Muy cada tanto aparece uno de esos discos que muestran a un artista en estado de gracia. "Love", el segundo lp de los británicos The Cult, pertenece a esa estirpe.
Grabado en Surrey entre julio y agosto de 1985, "Love" es una auténtica obra maestra en todos los niveles. El álbum representó un salto cualtitativo notable para la banda de Bill Duffy y Ian Astbury, teniendo en cuenta la atmósfera algo indefinida aún de su lp debut, "Dreamtime".
Con "Love", los Cult subieron varios peldaños. Y es que a lo largo de estos diez temas todo encaja: la banda da todo de sí en un altísimo nivel. Tanto arreglos (inventivos, inteligentes, arriesgados) como composición, estética y hasta el orden (o "flow") de los temas a lo largo del disco están "en su punto justo". Pero por encima de su floritura y ornamentación, "Love" es esencialmente un disco de rock. Es filoso, agresivo. Va al frente y patea traseros aunque de una forma sofisticada. Es crudo y psicodélico y hasta muestra, por momentos, algunos toques Soul.
Con "Love", los Cult subieron varios peldaños. Y es que a lo largo de estos diez temas todo encaja: la banda da todo de sí en un altísimo nivel. Tanto arreglos (inventivos, inteligentes, arriesgados) como composición, estética y hasta el orden (o "flow") de los temas a lo largo del disco están "en su punto justo". Pero por encima de su floritura y ornamentación, "Love" es esencialmente un disco de rock. Es filoso, agresivo. Va al frente y patea traseros aunque de una forma sofisticada. Es crudo y psicodélico y hasta muestra, por momentos, algunos toques Soul.
La primera descarga llega con "Nirvana", un tema que sienta las bases de lo que escucharemos en los próximos 51 minutos. En la segunda mitad, los arreglos le dan amplitud y vuelo al tema, antes de retomar el estribillo final, con una letra que asimila el estado de plenitud propio de la filosofía oriental con el éxtasis de la música.
"Big neon glitter" es un mid tempo marchoso trabajado hasta el detalle. Aquí hay cargas y descargas, paradas de la banda, retomes: todo lo que un buen grupo de rock puede hacer. Tal vez el epicentro del set sea el tema que da nombre al álbum: "Love" es otro mid tempo enrevesado, complejo, lleno de picos, de subidas y momentos llevados con pulso y groove. Muchos solos sucesivos de un Bill Duffy tremendo. A esta altura, el disco está en plena combustión.
"Big neon glitter" es un mid tempo marchoso trabajado hasta el detalle. Aquí hay cargas y descargas, paradas de la banda, retomes: todo lo que un buen grupo de rock puede hacer. Tal vez el epicentro del set sea el tema que da nombre al álbum: "Love" es otro mid tempo enrevesado, complejo, lleno de picos, de subidas y momentos llevados con pulso y groove. Muchos solos sucesivos de un Bill Duffy tremendo. A esta altura, el disco está en plena combustión.
El primer reposo llega con la climática "Brother wolf, sister moon", de ambiente siniestro, que muestra el costado más "místico" de la banda. El lado A en la edición vinilo (como debe ser escuchado "Love", por cierto) cierra con un resumen perfecto de todo lo mostrado hasta ahí: "Rain" va al grano, sin tanta vuelta. Una lección de cómo tener potencia sin explotar del todo.
La segunda mitad abre con "The phoenix", tema de altísima combustión y climax psicodélico, con varios elementos destacados: la endemoniada voz de Astbury (probablemente uno de los cuatro o cinco grandes cantantes de rock and roll de todos los tiempos); el groove de bajo/ batería (con el enorme trabajo, como a lo largo de todo el álbum, de Mark Brzezicki) y las capas y capas de wah wah que llevan al tema hasta el paroxismo eléctrico. Magistral.
Para volver a retomar el pulso más "pop" del álbum llega "Hollow man", más cerrado y menos derivativo. El corazón de "Love", sin embargo, lo ocupa el clásico "Revolution". Su letra enigmática nos lleva a preguntarnos de qué clase de "revolución" habla la canción: "Joy or sorrow what does revolution mean/ To save today is like wishing in the wind/ All my beautiful friends have all gone away/ Like the waves they flow and ebb and die".
Para el común de los discos sería impensado presentar semejante set, pero a "Love" todavía le queda un gran momento con "She sells sanctuary", único tema donde la batería fue grabada por Nigel Preston, primer baterista del grupo. "Sanctuary" fue, además, uno de los singles que cortó Love. Para el final, vuelve el reposo con el vaivén místico de "Black angel".
Billy Duffy, Ian Astbury, Jamie Stewart, Mark Brzezicki.
Bonus 1
En 2009, los Cult giraron tocando entero el álbum en el "Love live tour".Bonus 2
En lo personal, "Love" fue uno de aquellos "discos de secundaria". Con los amigos de colegio pasábamos tardes enteras estudiando cada detalle del disco (y olvidando estudiar para nuestros exámenes, por supuesto). Por eso, este post está dedicado a los amigos de blazer y camisa celeste. You know who you are folks!
8 comentarios:
Fue disco de secundaria para mi también. Sublime.
Tal como decís, siempre consideré que era la mezcla justa de gótico, dark y rock clásico.
Nunca volvieron a pararse en ese lugar tan equilibrado, tan astutamente encontrado.
Era un disco que podía gustarle tanto a los que se paraban los pelos como a los heavys ¿no?.
"Rain" era mi favorita. Y para el final con "Black Angel" casi que me preparaba mentalmente para cantarla hasta el final, imaginando "the long men are waiting in the wings" (qué frase)y terminando con el: "it´s a long, loooong, longggg, goodbayyyy..."
gracias por el recuerdo.
Me hago cargo de la dedicatoria. Creo q en algunas letras de este disco Astbury ya presentia q iba a cantar en The Doors algun día. El sonido de este disco es especial, suena "lejos" como si viniera de un sótano. Haciendo juego con el arte de tapa.
Y respecto a "uno de los 5 mejores cantantes" yo subo la apuesta, esta dentro de los 3 mejores.
Abrazzo!
Nunca me gustó The Cult, pero puedo comentar un par de cosas:
- Este es -por lejos- su mejor disco.
- ¡Que tremanda canción que es "Phoenix"!
- Los Pillos, un grupo genial, le debe mucho de su sonido a canciones como "Rain".
A veces antes de irme al colegio, ponía "Black angel" y la cantaba hasta el final. Y sí, hay algo de Morrison en Astbury...claro. Bueno punto lo del gusto por The Cult (o por Love más precisamente) entre rockeros y pelos parados.
Una banda que es imposible que le caiga mal a un oyente de música que se precie de tal. Tal vez su disco más logrado, es cierto, pero los dos que le sucedieron también son gloriosos. Lamentablemente, nunca pudieron salir de ese bache.
Estupendo grupo, tuve la suerte de poder verlos interpretar este disco en directo el año pasado en Madrid y fue una experiencia inolvidable, uno de los mejores conciertos a los que he asistido. No me atrevería a decir que Astbury esté entre los 5 mejores cantantes, pero sí entre los 5 mejores fronmen, ¡que carisma tiene este tío!
Y sí, es un discazo de principio a fin con un atmósfera mágica, especial, pero yo soy de los que prefieren el hard rock básico y masculino del Electric.
Otro disco de Sanfra Records!!!!
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