martes, 22 de abril de 2008

Punk, 30 años después

Acabo de ver el documental de la BBC y VH1 sobre "Las 5 edades del rock". El capítulo de hoy se ocupó del punk, bajo el nombre de "Blank Generation". La primera idea que me disparó al terminar fue que, en verdad, lo mas interesante del punk fue su decisiva influencia ideológica sobre el camino que tomó el rock de allí en más. Ya nada volvería a ser igual (por suerte, en muchos sentidos) a partir de ese ataque tan certero a la fastuosidad sin sentido en que se había transformado el rock. El punk llegó para poner las cosas en su lugar, en algún punto. Para devolverle al rock su dimension de instantaneidad y cercanía (el "vos podes hacerlo" implicó una idelogía tan poderosa, tan llena de vitalidad, que aún sigue siendo importante y opera ocmo "divisoria de aguas" ideológica en la forma que entendemos (o no) la cultura rock.

Gran parte de la música que hoy y siempre me gustó sería impensable si no hubiera ocurrido aquel sismo alrededor del año 77. Una gran proporción de la música que me conmueve tiene -en mayor o menor medida- mucho que ver con aquella ideología donde "menos era más".

Post 77

Sin embargo, musicalmente hablando (y mirandolo a la distancia) el punk (o los grupos considerados "seminales") dejaron poquisima tela para cortar. El mejor Clash no es el de los primeros discos, sino el de London Calling o Sandinista. Los primeros álbumes hoy suenan algo toscos y forzados en su machaque. Como si se estuvieran esforzando para sonar "reales" y "comprometidos" (de paso, nunca me gustó el perfil políticamente correcto, en el fondo, de los Clash, ni sus letras supuestamente de izquierda). Por suerte (y en una clara actitud más de "cultura rock" que otra cosa) los Clash entendieron rápidamente que el rock es siempre otra cosa; que es movimiento, y decidieron no repetirse. Ahí se conviertieron en la gran banda que fueron luego.

No hay grandes discos de la explosión punk en sí. No hay demasiada buena música que sobreviva hoy día. Quizás porque en el fondo, la cultura rock no se trata de música. O no "solamente" de música. Puede ser un argumento válido.

Pero la idea de este post era hablar un poco de lo que dejó aquel momento. Y lo más interesante, para mí, en realidad, vino inmediatamente después del estallido inicial. Lo que le pasó al rock de allí en más, sobre todo entre finales de los 70 y comienzos de los 80 con el post punk. Esa generación (con Joy Division a la cabeza) entendió rápidamente que tenía que tomar las enseñanzas del punk para llevar al rock a un nuevo estado creativo. De otra manera, quedaría asfixiada por una música demasiado urgente y con mucho de gesto (el primer punk fue, básicamente, mucho de gesto, como corresponde a toda revolución cultural). The Clash (para seguir con el ejemplo) lo entendió mejor que nadie. En 1978-79, ya habían cambiado.

Personalmente, mi educación musical estuvo marcada por el pop de los 80, donde al poco tiempo me di cuenta de que en realidad, los que me atraían eran aquellos grupos mas "oscuros", mas retorcidos y emocionales como The Cure. Por entonces yo no sabía lo que había sido el punk, pero tiempo después sí lo supe, y pude entender de dónde venían todos esos fantásticos grupos del primer lustro de los 80 (Echo and the Bunnymen, Siouxsie, Bauhaus, Joy Division, etc.)

Por eso mis respetos hacia la cosa "punk" es indirecta. Se debe a la saludabilísima influencia que aquellos grupos seminales desparramaron en todos los que vinieron atrás. La generación post punk superó -esta es la hipótesis de este posteo- ampliamente a sus antecesores en materia musical. Pero no podrían haber existido sin el marco conceptual de aquellos, sin sus condiciones de existencia. Los segundos le agregaron psicodelia, garage, elementos de la electrónica y, sobre todo, capturaron mejor los decisivos aportes climático-armónicos de Television, que abrieron infinidad de posibilidades para la guitarra dentro del rock.

De ahí que se me ocurra pensar que una de las influencias más perdurable de aquellos años 76 y 77 provenga de un grupo "lateral" y no de los "números centrales" del punk.

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