martes, 15 de septiembre de 2009

Sobre John Zorn y demás (II)

Y era cuestión de seguir buceando, nomás.

Gracias a esta página con discografía comentada (la salvación para poder entrarle a esas discografías que por extensión o ignorancia propia, son literalmente inabordables) ahora merodeo alrededor de dos (nuevos para mí) discos de John Zorn. Curiosamente, dos discos del "quiet side" del neoyorkino. Para los que buscan su lado amable, antes que los ataques de furia y descontrol sonoro.


The Gift (Tzadik, 2001) es un disco delicado y paisajístico, aunque tampoco como para catalogarlo de easy listening (Discogs dixit). El paisaje es de palmeras, olas y...sinagogas. Porque en estos diez tracks, Zorn mezcla guitarras surf, estructura jazz, percusiones suaves y melodías judías.

Que delicia escuchar este Quiet surf (track 2) y dejarse llevar por su brisa suave. O entrar en la relajación casi zen de Train To Thiensan, con sus percusiones y ambientes que colman todo el audio. Hay otros terrenos más rycooderianos (demasiado rycooderianos para mi gusto) como Snake Catcher o La flor del barrio y piezas casi sacadas de un soundtrack hollywoodense de playa nocturna y cocktails (Mao´s moon). Incrédulo, adelanto los tracks para encontrar los clásicos estallidos zornianos que te hacen levantar del sillón a bajar el volumen, pero no.

Para esta grabación, Zorn se rodeó de Marc Ribot, en guitarras (un músico que deja demasiado de su sello, para mi gusto) la batería de Joey Baron y las percusiones superlativas de Cyro Baptista, entre otros músicos. Una obra inédita (por su relajación absoluta) en la discografía de Zorn.

Filmorks XIII- Invitation to suicide (Tzadic, 2002) es un disco fascinante, luminoso, lleno de música. Aquí suenan violines, bandoneones y finos arpegios de guitarras en un cocktail encantador. Tal vez su punto flojo radique en cierta imposibilidad para mantener el interés a nivel audio: la instrumentación se repite prácticamente sin cambios a lo largo de los 18 tracks.

Poco importa saber que se trata del soundtrack de la película de Loren Marsh del mismo nombre. Este Filmwork es de esos discos que se sostienen ahi solitos, por si mismos, flotando en un espacio indefinible de belleza.

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