluido en la edición original en vinilo y que junto con "The width of a room" fueron editados como lados b de "Gentlemen take polaroids".

El disco retoma su pulso con "Methods of dance" y la versión de "Ain´t that peculiar", original de Smokey Robinson pasado a lenguaje synth pop.

El segundo momento de calma llega con la eriksatiana "Nightporter" y "The width of a room", compuesta por el guitarrista Rob Dean, quien se despediría del grupo luego de esta grabación. Cierra el lp otro tema en la veta más paisajística, "Taking islands in Africa", compuesto por un habitual colaborador del "clan Sylvian", Ryuichi Sakamoto.  

Bonus: tracklist de la edición original
Lado 1: "Gentlemen Take Polaroids", "Swing", "Burning Bridges", "My New Career". 
Lado 2:  "Methods of Dance",  "Ain't That Peculiar", "Nightporter", "Taking Islands in Africa".

martes, 13 de julio de 2010

Discos: Silk torpedo (The Pretty Things, 1974)


En los 70´s los Pretty Things dejaron atrás su origen como pioneros del rhythm and blues inglés de garage para reencarnarse en una elegante fusión de blues, soul, funk, elementos del rock sureño y todo lo que se les cruzara por delante. 

El resultado: "la mejor banda de rhythm and blues del mundo", según Van Morrison.

Corría 1974 y el grupo (ahora manejado por Peter Grant) entró a los estudios para grabar su primer álbum para el sello de los Zeppelin, Swamp Song. Salieron de ahí con los temas que integrarían "Silk torpedo", uno de los puntos altos de su discografía de los 70´s junto con "Freeway madness" (1972).

Los casi 7 minutos de "Dream/ Joey" son una apertura excelente para el álbum, entrando de a poco en ritmo hasta estallar en coros y armonías dignas del mejor Power Pop. Le sigue una cátedra de rock clásico de la mano de "Maybe you tried". ¡Qué bien esos shakers! ¡Qué bien llevado el tempo del tema y ensamblados los coros! El comienzo acústico de "Atlanta" calma un poco las aguas, armándose como una balada hecha y derecha con todos los condimentos en su lugar. 

"Come home Momma" es otro rock clásico encarado con alta dosis de salvajismo (no por nada David Gilmour alguna vez declaró que "al lado de los Pretty Things, los Stones son mansitos"). El grupo decora con sutilidades varias la balada "Is It Only Love" y a la altura de "Bridge of God" nos damos cuenta que lo que tenemos aquí es un resumen de los 70´s en materia de rock clásico, ni más ni menos. 

Para el cierre, la banda ensaya aires progresivos en "Singapore silk torpedo" y concluye a toda orquesta con la mitad balada- mitad rock "Belfast cowboys"

The Pretty Things 1974
Phil May, Skip Allen, Gordon Edwards, Jack Green, John Povey.

lunes, 12 de julio de 2010

Discos: XO (Elliott Smith, 1998)

Lo mejor de la discografía de Elliott Smith está en esa trilogía que comienza con "Either/ Or" (1997) y termina con la obra maestra "Figure 8" (2000). En el medio, y con sus propios méritos, Elliott entregó este "XO". Su primer álbum para una "major label", DreamWorks Records.

La canción, en todos los casos, es la misma. Un corazon frágil, refugiado en canciones mayormente acústicas, susurradas al oído del oyente sensible. Y esas voces multiplicadas (un truco habitual de Smith que nunca nos cansará) partiéndote el corazón, como en las subidas armónicas de "Waltz #2", el tercer tema de "XO"

Para "Baby Britain" (uno de los singles del álbum) nuestro héroe se apoya en su omnipresente influencia Beatle para la semblanza de una chica hundida en sus problemas de alcohol, mientras que "Sweet Adeline" recupera el costado más folkie (vía Nick Drake) de Elliott, nuevamente doblando su propia voz en un tema plagado de sutilezas y tristeza. 

Intimista, de fogón, "XO" continúa su camino levantando un poco el ritmo en "Independence day" y llega a otro oasis de tristeza en "Waltz #1": 3 minutos, 22 segundos sublimes, que flotan con su propia magia para intentar poner en música el resquemor de una separación ("now I never leave my zone, we're both alone/ I'm going home/ I wish I'd never seen your face").

"Amity" levanta un poco la tensión con sus guitarras y "Bottle up and explode!" incorpora unas elegantes cuerdas para acompañar ese mid tempo indeciso. Como en casi todas las canciones de Elliott, siempre encontramos algún tesoro, tanto armónicamente como en arreglos. Por eso, hacia el final del disco "Everybody Cares, Everybody Understands" sorprende con su resolución, mientras que "I didn´t understand" es más Beatle que nunca, para ocuparse una vez más de la miseria que queda tras las separaciones: "There's nothing here that you'll miss/ I can guarantee you this is a cloud of smoke/ Trying to occupy space".

Bonus
En su momento, Bong Load Custom Records editó "XO" en vinilo. Plain Records hizo lo mismo con una reedición del álbum de 2008.

Discos: Z (My Morning Jacket, 2005)

En 2005 los oriundos de Louisville, Kentucky My Morning Jacket alcanzaron la categoría de "obra maestra" con Z, su cuarto disco de estudio. Un álbum que lo reunió todo: buenas críticas y ventas y un valor musical incuestionable, a la vez que accesible. Un disco con un pie en las radios y otro en las discotecas de los auténticos melómanos. 

Y es que la fórmula musical de los Jackets da pelea en ambos frentes: por momentos llanamente pop, por otros con ribetes "Arty"... Pero más allá de etiquetas o estilos, lo cierto es que a lo largo de estos 45 minutos  hay varios pequeños tesoros.

De clima reptante, colándose de a poco en los parlantes, "Wordless Chorus" nos va seduciendo hasta estallar en los falsettos souleros de Jim James. Sin respiro llega "It Beats 4 U": misteriosa, mostrando la cercana influencia de los Radiohead. En su interior, formas musicales llenas de profundidad nos dicen que los My Morning Jacket no son cualquier cosa. Hay una sustancia, una búsqueda. La intro de "Gideon" es pura belleza, comandada por la voz de James, que le otorga una lejanía inalcanzable. Luego la banda se pone ruidosa y percusiva, logrando el clímax de la canción y cerrando una tríada inicial brillante.

¿Qué son los Morning Jacket? ¿Una cruza de Radiohead y Pink Floyd? Sin embargo una pizca de sentido del humor y del absurdo los aleja de la seriedad "arty", poniéndolos en otro lado, inclasificable.

Para despistarnos aún más llega "What a Wonderful Man", un tema más cercano al desparpajo de los viejos Flaming Lips y un tanto fuera de registro en el set. Enseguida el rumbo se recompone con "Off the record", una perla pop de alta factura, que es todo a la vez: groove, armonías, resolución pop. Hay que escuchar muy bien como la banda retoma el riff inicial para caer en esa especie de final colgado, experimental, en su veta más Floydeana. ¡Muy bien ahí!

El vals pastoral "Into the Woods" extiende el homenaje a los maestros históricos del cuelgue y el disco vuelve a levantar hacia terrenos pop con "Anytime". Pero como si "Z" se decidiera por su costado más climático, los dos últimos temas ("Knot Comes Loose" y "Dondante") van cerrando lentamente la función, dejándonos con ganas de volver a empezar.

Bonus
En 2006 My Morning Jacket editó el disco doble en vivo "Okonokos". Y en 2008 volvieron a los estudios para el flojo "Evil urges". ¿Volverán a levantar la puntería?

sábado, 10 de julio de 2010

Soundtrack de hoy: Easy tiger (Ryan Adams, 2007)

Sábado en Buenos Aires.

Ya estuvimos leyendo en un bar. Y cuando cayó la tarde caminamos entra la gente y las calles de Barrio Norte antes de volver a casa.

Ahora en el equipo suena Easy tiger, de Ryan Adams. Un disco de alma tibia, corazón acústico y canciones que se las arreglan para hacerse un lugar antes de que llegue la noche fría. Búsquedas, pérdidas, calles con rostros y la sensación de no encontrar el hogar (como le sucede al que camina las calles de New York en "Off Broadway").

Cuando un disco encaja perfecto con el estado de ánimo, sólo resta dejarlo correr. Y darle otra vez play una vez que se despiden -como en este caso- "These girls"y "I taugh myself how to grow old".

Chequear también: Van Morrison, Moondance (1970) 

jueves, 8 de julio de 2010

Discos: Join the army (Suicidal Tendencies, 1987)

Los Suicidal Tendencies pasarán a la historia por el caracter seminal de su cruza entre punk y heavy/ trash metal a comienzos de los 80´s. 

Los puristas dirán: "demasiado técnicos para ser punks" pero nosotros no nos vamos a enganchar con esa línea. Lo que importa acá es el espíritu que transmite la música, y en ese sentido, los Suicidal siempre irradiaron una actitud punk, en la que subsumían cualquier virtuosismo.

Join the army fue el segundo lp de estos oriundos de Venice, Los Angeles, editado en junio de 1987. Su importancia fue decisiva en la carrera de la banda liderada por Mike Muir, ya que con él captaron la atención de Epic Records, quien los terminaría fichando en 1988. Los fundamentalistas, nuevamente, criticaron duro este segundo álbum por alejarse del espíritu punk inicial del disco debut ("Suicidal Tendencies", 1983). 

Pero lo cierto es que la música de la banda avanzó hacia un lugar interesante. "War inside my head" (clásico del grupo) funciona como resumen casi perfecto de la fórmula: intro clásica de Metal, base punk y actitud arrollladora, sobre todo en esos coros y la actitud desafiante (con ciertos resabios de Lemmy de Motörhead) en la voz de Muir. El perfil hardcore de los Tendencies aflora en "Born to be Cyco" y en "Suicidal maniac", la poderosa apetura del álbum, mientras que la explícita "Possesed to skate" (el único single extraído de "Join the army") es una oda a esa noble actividad: "He's a pilot on a modern flight/ See him flying through the air/ If he don't land then he don't care"

Y más desfile de energía. "You got, I want" presenta unas dinámicas irresistibles en el ataque del coro y el costado más Motörhead de los ST asoma en "The prisoner" y sus cambios de ritmos, de los que la banda siempre parece a punto de caerse. "Parece", claro, porque la energía siempre está en su poder, aún cuando se meten en arreglos intrincados.

Suicidal Tendencies 1987 
Mike Muir – Vocals
Rocky George – Guitar, Backing Vocals
Louiche Mayorga – Bass, Backing Vocals
R.J. Herrera – Drums

miércoles, 7 de julio de 2010

Discos: Traffic and weather (Fountains of Wayne, 2007)

¿Alguien dijo "power pop"? ¿Alguien insinuó "geek rock"? 

Para sacudir la modorra del día helado, nada mejor que las energizantes canciones de los Fountains of Wayne. Una banda en la mejor tradición Beatles- Big Star- Posies- Smithreens y todo lo que quieran meter dentro de las huestes de..sí, claro, el mejor Power Pop. 

Pacientes, orfebres de su propio sonido, estos americanos comandados compositivamente por la dupla Adam Schlesinger y Chris Collingwood han ido cociendo sus canciones a fuego lento, y cada tanto tenemos noticias de un nuevo álbum suyo. "Traffic and weather" (el último a la fecha) se editó en 2007. 

Sin más vueltas ¡vamos a la música! "Someone to love" es una gran apertura, tan puramente pop que el repeat es obligado. Qué puente. Qué estribillo. La apuesta se redobla con "´92 Subaru", una canción de amor a un viejo auto y compañero de andanzas que levanta las armonías y coros a la estratósfera. Aquí está todo lo que tiene que tener una canción para sacarnos de la apatía: ritmo, fuerza, melodía. 

Track 4: "Traffic and weather". Aquí los Fountains se guardan la resolución pop para alargar las estructuras y jugar con ese sonido brillante que obliga a subir el volumen todavía un poco más. Guitarras en su punto justo, una gran base de bajo y esos coros habituales, tan bien armonizados. A continuación llega la inspiración country/ reflexión de carretera de "Fire in the canyon", que nos recuerda a los Meat Puppets más acústicos. 

Es cierto que tal vez el tracklist del álbum sea un poco abultado (sobre todo teniendo en cuenta que la fórmula de los Wayne suele empalagar un poco) pero de todas formas "Revolving Dora" es otra gema pop de alta factura y "Michael and Heather At The Baggage Claim" nos hace reposar un poco entre tanta estimulación. Prestar atención a esa sutil armónica flotando entre los espacios del tema. Una belleza. 

Para esos días que necesitamos un empujoncito extra para arrancar, o simplemente para sentir la felicidad de un mundo pop perfecto, Ultravivido recomienda tener a mano siempre un disco de los Fountains of Wayne.