Editado en junio de 1969, "A salty dog" fue el tercer disco de estudio de los Procol Harum. Un paso adelante en esa particular mezcla de blues, folk y progresivo orquestal que el grupo venía tejiendo desde su debut en 1967.
O si no un paso adelante, al menos una saludable diversificación (con un mayor peso del Blues) en los estilos con los que estos virtuosos de la sensibilidad abordaban su música, siempre ajena a cualquier moda pasajera. "The milk of human kindness", por caso, es irresistible con sus pianos, su ritmo de cabaret bluseado y las percusiones de Barrie Wilson.
O si no un paso adelante, al menos una saludable diversificación (con un mayor peso del Blues) en los estilos con los que estos virtuosos de la sensibilidad abordaban su música, siempre ajena a cualquier moda pasajera. "The milk of human kindness", por caso, es irresistible con sus pianos, su ritmo de cabaret bluseado y las percusiones de Barrie Wilson.
Según cuentan las reseñas, para esta época ya habían comenzado las tensiones entre el guitarrista Robin Trower y el resto de los Procol. A Robin, precisamente, le pertenecen la bellísima "Too much between us" (con sus delicados xilofones y acústicas acompañando la melodía) y el blues low fi "Juicy John Pink".
El grupo levanta magistralmente la tensión con uno de los tantos números que aporta aquí la mitad compositiva del grupo, Gary Brooker: "The devil came from Kansas"suena suelta, fresca y potente. También de Brooker es la hermosa balada orquestal que da nombre al álbum, inspirada, como casi todo el lp, en viejas historias y fetiches navales (la tapa del disco, sin ir mas lejos, es un pastiche a partir de la etiqueta de cigarrillos Player´s Navy Cut). La letra de "A salty dog" (como todas las líricas del grupo, escrita por Keith Reid) narra la peripecia de un grupo de marineros durante una tormenta, de la que vuelven sanos y salvos.
El otro gran compositor -el tecladista Matthew Fisher- no se queda atrás: a él pertenece la calma reposada de "Pilgrim´s progress" y el final hard rock de "Long gone geek". Fisher- que produjo el álbum- abandonó el grupo poco tiempo después.
Baladas, climas pastorales, inspiración blusera. En definitiva, hay mucha buena música en "A salty dog". De esa que a Procol Harum le salía naturalmente. Como ya dijimos, siempre elegantemente ajenos a modas pasajeras.
Las reediciones posteriores del álbum agregan tomas alternativas y un tema inédito, "McGreggor".
El grupo levanta magistralmente la tensión con uno de los tantos números que aporta aquí la mitad compositiva del grupo, Gary Brooker: "The devil came from Kansas"suena suelta, fresca y potente. También de Brooker es la hermosa balada orquestal que da nombre al álbum, inspirada, como casi todo el lp, en viejas historias y fetiches navales (la tapa del disco, sin ir mas lejos, es un pastiche a partir de la etiqueta de cigarrillos Player´s Navy Cut). La letra de "A salty dog" (como todas las líricas del grupo, escrita por Keith Reid) narra la peripecia de un grupo de marineros durante una tormenta, de la que vuelven sanos y salvos.
El otro gran compositor -el tecladista Matthew Fisher- no se queda atrás: a él pertenece la calma reposada de "Pilgrim´s progress" y el final hard rock de "Long gone geek". Fisher- que produjo el álbum- abandonó el grupo poco tiempo después.
Baladas, climas pastorales, inspiración blusera. En definitiva, hay mucha buena música en "A salty dog". De esa que a Procol Harum le salía naturalmente. Como ya dijimos, siempre elegantemente ajenos a modas pasajeras.
Las reediciones posteriores del álbum agregan tomas alternativas y un tema inédito, "McGreggor".
Procol Harum- discografía cercana
Shine on brightly (1969)- A salty dog (1969)- Home (1970).
1 comentario:
cuánto hammond hermano!
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