Viejos amigos que supieron colaborar para dar parte de la mejor música de comienzos de los 90´s. Allí están aquellos grandes discos, todavía elegantes y refinados como Beauty, Heartbeat o Secrets of the beehive.
Out of noise (Commmons, 2009) es el primer disco de Ryuichi en cinco años. Tres, en realidad, si contamos su disco de remixes Bricolage. Aquí tenemos doce piezas reposadas, a mitad de camino entre el clasicismo, la vanguardia y el ambient. Poco más de 63 minutos de un viaje ensoñado por la materia de la música.
Una triada inicial abre el disco con elementos sonoros clásicos. Es el caso de Hibari, con su piano de melodía repetitiva y los diálogos de cellos y piano de Hwit y Still life.
Un segundo tramo se inicia con In the red y continúa con Tama, ambos con exploraciones y oscilaciones mínimas. Firewater, por su parte, explora territorios distantes sobre un background cercano al noise.
De esta manera, Sakamoto transita con maestría (y cierto toque de superficialidad descomprometida, por momentos) distintos terrenos dentro de lo "ambient". Cada tema representa una idea, una forma de orquestar, de aunar sonidos.
En este sentido Out of noise funciona como una especie de catálogo transitable, accesible, en la materia.
Manafon (Samadhi Sound, 2009) retoma donde Sylvian dejó en Blemish (2003). Una música cercana al silencio, emparentada con los últimos discos de Talk Talk o el único disco solista de Mark Hollis (1998). Un minimalismo adictivo, pero sólo para aquellos capaces de abstraerse casi místicamente del "ruido del mundo". Los demás, abstenerse: el trip puede resultar algo arduo en su quietud.
En este caso- en sesiones que tuvieron lugar en Londres, Viena y Tokyo- David se rodeó de músicos graduados en la libre improvisación: desde el saxofonista free Evan Parker hasta Fennesz y el multinstrumentista japonés Otomo Yoshihide.
Para escuchar casi sin respirar.
Una triada inicial abre el disco con elementos sonoros clásicos. Es el caso de Hibari, con su piano de melodía repetitiva y los diálogos de cellos y piano de Hwit y Still life.
Un segundo tramo se inicia con In the red y continúa con Tama, ambos con exploraciones y oscilaciones mínimas. Firewater, por su parte, explora territorios distantes sobre un background cercano al noise.
De esta manera, Sakamoto transita con maestría (y cierto toque de superficialidad descomprometida, por momentos) distintos terrenos dentro de lo "ambient". Cada tema representa una idea, una forma de orquestar, de aunar sonidos.
En este sentido Out of noise funciona como una especie de catálogo transitable, accesible, en la materia.
Manafon (Samadhi Sound, 2009) retoma donde Sylvian dejó en Blemish (2003). Una música cercana al silencio, emparentada con los últimos discos de Talk Talk o el único disco solista de Mark Hollis (1998). Un minimalismo adictivo, pero sólo para aquellos capaces de abstraerse casi místicamente del "ruido del mundo". Los demás, abstenerse: el trip puede resultar algo arduo en su quietud.
En este caso- en sesiones que tuvieron lugar en Londres, Viena y Tokyo- David se rodeó de músicos graduados en la libre improvisación: desde el saxofonista free Evan Parker hasta Fennesz y el multinstrumentista japonés Otomo Yoshihide.
Para escuchar casi sin respirar.
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