jueves, 12 de noviembre de 2009

Cine: Inglorious basterds

Algo sobre Inglorious Basterds y el cine de Tarantino en general

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1.- Está más que claro que el cine de Tarantino fue y es de Forma sobre Sustancia. A nadie medianamente sensato le pueden interesar demasiado sus historias, ni las justificaciones morales y/o psicológicas de sus personajes. Tampoco sus "lecturas" del contexto o su crítica social.

Siempre pareció quedar claro que lo suyo es la versión pos-pos moderna de L´art pour l´art (en este caso, el cine por el cine mismo). Sucede que esta vez se metió con un tema un tanto más espinoso, de esos de "dominio público" y "patrimonio de la humanidad". Daría la impresión que cruzó una raya. Para algunos, claro.

2.- La experiencia de Hacer y Ver Cine

Para nuestra generación no hubo nada semejante a esperar un estreno de Q.T. Durante todos estos años hemos ido a las salas de cine con la excitación de un show de rock (o más aún). La construcción de esa sensación, de esa excitación vital por VER cine, es mérito pura y exclusivamente de Tarantino y lo que su cine provoca. Por eso, no puedo entender a los críticos "tibios" de sus películas. A los frígidos que ven su cine con una máquina de disección analítica.

El cine de T. -con sus altibajos, sus ups y sus fallidos incluidos- redondea una de las experiencias mas excitantes de esta primera parte del siglo.

3.- Nada nuevo: Tarantino es un director que no puede dejar de hablar ni de citar el cine que lo desvela. Ahora es el turno (como lo fue en su momento con el Blaxploitation, el film noir, el cine de artes marciales) de las películas bélicas de la Segunda Guerra Mundial. A veces, es cierto, satura un poco con ese submensaje tan suyo de mostrar "todo lo que se de cine"/ "todo lo que soy capaz de hacer en una película". Pero como sucedió con aquellos géneros, es altamente probable que T. genere una oleada de "secuelas", corrimientos y actualizaciones en las películas bélicas, una vez colocado su mojón.


4.-Fuck real life!
Luego de ver Inglorious...terminé pensando que en definitiva, en el cine de Tarantino jamás aparece algo parecido a "la vida real". No hay personas "comunes". No hay un relato "realista" que lo sustente de forma sostenida. Y si en algún momento lo hay (como en varios pasajes de esta Inglorious...) el propio Tarantino se encarga- apenas 20 segundos después- de volver a romper la identificación con ese "real". ¡No queremos lo real! parece decirnos. ¡Queremos CINE!

5- No es cierto que Inglorious basterds sea "más de lo mismo" en el cine de T. Parecen haber nuevos registros, nuevas búsquedas, como en la larga y magistral obertura de la película, en la que el caza judíos interpretado por Cristoph Waltz (EL actor de la película, claro) visita una granja donde hay judíos refugiados. En ese registro dramático, inmensamente rico en suspense y en tensión, hay un nuevo Q. T. Lo mismo con la desbordada escena de desenlace del film, a todo trapo mientras el fuego devora a los nazis en el cine parisino. Los larguísimos diálogos marca registrada de la casa, ahora parecen tener una función netamente dramática.

6- Los amantes del soul y el funk de Jackie Brown y Pulp Fiction deberemos esperar a que Q. se digne a volver a sus fuentes 70´s. En Inglorious.. todo está dominado por los climas de Morricone. En ese sentido, es la menos "rockera" (uf, que feo suena dicho así, pero no se me ocurre nada mejor) de todas sus películas.

7- Y para el final ¿Cuántas veces más nos vamos a ir del cine con la sensación de que todo es un gran capricho de Quentin? ¿Cuántas veces más vamos a irnos con la certeza de que TODO es una gran excusa para meter esa música, para filmar esas escenas que siempre lo desvelaron? De una forma u otra, sigue saliéndose con la suya, desde adentro mismo del corazón de Hollywood.

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