martes, 30 de junio de 2009

Top Five: discos para mañanas de invierno

1.- Deserter´s songs, Mercury Rev (V2 Records, 1998)
Para mañanas. Y para tardes. Y para cuando oscurece y las luces de la ciudad se encienden. También una casa en el bosque. O un viaje en tren. Algo cálido y espiritual en las canciones, que siguen siempre adelante. Tantas veces nos hizo compañía, el mejor de Mercury R.

2.- Music for films, Eno (EG, 1978)
Más mañanas con sol. Rebotes de luz en una habitación. Volví a este, mi primer disco de Eno, después de mucho tiempo. Sigue siendo evocativo y cálido. Piezas cortas en sintetizador. La expresión de una distancia.

3.- Excuses for travellers, Mojave 3 (4AD/Ada, 2000)
Lento y amable. Ideal para ir empezando el día de a poco. Un disco capaz de dibujarnos una sonrisa imperceptible pero duradera.


4.- Petgrief, The Radio Dept (Labrador, 2006)
Climático y ensoñado, Petgrief enfoca hacia amplitudes abiertas (¿el campo?) con sus tonos y arpegios. Mi favorito, sin embargo, es el primer disco de los suecos, Lesser matters.

5.- Never for ever, Kate Bush (Capitol, 1980)
Hace poco descubrí este disco perdido de Kate. Matinal. Diáfano. Para quedarse todo el día tarareando All we ever look for y su pequeña música de cámara.

In session


Pescado Baboso

El lunes, en Canal 7, Elepé dedicado a "Artaud", de Spinetta.Un poco pasa lo de siempre con Luis Alberto ¿no? Es como hablar mal de Maradona. Nadie se anima. A esta altura aburre.

Recuerdo la ira del Flaco cuando Pablo Schanton se atrevió a criticar (mal) el disco "Los ojos". El mismo Spinetta es un poco culpable de esa mirada endiosada de los periodistas adictos al mito. Él mismo se toma demasiado en serio su obra, casi siempre.

Seguramente "Artaud" es un gran disco. Sucede que últimamente sufre de "celebridad repentina". Hace poco -no se dónde- se lo entronó como el Mejor Disco del Rock Nacional. Pero eso no significa que no se pueda ejercitar sobre el un mínimo de lectura crítica. Por el contrario ¿que gracia tiene seguir abonando la corriente aduladora pro- Spinetta?

Elepe apenas si cumplió con la tradición aduladora. Tipos como Del Guercio, Rodolfo García y hasta el propio hermano de Luis, solo pueden traer miradas parciales. Son los amigos del que cumple años. También habló Juan Carlos Diez, autor de "Martropía: conversaciones con Spinetta". Más de lo mismo. Una especie de discípulo/ recopilador del santo evangelio.

Hubo algunas cosas interesantes contadas por el propio Luis (lo hiper craneado de cada arreglo, de cada línea de las letras del disco, como nació la idea de la tapa deforme). Y dio ternura oír a Leo García cantando la -a esta altura- hiper hipeada "Por". Pero poco más.

Da para revisar un poco la obra del Flaco. E intentar decir cosas nuevas sobre ella.

miércoles, 24 de junio de 2009

Discos: qué suena en invierno

Bat for Lashes, Two suns (Astralwalkers, 2009)
Envasado en: Brighton, U.K. Yo acá escucho la sofisticación de una Kate Bush semi actualizada (que raro: se les debe hacer difícil a las chicas sofisticadas sonar más nuevas e inquietantes que Kate). También percibo algunos toques emo- teatrales. Y hasta algo de gospel en "Piece of mind". Este es el segundo disco del grupo- alias de esta chica llamada Natasha Khan de la que hablan bien Thom Yorke y Bjork. Oscuro y climático, requiere paciencia. (6/10)

Official Secrets Act, Understanding electricity (2009)
Envasado en: Leed
s, U.K. En la veta del post-franzferdinandismo "inteligente", por caso, Maximo Park y aledaños. Ah, y algo de los Killers/ Kaiser Chiefs, también, en cierta ambición de pop nutritivo y vital. Por momentos el calco a MP en el sonido da un poco de vergüencita. ¿Los grupos no sienten pudor ante los productores que quieren hacerlos sonar "igual a..."? ¿No les da no se qué sonar a calco de otros? Tibio, tibio. (5/10)

St. Vincent, Actor (4AD, 2009)
Más chicas detrás de nombres de grupos. En este caso, St. Vincent no es otro que el alias de Annie Clarks, otrora miembro del combo Polyphonic Spree y parte de la banda de gira de Sufjan Stevens. Este es su segundo disco, después de "Marry me" (2007). Clark escribió y arregló las 11 canciones del disco, cantó y tocó guitarra, bajo y teclados, con ayudita adicional de músicos de Sufjan Stevens y Bjork. Para poner en la discoteca, digamos, entre Regina Spektor y Vampire Weekend. También cerca de Coco Rosie, por momentos. Soniditos, voces dobladas y espejadas y juguetonas. A very palermitan record. (5.5/10)

Kasabian, West ryder pauper lunatic asylum (Red Int / Red Ink, 2009)
Disco clave para los Kasabian, que -supongo- intentarán resurgir después del tropiezo de su flojo segundo disco, "Empire". De entrada, parecen querer recuperar aquellos elementos con los que construyeron su sonido distintivo: "Underdog" tiene riff, tiene esos coros mediorientales y cortes abruptos al estilo de sus primeros hits. Con "Swarfiga" citan al Primal Scream más tecno-soviético y siguen la marcha con "Fast fuse", donde logran una combustión claramente 70´s. Al parecer, el menú viene suculento. Se tomaron dos años para grabar, producidos por Dan the Automator (Gorillaz). Primera impresión: bien, zafan de estar nominados otra vez. (6.5/10)

miércoles, 10 de junio de 2009

Discos: Sounds of the Universe (Depeche Mode, 2009)

En la misma mañana, paso de escuchar un disco cosecha 09 como el de Fever Ray, a lo nuevo de Depeche. Dato relevante: algo tiene que haber para que podamos pasar de una cosa a la otra sin que se rompa cierto "enganche". Dicho de otra forma: algo tiene que pasar para que este "Sounds of the universe" le suene tan a la par a un disco grabado por un grupo nuevo.

Tal vez eso tenga que ver con las ganas de escuchar lo que graba Depeche Mode, todavía, a 29 años de haber editado su primer disco. ¿Son los DM el prototipo de modernidad perpetua, que no envejece? Hablamos de una banda hija de esta época y portadora de un lenguaje que todavía puede hablar sin sonar fuera de órbita. Al contrario, Gahan, Gore y cía. compiten con el sonido de lo que está pasando ahora.


Personalmente, me cautivan las bandas que insisten. No me refiero a esos grupos que se repiten sin gracia, sino a aquellos que insisten en llamar la atención sobre su propio universo mediante un tallado fino y persistente (casi "autista") de su propio lenguaje. Un trabajo minimalista, si se quiere, de matices, de combinaciones mínimas de colores. Depeche pertenece a este grupo de "orfebres ensimismados". A los que les damos las gracias (como a Morrissey) de que la canción siga siendo la misma.

Hablando de "matices", hay una línea que comienza a transitarse, podríamos decir, desde Violator (1990: hace 19 años) hasta acá. En el medio, algunos saltos cualitativos (el notable "Ultra"; "Songs of faith and devotion") o de intensidad ("Playing the angel"). Pero siempre trabajando sobre el mismo sector de la paleta sonora.

Todos los sonidos del universo

Dicho esto, aquí están estos nuevos 13 temas. Al parecer, Martin Gore se estuvo equipando con algunos teclados de los 70´s, aunque su incorporación en el álbum es sutil. Hacen al maquillaje general. Escucha atenta: DM siempre fue un grupo de auriculares.

Después de un comienzo con cita a Kraftwerk in crescendo, comienza a reptar "In chains". Vuelve esa cosa como de mantra, de spiritual que se repite a la manera de una letanía. Eso es lo que entiende Depeche por "Soul". A continuación, un lento y logrado despegue entre los tracks 2-4, incluido el poderoso "Wrong" (denso, arrastrado: los DM definitivamente están vivos y muestran los dientes).

Como viejos pastilleros, no ocultan su afición al trip, al cuelgue. Es más, se obsesionan en su búsqueda. En esa seguidilla (de lo mejor del álbum) "Sounds of..." comienza a mostrar su juego: menos rupturista y ciclotímico que "Playing the angel", aquí lo que importa es la escucha continua. "Sounds of the universe" quiere que te sientes y escuches, tirado en el sofá de tu living. O con los auriculares viajando de noche, no importa, pero que te quedes todo el rato que dure la cosa.

Con "Fragile tension" (track 4) llega un gran momento, pura autobiografía:


"Well it's a fragile tension, that's keeping us going/ It may not last forever, but of all wind is blowing
There's something magical in the air/ Some things so tragic we have to care/
It's a strange obsession, it's drawing us nearer/ We don't understand it, it never get's clearer"


"Little soul" es una de esas baladas medio densas que siempre hay en los últimos discos (y que particularmente mucho no me agradan) pero el disco recupera rápido la línea con "In simpathy". En la mitad del álbum aparece "Peace", tal vez lo más novedoso. El costado gospel y espiritual de DM, otra vez, flotando en un hiperespacio casi inalcanzable. Sublime. La letra es puro deseo de caminar hacia la luz:

I'm leaving bitterness behind/This time I'm cleaning up my mind/There is no space for the regrets/I will remember to forget
Just look at me/I am walking of incoming/Look at the frequencies of which I vibrate
I'm going to light up the world/ Peace will come to me


Como a varios discos de DM, a éste también parece sobrarle algunos minutos y el disco se cae un poco hacia el final (desde el intermezzzo "Spacewalker" en adelante). De todas formas, y en un amplio sentido, "Sounds of the universe" es una maravilla sonora. Un colchón estelar donde dejarse llevar. Eleva con su audio todo lo que encuentra alrededor. Atrapa y transporta.

Con menos "hits" potenciales que otros álbumes, pero más colgado y climático, este disco nos hace pensar que tal vez los Depeche estén cada vez menos interesados en el formato pop convencional, o en componer "hits" o "singles". Los motiva, en cambio, el desarrollo de ideas sonoras en forma de temas. Y llevar eso hasta el final, hasta el hilado fino, buscando el cuelgue más cercano al Universo.

Nosotros - ya lo sabemos- volveremos a escuchar lo que tienen para decir.