Astor Piazzolla tenía algo con la medianoche, o con el momento inmediatamente posterior a ella. Uno de sus temas más conocidos fue "Buenos Aires hora cero". Y ya casi al final de su carrera parió esta maravilla de disco que es "Tango: hora cero". "Una hora de absoluto final y absoluto comienzo", en sus propias palabras.
La formación aquí es la del Quinteto Nuevo Tango. Una alineación química de alta gama entre Piazzolla, Fernando Suárez Paz (violín) Pablo Ziegler (piano) Horacio Malvicino padre (guitarra) y Héctor Console en bajo. Según lo describen los propios músicos en las liner notes de la edición de Nonsuch Records, "un grupo cosmopolita y reo, erudito y apasionado, elegante pero también muscular".
"Zero Hour" contiene siete temas, muchos de ellos reversiones y actualizaciones de piezas anteriores (algo típico de Piazzolla). El Quinteto suena versátil y plástico, ágil y con fuerza a la vez. Nunca machacante, pero sí con una firmeza envidiable. Parece que flotan, que corren, que se serenan. Que dentro de un mismo tema son capaces de lograr varios matices y estados de ánimo. Como si las estructuras (que las hay) no existieran. En ese sentido, hacen acordar al trío de Bill Evans de los "Paris Concert", con Evans, Marc Johnson y Joe La Barbera. Esos también tocaban como si no hubiera forma. Volando.
"Zero hour" fue grabado en New York, ciudad donde Astor pasó años decisivos de su infancia entre 1924 y 1936. Allí su padre le regaló su primer bandoneón y el pequeño dio sus primeros pasos con el fuelle, además de meterse en peleas callejeras con otros chicos y escuchar desde la vereda tocar a Cab Calloway, en Harlem. Entre otras cosas.
50 años después Piazzolla volvió a New York, ya con prestigio internacional (menos en Argentina) para grabar lo que él mismo consideró su obra maestra: "el mejor disco que he hecho en mi vida. Pusimos nuestras almas en él. Este es el disco que le puedo dar a mis nietos y decirles esto es lo que hicimos con nuestras vidas" contó alguna vez. Todo el set es de altísimo nivel, pero si hay algo para recordar acá, esas son "Milonga del ángel", "Concierto para quinteto" y "Contrabajísimo".
Bonus personal
No es difícil emocionarse cuando en una mega disquería Virgin de París -como me pasó hace añgunos años- uno se encuentra con una interminable batea dedicada pura y exclusivamente a Piazzolla. Una especie de orgullo porteño es inevitable. Porque esta música es y será la música de Buenos Aires. La que debería sonar en cualquier carta de presentación de la ciudad, desde el aeropuerto de Ezeiza hasta los taxis. Una música muy nuestra y muy actual y con todo el futuro todavía por delante.
Tengo varios discos de Astor, inclusive joyas en vinilo que me cedió mi viejo, como los del Noneto (1971-72) o el Concierto en el Carnegie Hall. Todas ellas grandes grabaciones. Pero "Zero Hour" es un descubrimiento tardío que valió la pena. Chequear la otra joya que grabó el Quinteto, "La camorra".
Bonus: tracklist de "Tango: zero hour"
1- Tanguedia III
2- Milonga del ángel
3- Concierto para Quinteto
4- Milonga loca
5- Michelangelo´70
6- Contrabajísimo
7- Mumuki.
2- Milonga del ángel
3- Concierto para Quinteto
4- Milonga loca
5- Michelangelo´70
6- Contrabajísimo
7- Mumuki.
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