miércoles, 20 de mayo de 2009

Fast food (II): mas comments rápidos

Doves- Kingdom of rust (Astralwalkers, 2009) ¿Qué saben hacer los Doves? Crear climas (hasta ahí). ¿Qué no saben hacer? Temas que te puedas acordar. El disco arranca muy bien (Jetstream) pero se va poniendo denso ya al tercer tema por culpa de la monótona voz de Jez Williams. Están bien los Doves, en algún punto, pero a veces (casi siempre) se ponen demasiado melodramáticos y aburren. (5/10)

Gomez- A new tide (Ato Records/ Red, 2009). ¿Se acuerdan de Gomez? Se hablaba de ellos como los “nuevos Beta Band” (se ve que ya en el 98-99 se sentía nostalgia de presentes que nunca fueron). Bueno, estos chicos de Southport siguieron grabando. Yo al menos, no les seguí el rastro. “A new tide” es un disco ideal para disquerías palermitanas: leve, tibiecito, un poco alternativo, pero no tanto. Lo más interesante pasa por la mitad del cd, cuando levantan un poco con “Airtsream driver” y “Natural reaction”. El resto transita por esa delgada línea entre arreglos “inteligentes”, el vuelo a medias y cierto aire de intrascendencia que lo sobrevuela todo, tan típicos del grupo. (6/10)

Grand Duchy- Petit Fours (Blackseal, 2009). Mi atención sobre Black Francis llegó hasta su primer (y gran) disco solista. Después, nunca más. ¿Me perdí algo? Grand Duchy es un proyecto paralelo de su abultada carrera solista, en este caso, bajo la forma de dúo junto a su esposa, Violet Clark. Una musiquita mínima, simpática. Arranca guitarrero pero enseguida se va a unos mid tempos de tecladitos. “Fort Wayne” es agradable, con su parte hablada en francés. “Seeing Stars” es para darle repeat. (6/10)

P.J. Harvey & John Parish- A woman a man walked by (Island, 2009). Lo que tiene el imaginario de drogas, ciudades de madrugada y telones rojos (heredero de la estética Bad Seeds) es que en algún momento satura. En otras palabras: parece muy difícil poder seguir sacándole jugo a eso (ahí está INTERPOL viendo que hacer de su vida). Todo vale, sin embargo, para escuchar cada tanto el espeluznante erotismo de la voz de Polly Jean Harvey. Este disco, de hecho, parece un estudio sobre las posibilidades de esa garganta alucinada. Todos los registros, todos. “A woman…” está bien, tiene mucho ambiente y entradas y salidas originales, aunque su densidad atmosférica amenaza con saturarlo, de tan "diabólico" y "perverso". (6/10)

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