Mi amigo Fede me recomendó ver esta peli. Yo no tenía ni idea. Encima, el titulo en castellano no prometía mucho que digamos. Pero fui. Y me gustó.
Una peli rara. Trabaja sobre un inverosímil que choca con el drama y por momentos lo hace saltar en pedazos. Te interpela (¿esto es una joda? esto está pasando en serio?).
Sentido del humor para despertarte un poco. Un humor británico, en el fondo. Cáustico. Algo al estilo Guy Ritchie, tal vez, cruzado con esos diálogos pavotes con apariencia de perfecta lógica en si misma, marca Tarantino. Pero la peli logra escapar a esos lugares comunes del cine post Quentin. No tiene un soundtrack apabullante, por ejemplo. Apenas música clásica, de fondo, que contrarresta el absurdo y le da ese toque de belleza rara junto con una impresionante fotografía.
La belleza es la de la ciudad. ¡Vamos a Brujas! fue el comentario al otro día de verla, con los amigos. Porque en el medio de todo ese absurdo hay una ciudad bellísima. La muestra de todas las formas posibles: de día, de noche, con niebla, con sol, nevando.
"In Bruges" es como si estuvieras viendo una peli de acción que no es. O un drama que no es. Que nunca llega a ser. Pero te reís. Bah, yo me reí bastante en el cine. Nadie se reía.
Bien Collin Farrel. Una especie de simio-hooligan irlandés que odia la cosa medieval de Brujas y lo único que quiere es ir al pub. Lo que al principio parece una sobreactuación cargosa, termina haciendo sentido. "In Bruges" tiene algo de rockera, en el fondo. De no me importa. De dejarse llevar.
Algo para ver. No es poco.
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