sábado, 29 de mayo de 2010

Soundtrack de hoy: Pink moon (1972)

Fin de semana de bosque y playa. Y rodeado de pinos y soledad, un disco capaz de competirle al silencio (y hasta incluso sonar mejor que él).

Pink moon fue la obra maestra de Nick Drake. Un disco esquelético, donde todo se reduce a lo mínimo. Hay que escuchar esos ejercicios vocales de Nick a la altura de "Parasite" (a la manera de un Joao Gilberto folk) para entender el misterio solitario de todo el álbum: un hombre, una voz, una guitarra. Y eso es todo.

El resto es leyenda: un chico deprimido que lleva las cintas con sus últimas canciones y las deja en la recepción de la compañía grabadora, no esperando nada en absoluto. Esas cintas contenían poco más de 28 minutos de música.

Nada menos que Pink moon.

martes, 25 de mayo de 2010

Soundtrack de hoy: Recurring dream- The very best of Crowded House

Los australianos Crowded House fueron bastante más que "Don´t dream it´s over". Por un fugaz momento fueron la mejor banda pop de herencia Beatle.

Eso fue en la segunda mitad de los ochentas. El cambio de década, sin embargo, los agarró un tanto a contramano de las nuevas tendencias y luego de cuatro buenos discos, la banda terminó separándose.

Recurring dream es un digno testamento para este talentoso grupo comandado por el songwritter Neil Finn. 19 pequeñas gemas pop para cantar en días de otoño- radiantes como el de hoy. Un 25 de mayo de pleno festejo patrio por el Bicentenario.

Momentos favoritos: la concentración melódica pop de "Weather with you", la energía de "World where you live", la melancolía de "Fall at your feet" y "Distant sun" y la perfección, nuevamente pop, de "Better be home soon".  

domingo, 23 de mayo de 2010

Soundtrack de hoy: Live at the BBC (The Housemartins)

Domingo gris de Bicentenario en Buenos Aires.

Nos quedamos adentro hoy, con estas canciones levanta-ánimo de los Housemartins. Una especie de aperitivo mientras preparamos un largo post dedicado a estos "fab four" de Hull.

Este Live at the BBC recopila diversas actuaciones del grupo para la famosa cadena británica, desde John Peel Shows hasta festivales como Glastonbury 86 transmitidos en exclusivo para la radio.

Algunas gemas: las versiones a cappella de "Happy hour" (el primer single exitoso de los Martins) y "Pickin´the blues" (cortina del John Peel Show) y las energéticas versiones en vivo de "Me and the farmer", "The world´s on fire" y "The people who grinned themselves to death", además de lados B y temas que nunca aparecieron en los álbumes de estudio.

jueves, 20 de mayo de 2010

Discos: Too-Rye-Ay (Dexys Midnight Runners, 1982)

Elegantes, Mod, brillantes...Tantas cosas podrían decirse de los discos de los Dexys Midnight Runners. Especialmente los dos primeros, "Searchin for the young soul rebels" (1980) y este "Too-Rye-Ay", editado en 1982.

Una influencia tan decisiva en los Blur y en Franz Ferdinand, por ejemplo, como Beatles o Kinks. Sin embargo, el influjo del grupo de Kevin Rowland suele pasarse por alto, vaya a saberse por qué.

Hijos generacionales del post punk, los Dexys pronto apuntaron a otra cosa y confraternizaron con la herencia ideológica del Mod y la influencia musical del Northern Soul. De todos modos, esas influencias siempre fueron sutiles en los de Birmingham. Están ahí, aunque no como meras citas: hacen al cóctel musical sin mostrar los componentes.
La estética de los Dexys fue otro punto fuerte para el despegue, tomando elementos de la cultura de los 60´s, junto a unas letras que podían mixturar aspectos religiosos con una mirada romántica de las relaciones cotidianas, alejadas del nihilismo punk y el contexto de individualismo de la naciente "era Thatcher". 

Al igual que el lp debut, "Too-Rye-Ay" tiene muy buenos momentos. Ya desde el comienzo (con "The Celtic Soul Brothers") queda clara la influencia irlandesa que va a teñir sutilmente todo el álbum. Esos aires de danza étnica van dando la nota para un disco destinado a contagiar optimismo. "Let´s make it precious" muestra la veta ska siempre presente en los Dexys y funciona como manifiesto "anti rock" o "anti guitarras", si se quiere: "First let's hear somebody sing me a record/ That cries pure and true/ No not those guitars. They're too noisy and crude". Toda una declaración de principios.

Los aires de vodeville vuelven con "All in All (This One Last Wild Waltz)" y sus exquisitos coros souleros, para desembocar en la cita/ homenaje a Irlanda (y a un irlandés ilustre) con el cover de "Jackie Wilson Said (I'm in Heaven When You Smile)", de Van Morrison. 

En la segunda mitad, una intro de piano le da comienzo a "Plan B", que crece en intensidad y hasta se pasea por citas al Bill Withers de "Lean on me". De ahí nos enganchamos a "I´ll show you"  hasta llegar a la coheniana "Liars A to E", sobre todo por el tratamiento de esos coros femeninos contrastados con la voz de Rowlands (vamos, y la canción se parece bastante a "Closing time", del gran Leonard).

El cierre es con el único hit que tuvieron los Dexys en toda su carrera, "Come on Eileen".

miércoles, 19 de mayo de 2010

Soundtrack de hoy: Paul´s boutique (Beastie Boys, 1989)

Si bien todo el hip hop tiene un feeling urbano, Paul´s Boutique sigue siendo un gran soundtrack para la violencia, el ruido y la basura de una gran ciudad. 

Históricamente, Paul´s... siempre quedó un poco sepultado entre la irrupción de "Licensed to ill" (86) y el resurgimiento y pico creativo de los Beasties (nunca superado) de "Check your head" (92). Presionados por repetir el éxito inicial, el grupo se salió con un disco variado y críptico al mismo tiempo. Bastante experimental y rupturista del género, visto a la distancia.

Plagado de samplers que ya tenían listos los Dust Brothers en la preproducción, el disco se armó entre Los Angeles y la casa de Adam Yauch en Brooklyn y se mezcló en Record Plant de New York. La mejor combustión tarda en arrancar, pero llega a la altura de "The sound of science", "3- minute rule" y "Hey ladies". Y estalla con "Looking down the barrel of a gun".

Bonus
La foto de tapa (una esquina de Ludlow Street, en el Lower East Side de New York) actualmente figura en las guías como parte del circuito rockero de la ciudad.

Los chicos quieren rock (y cumplen 21 años)

Los chicos quieren rock, de los Ratones Paranoicos cumplió 21 años. 

Qué buena oportunidad para decir lo que siempre quisimos decir sobre Juanse y cía. Y de paso, link a la nota de Radar

1.- Ratones Paranoicos: muy probablemente, la mejor banda de rock and roll de este bendito país. 

2.- Y Juanse uno de los mejores letristas dentro de su género (que dicho sea de paso, nunca sabremos muy bien cuál es). Podríamos hablar horas de esto...de ese subgénero que encontró y pulió él mismo. De lo bien que entran las palabras que pone en las canciones (eso es "feeling"). Callejero y sofisticado a la vez. Dandy y  pordiosero. Punk y jet set. Sucio y elegante. ¿Poético? Si, por momentos también. 

Grandes frases/ letras/ palabras de Juanse (quedan muchísimas afuera): 
-"Me quemo en el gas/ sobre la calle/ la noche y el frío hielan la sangre/ mi vida lujosa es sobre Lavalle" (Rock de la calle)
-"Yo quiero ser un héroe/ Que toda la gente se crea/ Que sólo tomo vino del peor/ Que soy un bolchevique" (Ya morí)
-"La Boca es un infierno/ el cielo está turquesa" (Isabel)
-"Vacaciones en hotel/ toneladas de mugre" (Sucio gas)
-"Cuando salgo a caminar por la cornisa/ Mis amigos que me obligan a saltar/ Esta claro ya no tengo alternativa/ Que agradable es ser de acá" (Ceremonia)
-"Nadan sobre mi/ Los efectos del final" (Cielo boogie)
-"Hola Polanski/ la lluvia es de héroes/ las sillas del hotel están en mi living" (Lluvia de héroes)

4. -Ratones: la pesadilla de todas las banditas stone y barriales posteriores (sus hijos bobos). Porque todos deben querer ser como ellos ("¡es fácil boludo!") pero NADIE puede componer esos temas. ¿De cuántos temas buenos estamos hablando? ¿15, 20? Ya nadie tiene un background así de canciones. 

5.- Mejor disco de Ratones: Fieras lunáticas (91), Los chicos quieren rock (88).

6.- Top 10 temas Paranoicos: "Sucio gas", "Ceremonia", "La nave", "Isabel", "Cielo boogie", "Rainbow", "Sucia estrella", "Rock de la calle", "El hada violada", "Shadow & thunder".

¡Y felices 21!

martes, 18 de mayo de 2010

Discos: Love zombies (Monochrome Set, 1980)

Los Monochrome Set se formaron en Hornsey, suburbios de Londres, en 1978 como un desprendimiento de The B- Sides, entre cuyas filas se encontraba Adam Ant. Luego de grabar varios singles para Rough Trade, en 1979 registraron su primer larga duración, "Strange boutique", editado recién en 1980. El mismo año apareció su segundo álbum, "Love zombies".

Lo primero que llama la atención de los Monochrome es su desparpajo y la forma descontracturada de orquestar su delirio. Algo que nos transporta más de 30 años hacia adelante para linkearlos con los actualísimos Vampire Weekend, por ejemplo. O con momentos de Johnatan Richman. Una salida original al punk del 78 en adelante, rebuscando en raíces muy distintas de aquellas a las que echaron mano las bandas emblemáticas de aquel segundo big bang. El grupo, sin embargo, pasó desapercibido para la historia "oficial" del rock.

"Love zombies" es un disco bastante asombroso. A cada paso parece tomar una dirección distinta. El tema de que da nombre al disco es una alucinada marcha inaugural, mientras que "Adeste fideles" es un pop cambiante, con algo de Kinks pero de resultado inclasificable. El instrumental "405 lines" tiene aires de zapada de un free jazz españolizado y "B-I-D Spells BID" es un vals irregular que bromea sobre el nombre del cantante de la banda de origen indio, Bid (cuyo nombre verdadero es Ganesh Seshadri).

"R.S.V.P.", por su parte, sorprende con sus aires jazzy/ rockabilly y su letra en francés, mientras que "Karma Suture" es otro pop encantador con los mismos aires pero suspendidos en el aire, redondeando el mejor momento del álbum. A esta altura caemos en la cuenta de todas las libertades que se ha tomado la banda para abordar estilos y matices y mantenernos siempre atentos como oyentes.

Para el final otro instrumental, "In love, Cancer?" deja la puerta abierta para que entre aire y volvamos al comienzo, a sorprendernos otra vez con esta banda inclasificable.

Bonus  
Las letras escritas por Bid reflejaban situaciones cotidianas, aunque con un toque de humor oscuro e inteligente que captó el interés de un joven Morrissey. De hecho, los MS eran una de las bandas favoritas tanto de Mozz como de Johnny Marr antes de formar The Smiths. 

Otros fans confesos del grupo son Graham Coxon, Norman Cook y Alex Kapranos.

domingo, 16 de mayo de 2010

Soundtrack de hoy: Play deep funk (2007)

Para ponerle groove y temperatura a este domingo frío, hoy suena The Sound Stylistics.

Algo así como un "dream team" de músicos y productores cercanos al funk y sus alrededores. En el combo tocan miembros de Jamiroquai, Brand New Heavies, The James Taylor Quartet y The Herbaliser, entre otros.

Grabado en 2001 pero editado recién en 2007, Play deep funk fue su primer disco, al que se agrega "Greasin the wheels", de 2009.

¿La música? Un adictivo cóctel de blaxploitation, deep funk y mucho wah wah. Sin voces, sin tema. Sólo pura música para escuchar en eterno repeat... ¡hasta que tus oídos queden groovificados!

sábado, 15 de mayo de 2010

Soundtrack de hoy: Phaedra (Tangerine Dream, 1974)

Día nublado en Buenos Aires.

Como siempre, los sábados nos encuentran buscando el soundtrack que nos descontamine los oídos y nos baje los decibeles, después de una noche de seis horas pasando música.

Hoy el ascenso atmosférico lo proporciona Phaedra, de Tangerine Dream. Grabado en 1974, éste tal vez sea el mejor disco (o uno de los mejores) de los alemanes cósmicos.

Flotación y paisajes que se suceden.

viernes, 14 de mayo de 2010

Discos: Dog man star (The London Suede, 1994)


Podríamos hablar con el mismo fervor de cualquiera de los tres primeros discos de Suede, pero hoy la mañana nos encontró revisitando "Dog man star", su segundo álbum. 

Pasado el furor y la histeria desatada por su debut ("Suede", 1993) Brett Anderson y los suyos se abocaron a la grabación de un sucesor ambicioso, explícitamente apartado del rumbo que comenzaba a tomar el Brit Pop por entonces.

Ni hooligans cerveceros como los Oasis ni nerds de escuela de diseño como Blur. Lo que los Suede querían rescatar aquí no era a los Who ni a los Kinks, sino la tradición más glam y barroca de David Bowie (no casualmente, el título del álbum juguetea entre "Diamond dogs" y "Starman") y Roxy Music.

Pero la cosa no fue fácil. La tensa relación entre Bernard Butler y el resto de la banda había alcanzado picos insostenibles. Sumado a eso, el divismo de Brett Anderson terminó de armar el cóctel explosivo. En lo musical también hubo disputas: Butler pugnaba por un disco mucho más experimental, arriesgado (ahí está la extensa "The ashpalt world", de 25 minutos en el demo original) para atestiguarlo). En medio del proceso de grabación el talentoso guitarrista, descontento con la producción de Ed Buller, puso a la banda entre la espada y la pared y terminó dando el portazo con el disco a medio terminar.

Barroco, trabajado orfebremente hasta el detalle, "Dog man star" fue editado finalmente por el sello Nude el 10 de agosto de 1994.

Yendo a los temas, "Introducing the band" levanta el telón a pura marcha psicodélica, en un disco dominado por tiempos lentos, expansivos. La letra es una de las tantas que Brett Anderson escribió influido por el consumo de ácidos. Le siguen los dos temas más sólidos del set: "We are the pigs" podría estar en el primer lp, aunque aquí el tratamiento es grandilocuente e incopora trompetas y un wall of sound denso. La letra está inspirada en disturbios callejeros, asimilando los cerdos de la fotografía del single con civiles golpeados. La tríada inicial cierra con "Heroine", donde se lucen los arabescos y recursos de Butler. La canción  ausculta- como en otros temas del álbum- el universo hollywoodense: personajes en busca de heroínas o fascinados con vidas (y muertes) célebres.

"The wild ones" es una gran balada con Anderson en primerísimo primer plano y un cierre pop magistral. El disco vuelve a abrirse con la limpia "The power", otro de los highlights de "Dog man star". Al parecer, hubo que transcribir nota por nota el solo que Butler había ideado en el demo, ya que el guitarrista ya no formaba filas para el momento de la grabación.

"New generation" levanta en un pasaje "explícitamente Bowie" (más puntualmente,  circa "Heroes") con una letra que bien podría definir a la generación del Extasis y otras drogas sociales tan en boga a comienzos de los 90. "This Hollywood life" es un blues rabioso y glamoroso, el último pico de electrificación antes del descenso de la última parte del disco.

Ese último tramo- es cierto- está un poco saturado de orquestaciones, como en "The 2 of us" y "Black or blue". Con "The asphalt world" (que finalmente quedó editada en poco más de 9 minutos) se libera un espíritu de jam, de zapada psicodélica inédita hasta allí para los Suede. La letra narra los vaivenes de una pareja conectada a través de las drogas, con un trasfondo netamente urbano (desde siempre, el escenario preferido de la pluma de Brett Anderson): "sometimes we ride in a taxi to the ends of the city/ Like big stars in the back seat like skeletons ever so pretty").

La edición americana del disco incorpora un hidden track ("Modern boys") aparte de publicarse con el nombre del grupo cambiado a "The London Suede" por problemas legales.

Vistas a la distancia, las orquestaciones y el barroqusimo de "Dog man star" amenazan en varios pasajes con ahogar las canciones, pero aún así el disco está lleno de buenos momentos. Dos años después (y ya sin Bernard Buttler) los Suede se sacudirían las ornamentaciones para volver a las fuentes con el fantástico "Coming up".  El cierre de una trilogía inicial de altísimo nivel.

Suede- discografía cercana
Suede (1993)- Dog man star (1994)- Coming up (1996).

miércoles, 12 de mayo de 2010

Discos: Street hassle (Lou Reed, 1978)

Los años 70´s fueron fructíferos aunque desparejos para Lou Reed.

Luego de un comienzo tibio de su carrera solista ("Lou Reed", 1970) y de disfrutar sus quince minutos con "Transformer" (72) Lou cerró aquel primer lustro con el controvertido "Metal machine music" (75). Un producto invendible y un fracaso comercial y artístico que lo puso al borde de la quiebra.

Pero en el mismo 1975 Reed tuvo otra chance y logró salir a flote con "Coney Island Baby", un correcto disco de rock básico, sin gestos vanguardistas, que aún así se ubica entre lo mejor de su carrera. Otro buen álbum, "Rock and roll heart" (76) continuó en la senda de sonidos más ortodoxos, si se quiere.

Tras dos años de parate, no obstante, el ex Velvet volvió a sacudirse la modorra y en 1978 entró a los estudios Record Plant de New York para grabar "Street Hassle". Un disco que -mirado en perspectiva- bien puede ser el último de sus álbumes "malditos", verdaderamente "sucios".
  
"Street..." alterna entre los temas grabados en New York y canciones registradas en vivo en Munich. El comienzo es con "Gimmie some good times", un bizarro collage de viejos temas del propio Lou como "Sweet Jane" y voces que se doblan y superponen, creando un registro extrañamente irritante y desenfocado.

"Dirt", el segundo track, deja en claro que aquí nada será amigable. Tras una breve intro de un bajo y una guitarra ebrios, la voz de Reed gana el primer plano para construir un tema denso y arrastrado. El mejor Lou estaba de vuelta, con una letra que describe con saña y mala leche la mugre de gente que uno se cruza en una gran ciudad (desde siempre, el terreno de observación exclusivo de la pluma de Reed). Parafrasea y ridiculiza a los Clash cuando canta: "I fought the law/ and the law won".

La pieza central del álbum, no obstante, es la que le da nombre al disco. Una "oda" (como la homenajearon los fantásticos Spacemen 3) de casi 11 minutos dividida en tres partes. Con el telón de fondo de unas cuerdas de cámara, "Waltzing Mathilda" describe la aventura de una mujer en busca de un taxi boy, mientras que "Street Hassle" cuenta en tres minutos y medio y de forma descarnada como la mujer muere de sobredosis, todo contado a través de los ojos del taxi boy y un amigo. El final de la opereta es con "Slip away", que incluye un breve monólogo a cargo de un joven Bruce Springsteen.

Experimentación y libertad total para un Artista de rock.
  
El lado 2 comienza con la jazzeada "I wanna be black": un blues de cabaret con consumiciones de barbitúricos y una letra, aún hoy, incorrectístima: "I wanna be black, have natural rhythm/ Shoot twenty foot of jism too/ and fuck up the jews".  

"Real Good Time Together", por su parte, sigue con la experimentación y flota sobre guitarras y la voz de Lou, nuevamente doblada, a la que se suman unos extrañísimos coros femeninos. 
"Shooting Star" es Reed 100%: arrastrada, desprolija. Y de "Leave me alone" (aquí conocida por la poderosa versión de Sumo) podría decirse lo mismo: un tanque avanzando a pura cizaña para catalogar toda esa gente de mierda que uno quisiera sacarse de encima ("Don't you know some people, they just don't know when to stop/  And they're always the first to say, the state you come from").

El cierre es con "Wait", un tema algo más luminoso, después de los minutos que pasamos "en el sótano" de la conciencia de un Lou Reed venenoso y maldito, tal vez por última vez.

Lou Reed- discografía cercana
Rock and roll heart (1976)- Street Hassle (1978)- The bells (1979)

Garage rock de Los Angeles: The Standells

Hoy en Ultravivido nos damos una vuelta por Los Angeles en la década del 60. Allí, en 1962 el guitarrista Tony Valentino y el organista Larry Tamblyn formaron The Standells, uno de los grupos responsables del nacimiento del sonido garage.

En sus comienzos, la banda (completada por el baterista y cantante Dick Dood y el bajista Gary Lane) tocaba una mezcla de covers barnizados con algo de surf rock. Luego de varios singles y un lp debut firmado para Liberty, los Standells se pasaron a Tower Recods, donde grabaron su primer single exitoso: Dirty water, incluido en el álbum del mismo nombre y aparecido en 1966. Para esa época se toparon, además, con el productor Ed Cobb, quien además de componerle temas al grupo lo ayudó a pulir su sonido, luego asimilado como garage rock.

Con los años, sin embargo, la relación con Cobb se iría desgastando ante el creciente poder dictatorial del productor, que paulatinamente había comenzado a alejar al grupo de las decisiones musicales. 

Paralelamente, en los 60´s (y fiel al estilo de la época) los Standells hicieron una serie de apariciones televisivas como en la sitcom "The Munsters" (donde tocaron dos covers de The Beatles) y en films de bajo presupuesto como "Riot on sunset strip" y "Get yourself a college girl", en los que compartieron cartel con The Animals, Dave Clark Five y...Astrud Gilberto.

Una buena introducción a esta banda podría ser escuchar sus dos primeros lps: Dirty water (1966) y Why pick on me (alias "Sometimes Good Guys Don't Wear White") del mismo año. Entre covers ("19th nervous breakdown", "Hey Joe") y varios temas todavía influidos por la invasión Británica, ya destacan pequeñas gemas con el adn del sonido garage como "Medication"  y  "Batman".

Para chequear la influencia del cuarteto, basta mencionar que temas como "Sometimes Good Guys Don't Wear White" fueron versionados por los hardcore Minor Threat, los garageros suecos The Nomads y The Cramps. 

Discografía de The Standells
  • Dirty Water, 1966
  • Why Pick On Me (aka Sometimes Good Guys Don't Wear White), 1966
  • The Hot Ones! 1967
  • Try It, 1967
  • Riot on Sunset Strip, 1967
  • Rarities, 1984
  • Recorded live at PJ's San Francisco 1964, 1990
  • Ban This! (1999 live recordings) 2000
  • The Live Ones (1967 live recordings) 2001

lunes, 10 de mayo de 2010

Discos: Hejira (Joni Mitchell, 1976)

De viajes y viajeros solitarios

En árabe, "Hijra" significa "Viaje". Y más específicamente, la palabra hace referencia al viaje que realizaron el profeta Muhammad y sus seguidores, desde Mecca hasta Medina, en el año 622.

El mismo concepto es el que fluye a través de "Hejira", el disco que la canadiense Joni Mitchell grabó en 1976 y cuyas canciones fueron compuestas -precisamente- durante un viaje en auto desde Maine hasta Los Angeles. Segun la propia Joni, inspirada por "la dulce soledad del viajero solitario".

Postales en movimiento

Y aquí tenemos nueve canciones de tono intimista y paisajístico. Como escritas detrás del parabrisas, pero también en paradores y cafeterías. Deteniéndose a observar, recordando por un momento la gran ciudad y retomando el camino.

El comienzo es con los bríos de "Coyote", a veces un animal del desierto, otras, alguien que el observador recuerda y aparece como un espectro en diversos lugares de la carretera. En la canción, se lucen los arreglos de Jaco Pastorious (uno de los invitados del álbum) y sus clásicos armónicos de bajo fretless.

"Amelia" es tal vez una de las canciones más hermosas del songbook de Mitchell, alternando imágenes de la ruta y, de paso, reflexionando sobre el viaje en un sentido vital, de experiencia: "people will tell you where they´ve gone/ they tell you where to go/ but till you get there yourself you never really know". Aquí sobresalen los sutiles arreglos de vibes, a cargo de Victor Feldman. 

Para "Furry sings the blues" se suman otros colores y timbres musicales (Neil Young sopla una armónica tristona) para retratar a uno de esos personajes que cantan en bares olvidados de pueblos no menos olvidables. En el corazón del disco llega "Hejira" -la canción- con una climática música armada en torno al bajo de Pastorious, la guitarra de Joni y un fantasmal clarinete a cargo de Abe Most. El tema resume ese sentimiento que se apodera del viajero: "There´s comfort in melancholy/ when there´s no need to explain/ it´s just as natural as the weather/ in this moody sky today". Más adelante, en esa perfecta simbiosis de letra y ambiente que caracteriza a todo el álbum, el personaje continúa reflexionando: "I see something of myself in everyone/ just at this moment of the world". 

Otra veta de las letras es la epistolar. En "Song for Sharon" el personaje le explica a su destinatario los motivos de su vuelta a la gran ciudad, para "encarar el malfuncionamiento de mis sueños" y lidiar con la idea de libertad dentro de una relación matrimonial. En esa dimensión, Hejira es también un documento bastante descarnado, a pura honestidad. La gema aquí son esos coros doblados por la propia Joni, produciendo un efecto asombroso.

En el tramo final, "Black crow" levanta un poco el tempo ("soy un cuervo negro volando en un cielo azul" canta Mitchell) y "Blue motel room"se mueve por terrenos jazzeros, otro de los ambientes naturales de la canadiense. Para el cierre, nuestra viajera solitaria escribe su última postal, en la que nos cuenta que prefiere siempre ese "Refugio de los caminos" donde todo es "radiante felicidad, fácil y luminoso".

Bonus
Las hermosas fotos de tapa fueron tomadas a Joni en Lake Mendota, Wiscounsin, después de una tormenta de nieve. 

viernes, 7 de mayo de 2010

Discos: Sound affects (The Jam, 1980)

En 1980 los The Jam eran la banda más grande de Inglaterra. Ese año editaron el aventurado "Sound affects".  Si bien la posteridad le hizo más justicia a discos merecidamente clásicos como "This is the modern world" (77) y "All mod cons" (78) el quinto disco de Paul Weller y los suyos tiene los méritos necesarios para ser considerado otro clásico.

Por lo pronto, la banda da varios pasos adelante comparada con  aquellos palotes iniciales salidos de la efervescencia punk del ´77. En "Sound affects" la paleta sonora se amplía notablemente con  influencias como el Soul y el Rhythm & Blues. Influencias que años más tarde definirían el sonido de Style Council. Pero si hay algo que sorpende aquí es la libertad con la que el grupo manipula esos estilos, incorporándolos a la dinámica grupal.

"Pretty green" (el tema que Polydor hubiera preferido como primer single, en lugar de "Start!") abre el fuego a caballito de una base sólida que se suelta y se contrae, para darle paso a "Monday", una canción pop esquiva y de coros atractivos. "But i´m different now", por su parte, contiene la energía y nunca termina de soltarse del todo. 

Más cercana al primer Jam, "Set the house ablaze" gatilla con energía y un riff que los Strokes agradecerían con gentileza 20 años después. El tema presenta varias dinámicas, haciendo gala de las capacidades instrumentales de Weller y los suyos y creciendo en intensidad y dramatismo a partir de los 3 minutos y hasta el final. El clásico "Start" usa la cita del "Taxman" de George Harrison y el primer lado del álbum cierra con otro clásico del repertorio Jam: "That´s entertainment", una reflexión de corazón acústico sobre el ruido y la vacuidad de una vida moderna indolente, donde todo puede ser visto como "entretenimiento".

En la segunda mitad, "Dream time" recupera la energía y "Man in the corner shop" traza una melancólica viñeta urbana sobre un hombre harto de trabajar en una fábrica, anhelando ser como ese "hombre en la esquina", jefe de sí mismo y sin presiones. "Music for the last couple" recoge el guante de los sonidos post punk 78-79 (pasando inclusive por ciertos guiños ska en el medio) mientras que "Boy about town" cierra el disco con un pop energizante. Otra de las postales urbanas mordaces en la pluma de Paul Weller.

En las encuestas de lectores de fin de año, los Jam ganaron en todos los rubros: mejor álbum, mejor grupo y demás categorías. Estaban en la cima de Inglaterra.

Bonus
Las imágenes de tapa de "Sound affects" corresponden a diversos álbumes de efectos sonoros publicados por la BBC en la década de los 70´s.  

miércoles, 5 de mayo de 2010

Notas sobre Oasis (R.I.P.)

Con los hermanos Gallagher ya separados, acá van algunas notas para decir lo que siempre quisimos decir sobre los Oasis...

1- Oasis no se puede separar del momento de su aparición. Sacudieron la modorra post grunge con un soplo de aire fresco que renovó todo y volvió a poner en primer plano la URGENCIA. Y la urgencia tenía forma de grandes guitarras, sonido directo, canciones memorables y actitud vital. Cero oscuridad, 100% luz. Cero misterio, todo a la vista. Y por una vez ¡todos quisimos ser como ellos!

2- Oasis fue dos discos. Dos y nada más, digan lo que digan. El resto fue una lenta agonía (bueno, "agonía" tal vez sea una palabra un poco fuerte) con algunos momentos en que parecían "resucitar". Yo tengo mi teoría: simplemente, el "momento" había pasado (teoría que se corresponde con el punto 1). Ya nunca volverían a estar "en el momento preciso, a la hora señalada".

3- Nunca fueron buenos en vivo. Y eso me deja mis dudas acerca de si  realmente fueron o no una buena banda. Muy amargos, pero no en un sentido de "cope" arriba del escenario ni de demagogia, sino que parecían aburrirse hasta de tocar sus temas. Que por otra parte, en vivo sonaron siempre MAL.

4- Algún día escribiremos sobre "(What´s the story) Morning glory". Tal vez, el mejor disco de rock británico de los últimos 25 años. Los que defienden "Definitely maybe"...¡¡keep on suckin´it!! Es como decir que la mejor etapa de Maradona fue...en Argentinos Juniors.

5- La última banda con temas de verdad. La última de la que podés contar 10, 15 temas buenos. Fácil.

6- Cuando peor estética tuvieron (camisas tres talles más grandes con diseño de mantel, un baterista pelado, un bajista sacado de una neurocirujía) hicieron su mejor música. Y viceversa.

7- Liam Gallagher, un gran cantante de rock.

8- Lo que mejor sabía hacer Oasis: el ataque de los temas, esas gloriosas entradas a estrofas, puentes y estribillos. Melodías memorables y al mismo tiempo no-obvias. Lo peor: se pinchaban siempre en los finales, a veces demasiado demorados.

9- Ahora me pregunto por qué no volvieron a la urgencia de sus mejores canciones, su mejor fórmula (que sí, incluye "Definitely maybe" y cristalizó en "Morning glory"). ¿A quién le hubiera molestado que "no cambiasen"? No hay nada peor que los "aggiornamientos" al pedo...¡Si nunca nadie les pidió que hicieran "discos conceptuales"!

10- Siempre me pareció una boludez compararlos con Beatles. Porque en definitiva ¿quién no tiene algo, alguna vez, de los Beatles, más si sos británico? La comparación surgió cuando sonaba en las radios "Don´t look back in anger" con su pianito "lennoniano". Eso sirvió para que un montón de "sagaces" los compararan. Pero en todo lo demás, Oasis no tuvo nada de Beatles, sacando giros melódicos aquí y allá, como cualquiera. Eran maximalistas, gruesos, apuntaban a un rock de riffs y de volumen. No les interesaba el impresionismo ni la calidez intimista ¿Qué tiene de Beatle eso?

11- ¿Deberían reunirse? ¿Los vamos a extrañar? Yo personalmente siempre voy a extrañar la primera vez que vi el video de "Live forever", o cuando escuché los acordes inciales de "Hello". El mundo se encendió, por una vez, y mucho de lo que estaba alrededor nuestro tuvo sentido.

12- Top 15 de canciones de Oasis: "Morning glory", "Supersonic", "She´s electric", "Cast no shadow", "Hindu times", "Live forever", "Some might say", "Hello", "D´you know what I mean", "Roll it over", "The importance of being Idle", "Hey now", "The shock of lightning", "Wonderwall", "Fade in-out".

Discos: The Charlatans UK (The Charlatans, 1995)

Género: The Charlatans goes Stones

Nada mejor para estos días nublados, semi londinenses, que la compañía de The Charlatans. Una banda que bien podríamos definir como "amiga de la casa" por tantos buenos momentos en compañía de su música y sus discos.

Si bien en Ultravivido ya reseñamos dos álbumes de esta prolífica banda oriunda de Northwich ("Wonderland", de 2001 y "Us and us only" de 1999) hoy es el turno del que tal vez sea su disco más redondo, llamado simplemente The Charlatans UK

Grabado en 1995, el álbum encontró a la banda de Tim Burguess en el punto exacto de su coqueteo con el el rock clásico de los 70´s (con Rolling Stones y Faces como figuras inspiradoras) los toques de Soul siempre presentes en su música  y un leve aggiornamiento que los hace sonar contemporáneos.

El disco arranca recién con el groove funky de "Feeling holy". ¡Qué bien que entran a tiempo el bajo, las guitarras y ese Hammond! Una gran base tocada con mucho feeling y sudor valvular. Talentosos también para las lindas baladas, los mancunianos se despachan a continuación con "Just lookin", cosa de empezar a encaminar el disco.

"Crashin´in" (que funcionó como single adelanto del álbum) levanta la temperatura con un mid tempo repleto de sonido Brit: guitarras, Hammond, melodías arrastradas. Un piano gospel marca la intro para que la banda se suba de nuevo al groove en "Bullet comes", marcando uno de los grandes momentos del álbum a caballito del falsetto de Burguess. El disco vuelve a reposar con "Here comes a soul saver", mostrando el lado curativo y luminoso de la música de los Charlatans. Esto también es puro Soul.

En la segunda mitad, "Just when you´re thinkin´ things over" mantiene el clima con un pianito de clara inspiración Stone y una dinámica ágil cuyo desenlace llega recién en la segunda parte: una especie de relectura soulera de "Sympathy for the devil". Para "Tell everyone", por su parte, los Charlatans abrevan en su costado acústico y de fogón, en uno de los momentos más cálidos del set. 

En el último tramo al álbum tal vez le sobren algunos minutos (bien se podría haber editado en 42, 45 minutos en lugar de 52). "Tootache" es obviable y "No fiction" es otro ejercicio de balada soul-rock (es notable, ya lo dijimos alguna vez, el link que en ciertos momentos entablan los Charlatans con los Black Crowes, aunque los británicos siempre tendrán el encanto de lo brumoso, la densidad de pub que los americanos pierden con su maximalismo)

Para el final, el disco entrega otro momento luminoso con "See it through" y cierra con la jam "Thank you". 

Bonus
* The Charlatans UK fue el último disco tocado enteramente por Rob Collins, tecladista que murió en un accidente  de auto en  1996, mientras  la banda preparaba el sucesor de este disco, Tellin´stories

The Charlatans UK- discografía cercana
Up to Our Hips (1994)- The Charlatans (1995)- Tellin´stories (1997)

martes, 4 de mayo de 2010

Reviews: Higher than the Eiffel (Audio Bullys, 2010)

Por un lado, es una lástima que los Audio Bullys hayan ido cediendo poco a poco a los tics de la electrónica más mainstream, más remanida. 

Por el otro, es una pena que hayan abandonado los caminos que habían abierto en su magnífico debut (Ego war, 03) donde todo parecía nuevo, aún por descubrirse, a medida que cada track avanzaba. Un soplo de aire fresco, en aquel momento, en simultáneo con la llegada de otros grandes renovadores como The Streets y Royksopp. 

La cosa es que ya en Generation (05) estos chicos ingleses habían comenzado a patinar, resignando originalidad (aquella apropiación/ manipulación casi hooligan de los códigos de género, mezcando hip hop con buenos beats) y acercándose a un registro más "profesional", ansiosos por entrar en las pistas a nivel oficial (en un gesto medio oportunista remixaron a Nancy Sinatra vía Kill Bill). Pero aparte del cambio de rumbo (que de por sí solo podría resultar saludable) lo que había comenzado a flaquear era el aspecto compositivo. Ese segundo disco empezaba a mostrar mucho relleno, mucha falta de sustancia.

En una primera oída, Higher than the Eiffel, su nuevo disco, parece seguir en la veta fallida de Generation. Al comienzo ("Drums" y "Only man") no pasa nada nuevo y en "Daisy chains" vuelven sobre esas baladas embolantes que cortan cualquier levantada. "Fell alright" es una cruza entre los Bullys y los Chemical Brothers de "Push the button" (acá levantan bastante bien) y "Twist me up" presenta novedades rítmicas, llevando la música hacia terrenos casi indie pop, aunque con escaso brillo.

En la mitad del disco, "Dynamite" trae un poco de feeling funk y "Drained out" levanta algo la puntería, formando un tándem de mid tempos con "London Dreamer". A la altura de "Shotgun"/ "Draggin me down" la cosa se pone aburrida en serio y en el último tramo tanto "Smiling faces" como "Kiss the sky" suenan desinspiradas, repetitivas y sin ideas.

Como casi todo el disco.

Audio Bullys, Higher than the Eiffel (Cooking Vinyl, 2010).  

lunes, 3 de mayo de 2010

Vinilos del fin de semana

En Parque Centenario, una buena tarde. 

En primer lugar, conseguimos una joya vinílica rara de encontrar, ya que se trata de un lp de Martin Denny, algo así como el padre de la música y estética lounge que tanto vampirizaron los 90´s. Antes que todos, estuvo Martin, que nació en New York y murió, fiel a una estética, en Hawaii.

Por unos increíbles $10 vino a nuestro encuentro este "The very best of Martin Denny", importado y cerrado, con temas de los primeros discos de este lounge boy. Música para ambientar los cócktails de la próxima temporada primavera- verano.

Pero una buena tarde siempre tiene un bonus track, y también conseguimos "Unmistakably Lou", un elegante lp de Lou Rawls editado en 1977.  

100% Philadelphia Sound, canchero y franelero, con mucho groove y lubricación de cuerdas, este álbum se ordena en la discoteca cerca de Love Unlimited, Barry White y Gladys Knight.

El maravilloso mundo del vinilo. O como ser felices por poca plata.

Reviews: Congratulations (MGMT, 2010)

En su segundo disco, los brooklynianos MGMT hacen un movimiento parecido al de los Arctic Monkeys de "Humbug" (2009): buscan desmarcarse de las presiones que su costado "pop" naturalmente les impuso a partir del éxito de Oracular spectacular (08) para abocarse a  la construcción de un álbum -si no "conceptual"- al menos concebido como una "unidad". No hits. No singles.
Para ello (y al igual que los de Sheffield) optaron por retirarse de la escena pública y de las presiones del éxito, buscando inspiración en una pequeña cabaña en las colinas. En una primera oída, el resultado de la excursión sorprende, al menos por su vocación de riesgo, ahora que todos los ojos estaban puestos sobre estos dos jóvenes newyorkinos. Nada parecido a repetir el éxito de "Electric feel" o "Time to pretend"

Pero luego de la sorpresa inicial comienzan a aparecer los altibajos, las dudas. Y es que al tratarse de un disco de "ideas", Congratulations tiene sus momentos en que esos retazos encajan y logran alguna que otra química intereresante. Pero la mayor parte del tiempo los pincelazos de psicodelia y atmósfera de LSD radial no logran cuajar en un buen trip y se empantanan en una intrascedencia apenas disimulada por las intenciones arty que el grupo siempre defendió. 

Hacia la mitad del disco aparece la épica de 12 minutos "Siberian breaks", uno de los pocos momentos (paradójicamente) donde la banda no suena forzada a sonar "rara" y se aboca a construir buenas melodías y pasajes. El primer tramo de Congratulations, en cambio, suena forzado por sorprender, bucando el rumbo por caminos tal vez demasiado eclécticos. "It´s working", el primer tema, tiene algún que otro giro que sorprende, pero enseguida llega el fallido "Song for Dean Tracy", un pastiche de surf music, Supergrass y swingin´60´s que no termina siendo nada de eso.

En la última tanda de canciones, los MGMT bromean con "Brian Eno", vuelan un poco con el intrumental "Lady Dada´s nightmare" (en plan AIR menos atildados) y cierran con "Congratulations", buscando la simpleza luego de tanto cambalache.