Hasta dentro de 15 días amigos Ultravividos!
domingo, 30 de enero de 2011
viernes, 28 de enero de 2011
Discos: The Arista Years (Grateful Dead, 1996)
Género: mi primer disco de los Dead (y el que sigo escuchando todavía hoy).
Tengo que reconocer que mi entrada al mundo de Grateful Dead no fue a través del "canon clásico" (que conocí tiempo después) sino por esta recopilación de sus mejores momentos para el sello Arista.
El doble "The Arista Years", de hecho, compila tracks entre 1977 y el disco final de 1990, "Without a net". Ese período en el que la música del grupo fue acercándose lentamente a terrenos más pop.
Si bien no somos especialistas en la carrera del grupo de Jerry García, de oídas sabemos que a partir de 1973 tuvieron un breve período de ediciones bajo un sello propio. Clive Davis, de Arista Records y fan de toda la vida, siempre había querido tenerlos en su sello, pero tuvo que esperar recién al ´77 para lograr su sueño.
Para ese entonces, la banda arrastraba hace rato aquello de que su mejor versión estaba en los shows en vivo y que los discos eran meros bosquejos de lo que podían dar. Puede ser. Pero como todos los lugares comunes, suele ser tentador rebatirlos un poco...
Arrancamos por "Terrapin station" (1977) y ese bonito reggae que es "Estimated prophet", de Bob Weir. "Passenger" es un correcto rock up tempo, aunque la estrella se la llevan los arpegios flotantes y bellas melodías de "Terrapin station" (el tema): epic track dividido en siete partes.
Para ese entonces, la banda arrastraba hace rato aquello de que su mejor versión estaba en los shows en vivo y que los discos eran meros bosquejos de lo que podían dar. Puede ser. Pero como todos los lugares comunes, suele ser tentador rebatirlos un poco...
Arrancamos por "Terrapin station" (1977) y ese bonito reggae que es "Estimated prophet", de Bob Weir. "Passenger" es un correcto rock up tempo, aunque la estrella se la llevan los arpegios flotantes y bellas melodías de "Terrapin station" (el tema): epic track dividido en siete partes.
De "Shakedown street" (1978) despuntan la soleada "Fire in the mountain"(claramente reggae en su languidez sin apuros) y la funk/ disco "Shakedown street": puro wah wah y groove irresistible.
Por su parte, "Go to heaven" (1980) nos entrega "Alabama getaway" y el coqueteo soft-rock de "Far from me". La tapa del lp tiraba su dardito venenoso contra los Bee Gees circa "Saturday night fever". Compositivamente, los temas son algo flojos, aunque "Saint of circumstance" levanta la puntería.
Ahora sí, momento de escucharlos en vivo, con tracks de sus álbumes "Reckoning" y "Dead set" (ambos de 1980). Dejémoslos en su salsa con las acústicas "Dire wolf", "Casssidy" o las zapadas de "Feel like a stranger" y "Franklin´s tower". Pura música.
Por su parte, "Go to heaven" (1980) nos entrega "Alabama getaway" y el coqueteo soft-rock de "Far from me". La tapa del lp tiraba su dardito venenoso contra los Bee Gees circa "Saturday night fever". Compositivamente, los temas son algo flojos, aunque "Saint of circumstance" levanta la puntería.
Ahora sí, momento de escucharlos en vivo, con tracks de sus álbumes "Reckoning" y "Dead set" (ambos de 1980). Dejémoslos en su salsa con las acústicas "Dire wolf", "Casssidy" o las zapadas de "Feel like a stranger" y "Franklin´s tower". Pura música.
El disco 2 recopila los mejores momentos de "In the dark" (1987, luego de la "resurrección" de Jerry tras su coma diabético) en buenos temas de orientación levemente pop como "West L.A. Fadeaway", "Touch of grey" (el único Top Ten en la carrera de los Dead) y "Hell in a bucket".
"Built to last" (1989) es el último disco de estudio representado aquí. Con mayor presencia de teclados y un gran sonido (produjeron García y John Huntler) tenemos "Just a little light", "Built to last" y "Foolish heart".
"Built to last" (1989) es el último disco de estudio representado aquí. Con mayor presencia de teclados y un gran sonido (produjeron García y John Huntler) tenemos "Just a little light", "Built to last" y "Foolish heart".
Volviendo al comienzo, si bien este período no forma parte del "canon clásico" del grupo, tiene su cuota de buenos momentos y gran música.
Porque aún en sus altibajos y pasajes menos inspirados, los Grateful Dead (casi) siempre hicieron una música completa, con todos esos condimentos de la gran tradición Americana en una sola banda.
Todo eso que los hizo, sin más, un grupo de rock enorme.
Porque aún en sus altibajos y pasajes menos inspirados, los Grateful Dead (casi) siempre hicieron una música completa, con todos esos condimentos de la gran tradición Americana en una sola banda.
Todo eso que los hizo, sin más, un grupo de rock enorme.
miércoles, 26 de enero de 2011
Dos de Post Rock, dos del sello Too Pure
En los tempranos 90 el sello indie británico Too Pure nos nutrió de interesante música en los bordes del por entonces denominado "Post Rock".
Una categoría -en principio atribuida al crítico Simon Reynolds- que intentaba agrupar a esa camada de grupos que utilizaban instrumentación de rock para arribar a nuevos lenguajes, desmarcándoe de todo cánon clásico. Hablamos de Seefel, Laika, Tortoise, Pram, Moonshake y Bark Psychosis, entre otros.
Una categoría -en principio atribuida al crítico Simon Reynolds- que intentaba agrupar a esa camada de grupos que utilizaban instrumentación de rock para arribar a nuevos lenguajes, desmarcándoe de todo cánon clásico. Hablamos de Seefel, Laika, Tortoise, Pram, Moonshake y Bark Psychosis, entre otros.
Algunos de esos grupos fueron fichados por el pequeño sello Too Pure, propiedad de Richard Roberts y Paul Cox y célebre por tener entre sus protegidos a los Stereolab y la primera P.J. Harvey. Hoy en Ultravivido reescuchamos dos discos editados por la escudería a comienzos de aquella década.
Capitaneados por el guitarrista y cantante David Callahan, Moonshake tomó su nombre -como los lectores melómanos ya habrán adivinado- de un tema de los alemanes CAN. Tal vez ahí tengamos una pista de las influencias krautrockianas de los británicos, aunque hay más en su fórmula.
Luego de editar dos EPs el grupo llegó a su primer larga duración, "Eva Luna". Un psicodélico batido de bajos ondulantes, climas noctámbulos e incómodos bordes filosos en los alaridos de Callahan, que alternan con los susurros perturbadores de su coequiper por entonces (y luego miembro de Laika) Margaret Fiedler.
Vistos a la distancia, podríamos entender a los Moonshake como el típico exponente de grupo de rock pos- moderno. Con más preguntas que respuestas; con mas atisbos que aseveraciones. Fiel al espíritu de "caída de grandes discursos" que el rock experimentó -en sus bordes más interesantes y a la par de la política y la sociología- a comienzos de los 90.
"Eva Luna" avanza, entonces, buscando alternativas, desvíos. Acá no hay estructuras "de rock" reconocidas (el elemento "Post" que mencionábamos al comienzo). Disco de tanteos, por momentos roza el ruido y por otros busca el trance mediante bases repetitivas, casi Dub. Estalla (con "Spaceship Earth" como mejor resultado) para luego calmarse. Pero en todo momento garantiza la pesadilla, el estado alterado.
Nuestros momentos favoritos están en la segunda mitad, cuando el grupo parece reposar entre "Bleach And Salt Water", "Blister" y la fantástica "Little Thing", de enormes climas y trance.
Nuestros momentos favoritos están en la segunda mitad, cuando el grupo parece reposar entre "Bleach And Salt Water", "Blister" y la fantástica "Little Thing", de enormes climas y trance.
Luego de este álbum la formación original se rompería, aunque Callahan seguiría adelante con el proyecto Moonshake.
Pram, The stars are so big, the earth is so small...stay as you are (Too Pure, 1993)
Oriundos de Birmingham, los Pram captaron rápidamente la atención de Too Pure, donde editaron álbumes y EPs entre 1993 y 1995.
Su primer larga duración combina el registro infantil de la vocalista Rosie Cuckston con los ruidos y sampleos de Max Simpson. Se le suman picos de saxos y trompetas montados sobre ritmos sinuosos, esquivos y la casi total ausencia -a medida que el disco avanza- de una instrumentación "de rock".
Su primer larga duración combina el registro infantil de la vocalista Rosie Cuckston con los ruidos y sampleos de Max Simpson. Se le suman picos de saxos y trompetas montados sobre ritmos sinuosos, esquivos y la casi total ausencia -a medida que el disco avanza- de una instrumentación "de rock".
De neto corte experimental, "The stars are..." nos invita a escuchar a los Pram jugando a hacer música (como en la colgadísima "Milky" o la muy Yoko Ono "Loredo Venus") y siempre abiertos a lo incierto.
Al igual que en Moonshake, aquí no hay canción, y apenas si tenemos "temas". Apertura y desvíos -con alguna que otra carencia a nivel compositivo- definen la apuesta de un disco que poco a poco se va diluyendo, descorporizándose.
Al igual que en Moonshake, aquí no hay canción, y apenas si tenemos "temas". Apertura y desvíos -con alguna que otra carencia a nivel compositivo- definen la apuesta de un disco que poco a poco se va diluyendo, descorporizándose.
Luego fichados por el sello Domino, Pram siguió editando discos hasta 2007.
martes, 25 de enero de 2011
Soundtrack de hoy: Contra (Vampire Weekend, 2010)
Seguimos con la semana "Discos Ultravividos que nos refresquen del calor".
Hoy nos damos un chapuzón con el energético segundo lp de los newyorkers Vampire Weekend, "Contra". Otro manifiesto de pop esperpéntico, saltarín y contorsionado para bailar a la sombra o en el hall de un shopping con poderoso aire acondicionado.
Los primeros tres ("Horchata", "White sky", "Holiday") son imbatibles: ¡imposible resistir las ganas de saltar! Después el disco se relaja a la altura de la neo clásica y bellísima "Taxi cab", para volver a los ritmos caribeños importados -vía Paul Simon- de "Run" o el desbarajuste ska de "Cousins".
"Giving up the gun" nos hace palpitar otra noche estrellada de verano.
Vampire Weekend se presentará el 5 de febrero en Buenos Aires como apertura del Pop Festival.
"Giving up the gun" nos hace palpitar otra noche estrellada de verano.
Vampire Weekend se presentará el 5 de febrero en Buenos Aires como apertura del Pop Festival.
lunes, 24 de enero de 2011
Soundtrack de hoy: The Tipping point (The Roots, 2004)
Hoy en Ultravivido buscamos que la música en los auriculares nos traiga un poco de aire (que Buenos Aires no tiene).
¡37 grados y el asfalto que parece derretirse!
¡37 grados y el asfalto que parece derretirse!
Así que subimos el volumen y dejamos correr este "Tipping point", sexto disco de estudio de los fenomenales The Roots. Una levitación en forma de Hip Hop climático con saludables ups & downs para escalar cordones en el microcentro.
Subimos de a poco con el sampleado de "Everybody is a star", de Sly Stone y trepamos a los funkies "I don´t care" y "Guns are drawn". La cosa de pone filosamente rapeada entre "Web" y "Boom" y nos pedimos una Coca Light bien fría a la altura del refrescante "Somebody´s gotta do it".
¡Urbano y energizante!
Goodbye Trish
Hace unos días nos enteramos en Ultravivido de la muerte de Trish Keenan, vocalista de nuestros idolatrados Broadcast.
Sí, la chica de la voz hermosa y espectral se nos fue el pasado 14 de enero por complicaciones derivadas de una neumonía.
viernes, 21 de enero de 2011
Discos: Coles corner (Richard Hawley, 2005)
Género: canciones siderales para el enamorado que espera.
"En cada ciudad, en cada pueblo, hay un lugar especial donde la gente se encuentra. En mi ciudad, Sheffield, existe ese lugar: no lo vas a encontrar en el mapa, no hay letreros que lo señalen, pero ahí está. Ese lugar se llama Coles Corner".
Palabras más, palabras menos, así explica Richard Hawley (ex sesionista y guitarrist de Pulp) de donde le vino la inspiración para su tercer y mejor disco a la fecha. El bellísimo "Coles corner", editado en 2005. Un disco elegantemente fuera de tiempo y lugar. O mejor dicho, flotando en un tiempo que le es propio: el que comparte con las buenas canciones de todas las épocas.
Lento y paciente, un hilo conductor (el Amor y la Espera) une las canciones de este álbum sin apuros, que apela con sabiduría a los poderes levitacionales del sonido para envolvernos ¡El sonido! Las maravillas que se puedan hablar sobre esas guitarras, esas baterías con escobillas, las cuerdas y la voz de barítono de Hawley (en la mejor herencia de Roy Orbinson y el Elvis baladista) es poco.
Simplemente, hay que tirarse en el sillón favorito. Y con paciencia, escuchar.
"Coles corner" tiene su Norte en los crooners y el imaginario de los 50´s, con el formato canción como unidad suprema. "Si querés perdurar, hay que ir a la canción. Y ser bueno escribiéndolas" parece decirnos. Bueno, aquí hay buenos temas de verdad. Ningún relleno: todo es valioso, de principio a fin.
Es cierto, la mirada cínica de estos tiempos bien puede "desconfiar" de la movida de Hawley calificándola como otro ejercicio retro. Sólo el tiempo (como siempre sucede en estos casos) será el juez de este puñado de canciones. Pero aquí nos permitimos intuir una longevidad casi segura.
Entre los temas, están los más netamente orquestales, portentosos ("The ocean", "Coles corner") y los encantadores ejercicios de sutiles toques Country de "Just like the rain" y "I sleep alone". Siempre moviéndose en territorios de la balada y el slow tempo aparecen otras delicias para musicalizar sábados a la noche, o los momentos previos a salir de casa mientras elegimos saco y camisa: "Hotel room" y su cadencia valseada, "Darlin´wait for me" y su ambiente à la Chris Isaak.
En medio del set tenemos la perfección melódica de "Born under a bad sign" (grandes guitarras 50´s) y el epicentro de nocturnidad y sonambulismo romántico del que está solo (y cada vez espera menos) de "Tonight" ("Ah the restlessness that's in me, don't do me any good/ I know I really should stay home tonight, but I don't think that I could").Ya la historia está cerrada y ella no va a venir.
Last orders
Entre otras cosas, "Coles corner" nos enseña a vivir con elegancia y sobriedad. A ser caballeros. Y a saber aceptar.
Por muchos motivos, éste es uno de los grandes discos de los 00´s. Su apuesta por la canción y por la paciencia de descubrirlas -en plena época de satisfacciones inmediatas- es todo un gesto de excentricidad, sí, pero también de gallardía y entereza.
Coles Corner, Mute Records (2005)
Lento y paciente, un hilo conductor (el Amor y la Espera) une las canciones de este álbum sin apuros, que apela con sabiduría a los poderes levitacionales del sonido para envolvernos ¡El sonido! Las maravillas que se puedan hablar sobre esas guitarras, esas baterías con escobillas, las cuerdas y la voz de barítono de Hawley (en la mejor herencia de Roy Orbinson y el Elvis baladista) es poco.
Simplemente, hay que tirarse en el sillón favorito. Y con paciencia, escuchar.
"Coles corner" tiene su Norte en los crooners y el imaginario de los 50´s, con el formato canción como unidad suprema. "Si querés perdurar, hay que ir a la canción. Y ser bueno escribiéndolas" parece decirnos. Bueno, aquí hay buenos temas de verdad. Ningún relleno: todo es valioso, de principio a fin.
Es cierto, la mirada cínica de estos tiempos bien puede "desconfiar" de la movida de Hawley calificándola como otro ejercicio retro. Sólo el tiempo (como siempre sucede en estos casos) será el juez de este puñado de canciones. Pero aquí nos permitimos intuir una longevidad casi segura.
Entre los temas, están los más netamente orquestales, portentosos ("The ocean", "Coles corner") y los encantadores ejercicios de sutiles toques Country de "Just like the rain" y "I sleep alone". Siempre moviéndose en territorios de la balada y el slow tempo aparecen otras delicias para musicalizar sábados a la noche, o los momentos previos a salir de casa mientras elegimos saco y camisa: "Hotel room" y su cadencia valseada, "Darlin´wait for me" y su ambiente à la Chris Isaak.
En medio del set tenemos la perfección melódica de "Born under a bad sign" (grandes guitarras 50´s) y el epicentro de nocturnidad y sonambulismo romántico del que está solo (y cada vez espera menos) de "Tonight" ("Ah the restlessness that's in me, don't do me any good/ I know I really should stay home tonight, but I don't think that I could").Ya la historia está cerrada y ella no va a venir.
Last orders
Entre otras cosas, "Coles corner" nos enseña a vivir con elegancia y sobriedad. A ser caballeros. Y a saber aceptar.
Por muchos motivos, éste es uno de los grandes discos de los 00´s. Su apuesta por la canción y por la paciencia de descubrirlas -en plena época de satisfacciones inmediatas- es todo un gesto de excentricidad, sí, pero también de gallardía y entereza.
Coles Corner, Mute Records (2005)
jueves, 20 de enero de 2011
Jazz evenings: Sam Suffy (Marc Moulin, 1975)
Género: jazz colgado para tormentas de verano
En Ultravivido no somos especialmente fans del jazz-fusion, pero hoy nos colgamos de los climas de este clásico de 1975 firmado por Marc Moulin.
En Ultravivido no somos especialmente fans del jazz-fusion, pero hoy nos colgamos de los climas de este clásico de 1975 firmado por Marc Moulin.
Y es que el debut en solitario de Marc, "Sam Suffy", no deja de ser un disco extraño y -a su manera- adictivo.
Si bien en sus momentos más up tempo usa dinámicas progresivas o propias del jazz/rock, el leve cuelgue atmosférico que lo maquilla lo eleva a la categoría de un incierto "ambient jazz"...
Entre lo más ortodoxo tenemos "Le Saule" (levemente funky, de resolución morosa, en la veta del "Headhunters" de Herbie Hancock) "Tohubohu Part I" y la misteriosa "La Bougie". En los instersiticios del set flotan el ambiente Avant Garde- europeísta de la bella "From" o el blues libre de "Le Beau Galoup". Atención a los inéditos- en 1975- samplers acuáticos de "Tohubohu Part I".
En general, una verdadera rareza. Colgado y difícil de encasillar.
Bonus
* Marc Moulin nació en Bélgica. Fue periodista en la radio francesa, productor, tecladista y compositor.
* Formó parte de los technopop Télex y los progresivos- canterburianos Placebo, además de editar varios lps como solista y sembrar las primeras semillas de la fusión jazz-rock.
* Editó discos por Blue Note y llegó a los 00´s fusionando electrónica y jazz. ("Entertainment", 04). Murió en 2008.
En general, una verdadera rareza. Colgado y difícil de encasillar.
Bonus
* Marc Moulin nació en Bélgica. Fue periodista en la radio francesa, productor, tecladista y compositor.
* Formó parte de los technopop Télex y los progresivos- canterburianos Placebo, además de editar varios lps como solista y sembrar las primeras semillas de la fusión jazz-rock.
* Editó discos por Blue Note y llegó a los 00´s fusionando electrónica y jazz. ("Entertainment", 04). Murió en 2008.
martes, 18 de enero de 2011
Discos: Kimono my house (Sparks, 1974)
Género: canciones para energizar tus días de verano
Si a comienzos de los 70´s Roxy Music representaba una vanguardia completamente inalcanzable para el canon rockero, los Sparks parecían anticipar en varios años los guiños de la New Wave por venir.
Su disco más redondo, el clásico "Kimono my house", todavía suena -a casi 40 años de editado- asombrosamente nuevo.
Barroquismo teatral y un olfato pop avanzado para la época. Canciones épicas y estructuras osadas. Magnanimidad y dinamismo al mismo tiempo. Citas humorísticas -en sus letras- a la cultura pop. Un combo difícil de encajar en el imaginario rockero de primera mitad de los 70´s.
Brevemente, hay que decir que Sparks fue el dúo que los hermanos Ron y Russell Mael formaron en Los Angeles en 1970. Luego de un par de reseñas favorables en los tabloides británicos viajaron a Londres, donde reclutaron un nuevo line up para la banda. Firmaron para Island Records y entre diciembre del 73 y febrero del 74 registraron su tercer larga duración.
La antológica aparición del dúo en la BBC tocando "This Town Ain't Big Enough for Both of Us" (primer single del álbum) permanecerá en los anales de la historia del rock. "Amateur hour", por su parte, es Blondie un par de años antes: afilada, barroca, irresistiblemente pop.
El inicio dramático de "Falling In Love With Myself Again" le da paso a una balada de trasnoche y tintes épicos, mientras que "Thank God It's Not Christmas" y "Talent Is An Asset" adelantan el calendario New Wave al menos 5 años. "Equator" (el cierre del álbum) es un blues lisérgico, fuera de foco y decadente y "Hasta Mañana, Monsieur" lee a los contemporáneos Roxy con más desparpajo que los propios Ferry y Manzanera...
En fin, son muchos los tesoros a lo largo de esta obra maestra. A cierto exceso de barroqusimo (sobre todo en el falsetto repetitivo de Russell) "Kimono my house" le opone una fuerza arrolladora en ideas y dinámicas. Esas que lo convierten en un disco irresistible.
Energizante. Raro y adelantado. Siempre nuevo a todo.
* "This Town Ain't Big Enough for Both of Us" fue versionada por Siouxsie and the Banshees (una de la tantas bandas influidas por los hermanos Mael) en su disco de covers "Through the lookin´glass" de 1987.
* Fan confeso desde aquellos 70´s, en 2004 Morrissey invitó a los Sparks a tocar en el Meltdown Festival.
lunes, 17 de enero de 2011
Cine: Somewhere (Sofia Coppola, 2010)
Valga el chiste con el afiche de la peli: nada nuevo bajo el sol.
Coppola sigue haciendo bien lo que siempre hizo bien: estilizar el cine. Filmar "lindo" y con "buen gusto". Al igual que en "Lost in translation", aquí entrega varias escenas de alto vuelo cinematográfico.
El sentido del humor entre sutil e infantil (siempre a un paso de echarse a perder con la repetición) sigue presente, al igual que sus exquisitos soundtracks: donde alguna vez sus socios fueron AIR y Radio Dept. hoy son los franceses Phoenix los que le ponen clima a esa Los Angeles donde transcurre la acción de "Somewhere".
Pero Sofía nos sigue debiendo algo más de peso en su cine. Algo que trascienda (un poquitito aunque sea) la belleza naif de sus imágenes. Historias con un poco más de densidad que el verosímil un tanto simplón al que parece recurrir, a esta altura, más por sus propias limitaciones como cineasta que como opción narrativa.
Un vistazo a la historia que cuenta "Somewhere" (y sobre todo su absurdo final "con mensaje") nos dice que la hija de Francis desaprovechó otra oportunidad para dar un paso más allá.
(Eso sí, antológicos 15 segundos de Benicio del Toro. Lo mejor de la peli).
miércoles, 12 de enero de 2011
Discos: Sunflower (Beach Boys, 1970)
Género: agregale música a tu día... Otra joyita perdida de los Beach Boys.
El álbum No. 21 en la carrera de los Beach Boys fue, además, el primero para el sello Reprise Records luego de años bajo la tutela de Capitol.
En su momento "Sunflower" (que fue compuesto y grabado en distintos momentos entre enero de 1969 y julio de 1970) pasó relativamente desapercibido para el público, aunque la prensa le dio buenas críticas. Como dato, fue el álbum de los rubios surfistas de menor permanencia en el ranking americano hasta ese momento.
Sin embargo -como suele suceder con la buena y perdurable música- el tiempo pondría las cosas en su lugar y le haría justicia a un muy buen disco. Etéreo, como suspendido entre nubes: algunas de las imágenes que sugiere esta música por momentos celestial.
"Slip On Through" (del Wilson maldito, Dennis) es un gran comienzo: pop redondo con algunos condimentos sonoros que años más tarde descubriríamos en su fantástico solista "Pacific ocean blue".
Brian toma la batuta con su sello característico en otra gema perfecta: "This whole world". Campaniles, paradas y retomes: todos los trucos de la mejor música. El tándem inicial cierra allá arriba con el primer single del disco: "Add music to your day".
Dennis le pone un poco de rock and roll y filo al set con "It´s about time" y "Got to know the woman", en saludable tensión con los momentos más idílicos, como la fantasmática "All I wanna do" y la pastoral "At my window".
En esas aparentes contradicciones -en líneas generales, entre la aspiración a la perfección pop de Brian y la "suciedad" sonora y rockera de Dennis- sin embargo, "Sunflower" muestra su rostro vital, fresco.Y coherente.
El cierre es con esa mini sinfonía vocal y lisérgica que es "Cool cool water". Cinco minutos colgados de alguna nube lejana.
Cronología cercana
20/20 (1969)- Sunflower (1970)- Surf´s up (1971)
martes, 11 de enero de 2011
Noches de verano con Joe Henry
Hay algo adictivo en "Scar", de Joe Henry.
Espíritu de jazz y de cocktail solitario.
El soundtrack ideal para estos atardeceres largos & lánguidos de verano.
El soundtrack ideal para estos atardeceres largos & lánguidos de verano.
Confort y reposo después del caos urbano.
Y adentro una música lenta, por momentos al borde del tedio vital.
Joe Henry, Scar. Mammoth Records (2001).
lunes, 10 de enero de 2011
Discos: Tearing Up the Album Charts (Go-Kart Mozart, 2005)
Género: Lawrence goes pop!
Cada tanto aparece uno de esos discos que nos recuerdan que hacer música es -ante todo- combinar sonidos, crear melodías y poner a volar todo sobre ritmos que contagien.
Nada tan complicado, después de todo.
Cada tanto aparece uno de esos discos que nos recuerdan que hacer música es -ante todo- combinar sonidos, crear melodías y poner a volar todo sobre ritmos que contagien.
Nada tan complicado, después de todo.
Esta es la lección que nos enseñan los Go-Kart Mozart, el último proyecto- a la fecha- de Lawrence Hayward, ex líder de los influyentes Felt y posterior factóctum detrás de Denim.
Su segundo álbum, "Tearing the album chart" es un desfile de pequeñas infantilidades pop. Editado en 2005 por West Midlands Records, lo que prevalece aquí es la búsqueda de la inocencia del primer pop y el primer rock and roll. Temas breves que hablan de la felicidad de hacer música.
Su segundo álbum, "Tearing the album chart" es un desfile de pequeñas infantilidades pop. Editado en 2005 por West Midlands Records, lo que prevalece aquí es la búsqueda de la inocencia del primer pop y el primer rock and roll. Temas breves que hablan de la felicidad de hacer música.
De hecho, Lawrence se disfraza de un Lou Reed con Casiotone para rockear en las energéticas "Listening To Marmalade", "At The Ddu" y por supuesto, "Electric Rock & Roll". Por su parte, "Glorious chorus" y "Summer is here" irradian luz plena en coros, armonías y ritmos simples.
¿Y qué decir del synth pop de videojuego "Donna & The Dopefiends" o de carroussel psicodélico de "Fuzzy Duck"? ¡Nunca semejantes pavadas resultaron tan encantadoras!
Lejos de la melancolía otoñal de Felt, Lawrence y los suyos se largan aquí en busca de la melodía pop perfecta.
¿Y qué decir del synth pop de videojuego "Donna & The Dopefiends" o de carroussel psicodélico de "Fuzzy Duck"? ¡Nunca semejantes pavadas resultaron tan encantadoras!
Lejos de la melancolía otoñal de Felt, Lawrence y los suyos se largan aquí en busca de la melodía pop perfecta.
viernes, 7 de enero de 2011
Discos: Out of the blue (Electric Light Orchestra, 1977)
Género: sinfonía pop multicolor... para tu fin de semana de verano.
En la cima de sus poderes creativos, la Electric Light Orchestra venía de barrer todo a su paso con el exitoso tour de "A new world record". Y antes de conquistar los charts mundiales con "Last train to London" (1979) entregó el fantástico lp doble que hoy revisitamos.
Fruto de una verdadera catarsis creativa (Jeff Lynne terminó escribiendo todas las canciones en tres semanas luego de un atasco creativo en Suiza) "Out of the blue" se grabó durante tres meses en Munich. Fue editado en octubre del ´77 y vendió 4 millones de copias sólo por pedidos anticipados. Inmediatamente se convirtió en Multiplatino.
En lo musical, estamos ante un álbum excesivo, sí, pero con varias joyas por descubrir. Expansivo, variado y entretenido, este monumento pop llama la atención todavía hoy por su energía y sus derrame de ideas: 17 canciones de un barroquismo sólo perdonable en medio de tanto talento y musicalidad.
De esto último hay pruebas de sobra. El comienzo a puro vértigo de "Turn to stone" (con sus magistrales matices de intensidad) y la agridulce "It´s over", a mitad de camino entre la balada y el sinfonismo. Coros, arreglos, pura música. Siempre con Beatles como norte y el agregado de capas y capas de teclados y cuerdas como sistema.
Luego tenemos los bríos luminosos de "Night in the city" y la cinematográfica "Standing in the rain", que abre la mini suite que ocupaba el lado 3 del lp ("Concerto for a rainy day").
Pero hay más tela para cortar, a pesar del empalagamiento y la grandilocuencia orquestal clásica de los británicos (que a muchos suele desalentar). El poder del grupo para las baladas queda evidenciado en "Big wheels" (con sus coros monacales y sus capas armónicas) y la maestría pop para cerrar canciones nos regala "Summer and lighting" y "Sweet is the night" ¡Esto es música pop sin complejos!
¿Algo de experimentación? Ahí está "The whale", con sus sintetizadores pasando de canales. La banda rockea en la vieja escuela con "Birmingham blues", sin olvidarnos de la saltarina y contagiosa "Mr. Blue sky".
¿Algo de experimentación? Ahí está "The whale", con sus sintetizadores pasando de canales. La banda rockea en la vieja escuela con "Birmingham blues", sin olvidarnos de la saltarina y contagiosa "Mr. Blue sky".
jueves, 6 de enero de 2011
Discos: Who came first (Pete Townshend, 1972)
Género: Pete vino primero
Siempre fue raro el talento cancionístico de Pete Townshend. Un ADN lírico y armónico difícil de encasillar. Parecido sólo a sí mismo.
En 1972- y tras el abortado proyecto de un álbum conceptual con los Who ("Lifehouse")- Pete decidió tomarse un respiro y grabar sus propias canciones por separado.
El resultado fue su primer álbum solista, "Who came first". Un set curioso, lejos del poderío bombástico del cuarteto londinense y más cercano a un tono intimista, relajado y directo. El otro vector que guía estas canciones es el homenaje de Townshend a su gurú espiritual, Meher Baba. De hecho, varios temas tienen que ver- directa o indirectamente- con su figura.
"Pure and easy" (uno de los dos temas que iban a ser parte de "Lifehouse" junto con "Let´s see action") marcan el tono de todo el álbum: cristalinidad, pureza en sonido y arreglos. "Evolution" es una rareza, cantada por el camarada Ronnie Lane, de los Faces y "Forevers no time at all" desgrana preciosas melodías en el falsetto de Townshend.
El desfile de citas e influencias de Meher Baba pasa por "There's A Heartache Following Me" (una tonada de Jim Reeves favorita del gurú indio) y la acústica "Parvadigar": la adaptación musical que Pete hizo de la plegaria universal de Baba.
Sin embargo, todo el disco respira espiritualidad y fluidez. Como una verdadera "desintoxicación sonora" del poderío infeccioso de los Who y la búsqueda personal de Townshend de un ideal de pureza.
En la bella "Time is passing"- para seguir con el repaso- escuchamos a Pete cantar: "My heart has heard the sound of harmony/ Blind to it, as my tears fall again/ It's only by the music I'll be free" y "Sheraton Gibson" es una reflexión sobre la vida en la carretera, decorada bonitamente con mandolinas y los sintetizadores con los que el líder de The Who ya experimentaba por aquellos años.
Cronología The Who/ Pete Townshend
Who´s next (1971)- Who came first (1972)- Quadrophenia (1973)
martes, 4 de enero de 2011
Discos: Computerwelt (Kraftwerk, 1981)
Género: Interpol and Deutsche Bank, FBI and Scotland Yard...
Luego de alcanzar su obra maestra Die Mensch-Maschine en 1978, los Kraftwerk se tomaron tres años para volver al Kling Klang Studio, en Düsseldorf.
Allí, entre 1979 y 1980 registraron Computer world. Un disco a menudo relegado dentro de la discografía "clásica" de los alemanes ("Radio activity", "Autobahn", "Trans Europe Express") pero que sin embargo tiene sus momentos.
De sonido relajado y paisajístico, sostenido en estructuras semi vacías, el álbum tiene un comienzo sólido con "Computer world": una música inoxidable que da paso a las menores "Pocket calculator" y "Numbers". Ejercicios de electrónica futurista sin demasiada inspiración.
El buen rumbo se retoma con la línea flotante de "Computer love" (del que los Coldplay tomaron "prestada" su melodía en algún tema de "X&Y") y continúa allí arriba con "Home computer", antes del cierre techno dark de "It's More Fun to Compute".
Al igual que sus dos lps anteriores, "Computerweilt" fue editado por separado con sus letras en inglés y alemán. En julio de 1981 el grupo editó en Inglaterra un doble A-side single con "Computer love" y "The model", de "The man machine".
Kraftwerk- discografía cercana
The man- machine (1978)- Computer world (1981)- Electric cafe (1986)
Los hombres robot en 1981
Al igual que sus dos lps anteriores, "Computerweilt" fue editado por separado con sus letras en inglés y alemán. En julio de 1981 el grupo editó en Inglaterra un doble A-side single con "Computer love" y "The model", de "The man machine".
Kraftwerk- discografía cercana
The man- machine (1978)- Computer world (1981)- Electric cafe (1986)
Los hombres robot en 1981
Ralf Hütter: voice, vocoder, synthesizer, orchestron, synthanorma sequenzer, keyboards, electronics, producer
Florian Schneider: vocoder, speech synthesis, synthesizer, electronics, producer
Karl Bartos: electronic percussion
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