Argentina Hippie ´69
Se ve que para el gobierno de Onganía los hippies argentinos no pasaban de ser unos pelilargos inofensivos. Si no, no hubiera permitido una tapa como ésta.
La cosa es que en 1969 a algún ejecutivo piola de la CBS local se le prendió la lamparita y armó una serie de discos destinados al público joven y "hippiedélico" (ni a los Babasónicos de la era "Dopádromo" se les ocurrió un término así, hay que reconocerlo).
La tapa es tremenda, con la chica "tatuada" con birome en los cachetes y en la frente a puro Amor y Paz. Ese sweater. Esos colores. Esa mirada perdida, tal vez por el consumo de algún estupefaciente hippiedélico. La cubierta te llama -como me pasó- a comprar el disco sea lo que sea que traiga adentro. Y adentro -algo esperable- hay poco de Hippie. Y menos de Psicodelia. Pero sin embargo hay que darle la derecha al que secuenció el L.P: la música se sostiene ahí arriba, apenas con algunos matices bajando. La idea: un disco para poner en una fiesta "con buenas ondas", con algo de humo y donde un par se sueltan ¡y hasta se ponen a bailar como locos!
Ojo con el setlist. Hay desconocidos totales, conocidos a medias y algunos ilustres que hoy, 40 años después y con Internet, todos conocemos. El lado 1 arranca en plan meloso con Scott McKenzie (el del himno Hippie- Costa Oeste "San Francisco (Be Sure to Wear Flowers in Your Hair)" y unos ignotos -hasta donde pudimos averiguar- The Silvers, que suenan a una cruza de los Zombies con los Kaleidoscope, bien fechados en la época.
La cosa levanta con Billy Joe Royal (un oscuro intérprete de Country Rock de los 60´s) y vuelve a la balada orquestada con Les Irresistibles, que por lo que averiguamos eran un grupo de chicos americanos que vivían en Francia (?) y editaron un álbum y un puñado de singles, entre ellos "My year is a day" (atención al gran solo de órgano del medio). Cierran el lado los Simon & Garfunkel con el hitazo "Mrs. Robinson" y sigue el baile con Paul Revere & The Raiders (marche un afano a "Paperback writer" por ahí, pero ojo que este "Too much talk" tiene una vuelta copada por el medio).
Lo más careta del disco es el arranque del lado 2, con los Tremeloes. Saltamos esa porquería que es "Helule helule" y encontramos la joyita (¡por fin algo Hippidélico!) "Jennifer juniper", de Donovan. Este es de esos temas que al momento de comprar el disco pensás: "Bueno, si es muy malo, por lo menos tengo un tema de Donovan en vinilo".
La cosa no decae porque aparecen The Love Affair, que en 1967 venían de pegarla con el clásico "Everlasting love". Acá aparece el hit que le siguió, del 68, "Rainbow valley". Salteamos otra porquería (John Fred & The Playboys Band) porque llegan otros ilustres de la psicodélica británica: los escoceses The Marmalade, con el single de 1967 "Man in a shop". Temazo. Ojo que no está mal el juego de coritos de "Hey little boy", de un tal James Royal. Y el disco cierra a todo trapo con los Sly Stone de "Dance to the music", ahora sí, con todos los hippiedélicos sacudiendo sus melenas.
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