Y una tarde fría de esta primavera glacial tuve mi epifanía con "Victorialand", de los Cocteau Twins. Cargada de recuerdos, de imágenes de una adolescencia pasada en compañia de ésta y otras músicas que delinearon de alguna manera nuestra personalidad.
Conocí a los Cocteaus en el ´88 u ´89, por un amigo que me pasó una copia de "The pink opaque", una recopilación para el mercado americano de singles, reversiones y rarezas.
Me acuerdo de caer fascinado inmediatamente por ese grupo que no se parecía a nada y que a la vez nos tocaba una fibra muy íntima con una música paisajística, evocativa. Al poco tiempo ya me había hecho de varios discos del grupo. De hecho, todavía conservo mis ediciones en vinilo de "Head over heels" (1983) "Garlands" (su primer y oscuro lp de 1982) y "Blue bell knoll", del ´88. Más adelante llegaría el turno de esa joya con un pie en terrenos pop que fue "Heaven or Las Vegas", editado en 1990.
Pero entre el lote de vinilos había una curiosidad: una edición argentina (vía DG Discos) de "Victorialand". Curiosa porque se trataba de un 45 rpm. El disco venía impecablemente presentado, desde el diseño, con esas bonitas fotografías que ilustran el sobre interno.
Recuerdo las tardes después del colegio, tirado en mi habitación escuchando "Victorialand". Era poner la púa sobre el disco y dejarse llevar por esa música que -a pesar de los lugares comunes para describirla- era paisajística, nocturna, "oceánica". Con ella viajábamos hacia lugares insospechados con solo dejarnos llevar.
Yendo al álbum, Liz Fraser y Robin Guthrie contaron en su momento que la idea del grupo era enfocarse en una música acústica, con poca instrumentación. En 1986 el bajista Simon Raymonde se encontraba colaborando con el proyecto/ combo del sello 4AD This Mortal Coil (que entraba a grabar su magnífico disco "Filligree and shadow"). De ahí que los Cocteau se vieran reducidos a dúo para esta grabación.
En líneas generales, "Victorialand" es un disco a mitad de camino entre el Ambient, la música de cámara y hasta ciertos toques religiosos y folk. Aunque el mix final es algo auténticamente indefinible. Es corto e intenso (nada que ver con la etiqueta "New Age" que en algún momento se deslizó desde la crítica y que tanto molestó al grupo) "Victorialand" es denso y cristalino a la vez. Luminoso por momentos, oscuro y enigmático por otros.
Lo que no se puede negar es que contiene una música que no se parece a ninguna otra cosa producida por el rock hasta y desde entonces. El disco más peculiar de un grupo ya de por sí, único.
Todo comienza de a poco, con luminosidad y espacio en las guitarras y saxos de "Lazy calm". Luego viene esa gema neo victoriana que es "Fluffy Tufts". Todo el proyecto Cocteau Twins podría sostenerse por este tema, que nos enseña que el rock pudo alguna vez llegar a lugares de originalidad como éste.
Yendo al álbum, Liz Fraser y Robin Guthrie contaron en su momento que la idea del grupo era enfocarse en una música acústica, con poca instrumentación. En 1986 el bajista Simon Raymonde se encontraba colaborando con el proyecto/ combo del sello 4AD This Mortal Coil (que entraba a grabar su magnífico disco "Filligree and shadow"). De ahí que los Cocteau se vieran reducidos a dúo para esta grabación.
En líneas generales, "Victorialand" es un disco a mitad de camino entre el Ambient, la música de cámara y hasta ciertos toques religiosos y folk. Aunque el mix final es algo auténticamente indefinible. Es corto e intenso (nada que ver con la etiqueta "New Age" que en algún momento se deslizó desde la crítica y que tanto molestó al grupo) "Victorialand" es denso y cristalino a la vez. Luminoso por momentos, oscuro y enigmático por otros.
Lo que no se puede negar es que contiene una música que no se parece a ninguna otra cosa producida por el rock hasta y desde entonces. El disco más peculiar de un grupo ya de por sí, único.
Todo comienza de a poco, con luminosidad y espacio en las guitarras y saxos de "Lazy calm". Luego viene esa gema neo victoriana que es "Fluffy Tufts". Todo el proyecto Cocteau Twins podría sostenerse por este tema, que nos enseña que el rock pudo alguna vez llegar a lugares de originalidad como éste.
El clima se enrarece con "Throughout the Dark Months of April and May", una referencia a los meses más oscuros de esa región de Antártica que es, precisamente, "Victorialand". Prestar atención a esas guitarras españolas y al registro sombrío de la voz de Fraser.
Uno de mis momentos favoritos del álbum llega con "Whales Tails" otra referencia, en este caso, a la fauna antártica. Es el lugar más remoto, extraño e inhallable de todo el álbum: las infinitas voces de Elizabeth Fraser se multiplican para entrar por un instante en la canción y desaparecer dentro de ella.
El disco recomienza con la luminosa "Oomingmak", seguida de ese vals soleado que es "Little spacey". La melodía parece sacada de una cancioncilla germana o suiza. En cualquier caso, lo que "vemos" en la imaginación son praderas, niños jugando al sol, polleras y trenzas con canastas...
Otra sorpresa llega con "Feet-Like Fins", con su intro de guitarras españolas y su desenlace percusivo, retomando la primera sección. A partir de allí el disco vuelve un poco al rumbo inicial con la sombría "How to Bring a Blush to the Snow" (más referencias, en este caso, a la nieve) y cierra abajo y lejos con "The Thinner the Air", casi un ejercicio Ambient.
Dos comentarios finales
Una gema como "Victorialand" amerita una revisíón de esa década a menudo tan cruelmente criticada por muchos de nosotros, los 80´s. Si se grabaron discos de la calidad de éste, o de "Ocean Rain", "Hyaena", "Technique" o "Disintegration", algo más se tiene que poder decir de aquellos años, más allá del daño que el pop inocuo de las FM le produjo a la música pop en general.
También estamos en deuda con los Cocteau Twins como grupo. Habría que revisitar a una banda tan personal y única de la que, sospecho, no hay tanta descendencia como su importancia amerita.
3 comentarios:
que buen flashazo!!!...
flashback!SM
Hice una reseña de este álbum en mi blog (Pop is Dead), y observo con alegría que coincidimos: el álbum, sin ser el "mejor" de los Twins, es como un no-va-más.
Hay que reivindicar a los 80, porque se hicieron obras maravillosas. Basta pensar en Soft Boys, Teardrop Explodes, Julian Cope, Siouxsie, XTC, Lloyd Cole... creo que supera de manera alevosa a los 2.0, espero que los pendex algún día entiendan esto.
Saludos!
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