miércoles, 6 de octubre de 2010

Discos: The soft parade (The Doors, 1969)

Existe cierto consenso sobre el hecho de que "The soft parade" es el disco más flojo de The Doors. Las reviews de época, de hecho, lo acusaban de llenarse de orquestaciones y arreglos que alejaban al grupo de su crudeza inicial. 

Puede ser. Pero más que fruto de una búsqueda específica, el disco pareció el resultado de una coyuntura desfavorable, tanto interna como externa, de la que el grupo se recompuso - al menos en lo musical- relativamente rápido. 

Aún así, "Soft parade" tiene sus momentos. Y pone a prueba una teoría: que los buenos grupos de rock dejan su marca aún en sus discos menos logrados. Pueden, con dos o tres buenas jugadas, sacar el partido adelante. En otras palabras, los Doors eran tan buenos que pasaban por encima de sus momentos olvidables.

Dos claves: su vocación (presente desde el primer álbum) para buscar siempre la canción (eso hacía que en cualquier álbum encontraran pequeñas gemas). Y segundo, su instinto natural para armar buenos discos, sostenidos y con matices. En ese sentido, ningún lp de ellos es decididamente desechable.

En 1969, entonces, el contexto no era el mejor y el  grupo de Los Angeles acumulaba problemas. Los conflictos legales y de alcoholismo de Morrison habían comenzado a relegar su papel en el grupo dándole mayor espacio a Robbie Krieger, que aquí compuso la mitad de las canciones (por primera vez los créditos de autoría fueron anotados individualmente).

Producidos nuevamente por Paul Rotchild, los muchachos entraron a los estudios sin la cohesión de los primeros tiempos, aunque con dinero extra para destinar a la producción. Tal vez en ese mix entre falta de "fuego sagrado" y sobreproducción se encuentre la clave de este álbum. 

El comienzo es sólido, con "Tell all the people" (una buena canción a pesar de sus fanfarrias, compuesta por Krieger y odiada por Morrison) "Touch me" (otra buena a pesar de sus clichés, con Jimbo en plan crooner de Las Vegas) y ese tapado que es "Shaman´s blues", con un frontman que claramente se sentía más cómodo en terrenos áridos. El tema está plagado de buenos arreglos y deriva manteniendo siempre la tensión blusera. Gran mérito de Morrison, como en los mejores pasajes del disco.


Tal vez lo más flojo se ubique entre "Easy ride", "Runnin´blue" y la insípida "Wishful sinful": canciones que parecen perdidas, sin mucho rumbo. La poderosa "Wild child" levanta la puntería en su arrastre de blues polvoriento, nuevamente con Jim en su mejor forma.

"The soft parade", el Tour de Force final, condensa lo mejor del tracklist.  Tal como anuncia Morrison, esta es "la mejor parte del trip", con la banda logrando (como en los viejos buenos tiempos) combustión a pura base funk y teclados con muchísimo groove. En esos 8 minutos y medio tuvimos de vuelta al mejor Jim Morrison.

Bonus
Las críticas especializadas serían duras con "Soft parade" y no le perdonarían a los Doors el traspié. Sin embargo, el grupo se recuperó y entró en la recta final de su carrera retomando la crudeza con dos grandes álbumes clásicos: "Morrison hotel" y "L.A Woman".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

banco este disco, si bien claramente no es lo mejor de la banda, me parece correctísimo (amén de algún que otro bache) y super escuchable. no estoy de acuerdo con lo de "insípeda wishful sinful", creo que es un tema muy bonito y con una hermosa melodía. en este disco the doors usa arreglos (tanto bronces como cuerdas), como en ningún otro de su rica discografía. me parece que los pibes estaban más maduros (si bien la grabación del mismo fue un caos y fue uno de los discos más caros de esos años), y no querían caer en lo que ya habían hecho con tanto éxito. el tema "the soft parade" me parece una obra de alto vuelo y uno de los mejores de la banda, al final de sus discos the doors, como despedida y dejando abierto el final para otro disco(como en las pelis), ya sea el tema en cuestión, the end, riders on the storm, entre otros.

saludos desde el anonimato!

Anónimo dijo...

para completar; the doors nos regala siempre un tema con mucho climax y vuelo al final de los discos...

saludos desde el anonimato!

ultravivido dijo...

Sabia que desde el anonimato Ud lo iba a bancar. Para cuando un BUEN pseudonimo? Con tanta historia en sus genes...que desperdicio.

Y sigamos con la mejor parte del trip!!

Mocker dijo...

Coincido que el disco tiene sus momentos, pero cuando hace pie en los mismos, para mi toca el cielo. Los arreglos de orquesta dieron una vuelta de tuerca al tipico sonido de los Doors. Por lejos es el disco de culto de ellos y es el que quizas más defendemos los amantes de la musica y los discos en su conjunto y no de los temas más conocidos. Bien como decis Ultravivido, el contexto en el que se grabo no era el mejor en cuanto a la relacion del grupo y movimientos sociales.
Mucho de todo esto se puede apreciar en el reciente film "When You´re a Strange", que de hecho esta muy bien docuemntado. Saludos!

ultravivido dijo...

Gracias por la data Mocker, saludos

Darío dijo...

Sabés que me gustan los discos conflictivos; esos que los críticos casi escuchan mientras leen las críticas de otro, y así repiten. Buena reseña. Banco a "Soft parade", sin duda.