Después de 14 años de espera, finalmente se editó "Chinese democracy". Lo primero que escucho acá es un barroqusimo auditivo que tiende a cansar. Y- al menos en una primera escucha- falta de buenos temas. ¿Estarán escondidos debajo de toda la parafernalia orquestal?
"Chinese..." no es un disco de rock industrial, al estilo NIN, tal cual se había prometido. Es un disco de un rock bastante pomposo, que habla desde un oscuro mundo propio (hay que reconocer que Axl, a partir de los "Use your illusion" logró construir esa imagen de artista con su propia "visión", sus "demonios" y demás). Sonoramente, si bien no se escucha "atemporal", tampoco remite a un momento actual. No es nuevo: no suena a "hoy", pero tampoco tiene una data espacio temporal precisa.
Si bien Guns mantuvo el nombre, nada está más lejos de la idea de "banda" que este disco. Y eso duele un poco. Pensar que alguna vez fuero una gran banda de rock pesado, Slashes y Duffs e Izzies mediante. Las guitarras ahora suenan a "clínica de rock", a músicos sesionistas. Muy cerca del laboratorio, bastante lejos de la transpiración.
Son 14 temas en más de 70 minutos, creo. Demasiado largo ¡Ya no se hacen discos así, Axl! El disco va recorriendo estilos: arranca rocker y con algunos buenos riffs, y pronto se va a mid tempos algo más interesantes. Pero a la altura del tema 6 (Catcher ´n the rye) se ahoga en su propio peso, en su lava pesada.
Pero de todos modos, está bueno escuchar qué tiene para decir despues de tanto tiempo un artista como Axl. Guns ´n Roses fue una muy buena banda de rock, acrecentada por la nostalgia y por el vacío que dejaron vacante las mediocres bandas pesadas que surgieron después de ellos. Es en ese contexto que vale la pena escuchar "Chinese democracy", supongo. Para ver cómo Rose revalida (si es que lo logra) sus pergaminos.
Lo nuevo de Metallica, en primera escucha, me gustó. Y mucho. A diferencia del disco de Guns, "Death magnetic" suena suelto, free. Esto puede sonar paradójido en una música de fuerte carga estructural, de formas. Pero de todos modos, lo que suena libre y desprejuiciado es el aproach, el feeling. La batería de Ulrich, por ejemplo, nunca satura. Suena potente y precisa como siempre, pero respeta un sonido orgánico que logra hacer volar los temas.
Parece un lugar obvio decirlo así, pero pareciera que los Metallica se cansaron de los discursos, de los prejuicios de sus fans, de todo, y decidieron volver a hacer lo que mejor saben: excelente música pesada.
No soy especialista en Metallica, aunque siempre me parecieron una tremenda banda de rock. No se a que suena el disco (supongo que a algo entre "Master of puppets" y "And justice for all") pero me gusta mucho. Dinámicas, partes, riffs demoledores y una nueva concentración en el espectro blacksabbathiano. El lugar del que nunca se tendrían que haber ido.