Mis Miles
favoritos fueron cambiando con el tiempo. Estos últimos años me
fui volcando por el de “Birth of the cool”. Y algo
más atrás viene “Miles ahead”, aquel disco pornográfico, como
cuenta Miles que lo definió Cannonball Adderley.
Luego están esos dos discos imbatibles para la alta trasnoche, cuando los amigos ya se fueron de la fiesta y empezás a levantar vasos y platitos con restos de comida. Tu departamento recupera el silencio y el espacio y es hora de iniciar el suave descenso. Eso que ahora los jóvenes llaman chill out.
Mis dos “must” para esa hora (pongamos: entre las 3:30 y las 5 am) son el “Live at the Plugged Nickel” (la joya absoluta de la mercurialidad hecha jazz, con el ultravolador segundo Quinteto de Davis) y éste volumen 2 de la saga en vivo en el Blackhawk, de San Francisco. Noche de sábado, 22 de abril de 1961 (el volumen 1 registra el show del viernes 21, pero yo tengo éste). La alineación: Miles en trompeta, Hank Mobley en saxo, Wynton Kelly en piano, Paul Chambers en bass y Jimmy Cobb en batería.
Luego están esos dos discos imbatibles para la alta trasnoche, cuando los amigos ya se fueron de la fiesta y empezás a levantar vasos y platitos con restos de comida. Tu departamento recupera el silencio y el espacio y es hora de iniciar el suave descenso. Eso que ahora los jóvenes llaman chill out.
Mis dos “must” para esa hora (pongamos: entre las 3:30 y las 5 am) son el “Live at the Plugged Nickel” (la joya absoluta de la mercurialidad hecha jazz, con el ultravolador segundo Quinteto de Davis) y éste volumen 2 de la saga en vivo en el Blackhawk, de San Francisco. Noche de sábado, 22 de abril de 1961 (el volumen 1 registra el show del viernes 21, pero yo tengo éste). La alineación: Miles en trompeta, Hank Mobley en saxo, Wynton Kelly en piano, Paul Chambers en bass y Jimmy Cobb en batería.
¿Y por qué este disco es sagrado para la alta madrugada? Porque tiene un flow sostenido. Porque es de los mejores sonidos que tus oídos pueden escuchar en ese filo de la noche, en el descenso hacia el sueño, pero todavía con algo de vibración vital, algo de chispa suave. También, por qué no, para acompañar la última media medida de Etiqueta Negra, antes de irte a dormir.
Un set de esos imparables pero flotantes. Contenido, como todo lo que tocó siempre Miles. Los temas: “We´ll you needn´t”, “Fran-dance” (con ese fraseo venenoso y frío de Davis…impávido en plena noche) “So what” (acelerada y sostenida, con mucho swing) “Oleo”, “If I were a bell” y los aires Latin de “Neo”.
(Chequear: "In person, friday and saturday nights at The Blackhawk complete". 2 cd box set. Sony. 2003).
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