La historia detrás de "I am the
cosmos", el único disco solista editado por el
ex Big Star Chris Bell, sigue siendo
una de las más tristes y misteriosas. Fue un verdadero "disco
perdido" por muchos años.
Al parecer, la salud mental y el ánimo de Chris
nunca pudieron sobreponerse al fracaso comercial del disco debut de Big
Star, "#1 Record", editado en 1972. Deprimido, su hermano
David le compró un ticket para viajar a Italia y los Alpes Suizos, donde se
sacó esa foto que terminaria en la tapa de su único álbum solista.
Pero el viaje recién comenzaba, al igual que los
interminables contratiempos. De vuelta en Estados Unidos, Bell abandonó
definitivamente Big Star, a lo que siguieron dos años de depresión,
intentos de suicidio incluidos. Era hora de cambiar de aire y el hermano se
llevó a Chris esta vez a Francia, donde lo puso a trabajar en los famosos
estudios Chateau D´Herouville. Allí trataron a Bell con el respeto que
merecía, precedido por las buenas críticas del disco debut de los Big Star.
En el Chateau se
grabaron varias canciones (la mayoría de las que luego formarían el corazón de "I
am the cosmos") con una frutilla en el postre: el contacto con Geoff
Emerick (ingeniero de The Beatles), quien hizo algunas mezclas en los
estudios AIR, propiedad de George Martin. La experiencia fue como un
sueño para un beatlemaníaco como Chris.
Pero la suerte, en general, seguiría siendo
esquiva. La historia sigue en Londres y Alemania en 1975, buscando
infructuosamente sello para editar las canciones y tocando en pubs para
conseguir una libra extra. De vuelta en Estados Unidos, siguieron dos años y
medio de desilusión, en los que Chris trabajó en restaurantes y otros trabajos
menores.
Finalmente, en 1978 y ya de vuelta en Memphis, la
suerte empezó a cambiar. EMI había reeditado los dos discos de Big Star
como álbum doble y el sello Car Records hizo lo propio con dos canciones de
Bell ("I am the cosmos" y "You and your sister")
en un simple hoy inconseguible para fans.
El 27 de diciembre de 1978, sin embargo,
volviendo de un ensayo con su nueva banda, Chris se estrelló contra una cabina
de teléfono y murió al instante. Seis años más tarde el sello Ardent (quien
había manejado a los Big Star) quiso sacar finalmente el material
inédito, que vio la luz en CD recién en 1992, con algunos agregados.
Más allá de todos estos ribetes anecdóticos,
"I am the cosmos" es un hermoso disco. Su naturaleza nómade y
fragmentaria le juega a favor: las canciones suenan vitales, frescas, sin
sobreproducciones. El disco, además, traza un panorama del talento de Chris
Bell -la mitad compositiva de Big Star junto a Alex Chilton-
para la canción agridulce, que era su especialidad.
Hay varias gemas, empezando por la ultra
lennoniana "Better save yourself", morosa y circular. En
la veta más Power Pop, "Get away" y "Make a
scene" parecen sacadas directamente del molde de "Radio
city" (1974).
Y luego están esas hermosas baladas cósmicas,
abiertas, siderales en su riqueza armónica y melódica como "Speed of
sound", "I am the cosmos", "Look up" y
"You and your sister", con el acompañamiento de Chilton en coros.
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