lunes, 14 de septiembre de 2009

Revisitando a Pixies

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Y una mañana volví a escuchar a los Pixies sin sentir ese hastío que tantas veces experimenté al revisitarlos durante estos años. Hastío: sensación de que al escuchar aquellas canciones que alguna vez fueron gloriosas para nuestra propia experiencia, ya no se desprende nada vital, nada con movimiento. Un recuerdo mimético, si se quiere. Un tic de lo que alguna vez fue excitante.

Pero hoy fue distinto. Puse Doolittle (dicho sea de paso, el disco Pixie que menos reescuché) y hasta me animo a decir que algunas canciones revivieron. Entonces fue inevitable hacer cuentas y repensar un poco en lo que significaron los muchachotes de Boston.

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Los Pixies fueron una banda de urgencias. Parecían venir a sacarnos de la modorra que proponía gran parte de la música alternativa de fines de los 80´s. Los arreglos- en Pixies- se agolpan y se adelantan a los compases (dinamitación de las dinámicas: primera gran enseñanza del cuarteto). Desarreglar el concepto de "arreglo". Ponerlos (a los arreglos) en otro lugar. Acelerar el trámite, liquidar la canción de nuevas formas y con nuevas armas. Porque no hay tiempo.

Urgencia e inventiva: estrategia punk/ post punk contra un estado del arte
, en el rock, adormecido, aletargado (comparen la explosividad de Pixies con sus contemporáneos del sello 4AD- Cocteau Twins, Dead Can Dance, Belly, etc- por ejemplo).

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Y es ese aspecto (el dinamismo sorpresivo) el que hacía explotar en nuestros tímpanos y en nuestro sistema nervioso central, la música de Pixies. Pocas veces sentí una excitación tal al escuchar un grupo nuevo: porque todo era nuevo con ellos (Talón de Aquiles: pasado el momento- sorpresa, todo comenzaba inevitablemente a perder excitación). Y así con los años.

Pregunta:¿alguien siguió escuchando a los Pixies durante toooooodos estos años? ¿Cómo se escucha con regularidad/ asiduidad a un grupo cuyo destino era explotar, en un único acto vital? Yo, al menos, nunca (ni siquiera hoy) volví a sentir la excitación de la primera vez que un amigo me puso a todo volumen "Debaser". O con los alaridos de Francis en "Rock music".

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Pero con Doolitle, encontré algunas canciones que pueden perdurar: Debaser está bien, es emotiva, además de la habitual capacidad shokeadora del grupo (encima, con el poder extra octanos que colocaban al comienzo de sus discos). Waves of mutilation es genial en sus riffs y coros y ¡me olvidaba! Here comes your man es una preciosa canción para cantar y subir el volumen ahí donde aúllan los coros, en la mid section de la canción. Perdida en el medio de esa avalancha de temas está la rocka que me hizo saltar y subir el volumen hasta la demencia: la genial Dead: golpes, golpes, mazazos, golpes, alaridos. En ese tema quizás esté la síntesis Pixie perfecta.

La edición en vinilo al menos daba un respiro para pasar al lado 2, con la country- punk Mr. Grives y su final bluseado que tanto nos sorprendía por entonces. Y ¡otra que me había olvidado!.. La la love you y sus silbiditos románticos, que siguen estando buenísimos. En esos momentos, los Pixies atisbaban la canción, la forma más redonda, en medio de la adrenalina.

(Disgresión. Pixies: "adrenalina", no "combustión". Eran lo anti- trance. Lo anti- clima. Eran estallido. Eyaculación ante- precoz. No tenian que calentar motores, ya salían a la cancha con el motor a pleno. Por eso sus discos eran para escuchar con amigos. Difíciles para la escucha solitaria o paisajística: ¡explotemos todos juntos!).

Siguiendo con los temas, siempre me encantó el pasaje instrumental final de No. 13 baby, que me hacía intuir que los Pixies también podían ser (un poquitito al menos) musicales. Dejar respirar las voces, los gritos, los aullidos (escuchen esas acústicas a medida que se van doblando y sumando, hasta el fade out del tema). Para el final llegaba el que para mí siempre fue uno de los mejores temas de ellos, Gouge away. Otro para subir el volumen hasta saturar.

5
Hace muchos años que había tomado partido por Bossanova en la lucha por el primer puesto en el rubro "Mejor disco Pixie". Pero esta mañana lo dudé un poco (un poco nomás). Doolittle tiene más cosas descollantes, aunque es cierto, algunos temas medio berretas, o todavía lleno de caprichitos por llamar la atención. Bossanova es soberbio, avasallante y tiene más vuelo, con su maquillaje surf killer punk. Ojo, hay cosas de Trompe le Monde que también están bárbaras, aunque esa ya era otra historia: la frescura del grupo se había desdibujado un poco.

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Lo que me lleva a pensar -para terminar- en la cuestión derivativa. ¿En qué se hubieran convertido los Pixies de seguir juntos? ¿Se habría "perfeccionado" su fórmula? ¿Tenían acaso una fórmula por explotar, o eran más bien una amalgama de dinámicas/ secuencias que pronto perdió poder de fuego? ¿Fueron los discos de Black Francis la continuación natural de Pixies? ¿El grupo era él?

Si algo dejaron como regalo los Pixies, es un camino indicado para crear un rockandroll de delirio, ribetes punk/psicodélicos y desbordes de imaginación. Muy pocos recogieron el guante. ¿Alguna herencia Pixie por ahí?... ¿No? Bueno. Nada de esto importa demasiado ahora.

Por una mañana, al menos, volví a sentirme excitado por lo que un grupo de rock fue capaz de sacudir, al menos una vez.

4 comentarios:

Ian dijo...

Yo hoy sigo escuchando mucho a los Pixies, te diria que son mucho mas importante en la historia de la musica americana de lo que muchos piensan. Melodicamente fueron superiores a Sonic Youth, mucho mas intensos que REM y creadores e influyentes del Grunge. Podrian compratir ese trono con los Sugar y Dinosuar Jr.
Ahora yo tambien muchas veces me hago preguntas y la que mas resuena en mi cabeza es...
¿Para que pierdo tanto tiempo en bandas de mierda nuevas, cuando en 5 discos de los Pixies aun hoy sigo encontrando exitacion????

Anónimo dijo...

Saludos,
Charles Thompson = Frank Black = Black Francis no era Pixies, Pixies eran los 4 integrantes, sin ninguno de ellos sonaria igual, y nunca han tocado separados, sin ninguno de ellos (por lo menos bajo el nombre de Pixies), solo se integraba a veces en vivo el hermano de Joey Santiago y tambien en la etapa Trompe le monde el Tecladista Eric drew Feldman, y cuando Frank black y/o Frank black & los catolicos cantaban canciones de los Pixies no era lo mismo, ni cuando The Breeders cantan Gigantic, o cuando Placebo canto con Frank Where is my mind... Siento lo mismo que tu, a veces me harto de Pixies y no lo oigo hasta en semanas, hasta que a veces vuelvo a oir uno de sus disco por alguna cancion en especial y termino oyendo todo el disco, cuando dejo de oir Pixies me pongo a Oir The Breeders (Kim Deal), The Amps (Kim Deal), The Martinis (Joey Santiago), etc. Ahorita estoy muy emocionado! en menos de 1 mes veo a Pixies, mi banda favorita en Vivo.. despues de tanto soñarlo desde los 90' los vere!!
Ivan
ivancarrasquel@hotmail.com

Geraldo dijo...

Me pasaron muchas cosas parecidas a las que describís. Me maravillé al principio como nunca me había pasado con un grupo contemporáneo, y también los fui dejando, pero más por un viraje de gustos personales, creo. El punk y el sonido abrasivo ya casi no me los banco. Los primeros dos discos de FB solista son estupendos, una especie de continuación de la obra (aunque la obra se resiente mucho sin la muy imaginativa guitarra de Joey Santiago, desde ya); después creo que se fue desdibujando cada vez más.

Creo que muy pocos recogieron el guante porque no cualquiera tiene el cuero, es decir, el talento; pero la influencia, digamos, fantasmal, es enorme. En la misma línea, o más o menos, hay una excelente banda americana, Starlight Mints, que ya tiene cuatro discos. El cantante alguna vez dijo que no podría ser amigo de alguien a quien no le gustaran los Pixies, así es la cosa de grave. Es más pop que punk, como una cruza de Pixies con los Beatles más psicodélicos.

Geraldo dijo...

Ah, me olvidaba. ¡"Dead"! Es así! Siempre sentí que ahí estaba la cifra, el aleph pixie, todo condensado en una minúscula canción. Bueno, ahora sí, me retiro, porque esto de coincidir tanto ya da asco. Saludos, excelente el blog.