Desde sus primeros palotes como poeta, la obra de Patti Smith se fue convirtiendo en una larga cita/ homenaje a sus padrinos artísticos, aquellos que la llevaron a ser quien es. Toda esa parte de su historia está bellamente contada en el indispensable "Just kids".
A partir de "Gone again" (su disco "regreso" de 1996) sus álbumes se convirtieron, además, en una especie de invocación de los que ya no están. Un desfile de sueños de muertos queridos y al mismo tiempo una celebración de la vida, de la magia que todavía está entre nosotros, aún con resquemores y balances agridulces.
"Trampin´" es otro buen disco del período "maduro" de Patti en los 90´s- 00´s (otro podría ser "Gone again", concebido tras la pérdida de su marido Fred "Sonic" Smith). Tiene varias buenas canciones y sobre todo, una banda detrás que las sostiene y embellece. Aquí están los laderos históricos (Lenny Kaye en guitarra y Jay Dee Daugherty en batería) más Oliver Ray y Tony Shanahan. Los cinco logran un sonido suelto, cálido y filoso a la vez. Se nota (si se puede escribir de este modo) la comunión espiritual del grupo, la unión de esas personas que están sosteniendo a músculo y corazón cada compás.
En esto, como en tantas otras cosas, Patti es una guerrera de vieja escuela. Todavía cree en el espíritu del rock and roll y la magia que genera entre las personas.
Yendo a los temas, tenemos dos o tres lotes. Por un lado, están los rocks de yeites y energía sabiamente administrada ("Jubilee", "Stride of the mind") donde la tía Patti guerrea cada estrofa. Luego aparecen las canciones reposadas, de corazón acústico, como la bella "Cartwheels" o "Trespasses", donde la narradora pide perdón, simplemente, "por todo". En "My blakean year" escuchamos que mientras "un camino está pavimentado de oro, el otro es simplemente un camino" y que "el dolor de la vida no es como yo lo vislumbré".
En esto, como en tantas otras cosas, Patti es una guerrera de vieja escuela. Todavía cree en el espíritu del rock and roll y la magia que genera entre las personas.
Yendo a los temas, tenemos dos o tres lotes. Por un lado, están los rocks de yeites y energía sabiamente administrada ("Jubilee", "Stride of the mind") donde la tía Patti guerrea cada estrofa. Luego aparecen las canciones reposadas, de corazón acústico, como la bella "Cartwheels" o "Trespasses", donde la narradora pide perdón, simplemente, "por todo". En "My blakean year" escuchamos que mientras "un camino está pavimentado de oro, el otro es simplemente un camino" y que "el dolor de la vida no es como yo lo vislumbré".
La metáfora del oro vuelve para ilustrar aquello que nos espera allí afuera, viviendo. En "Trampin´" leemos: "estuve toda mi vida tratando de que mi hogar sea el cielo, mientras las calles, ahí afuera, están pavimentadas en oro". Aquí Patti canta sola al piano, al final del disco, en un clima casi de Spiritual. En este grupo de canciones lentas y reposadas, "Mother rose" se lleva las palmas, simplemente por hermosa y redonda.
Fiel a su costado de poeta y Chamán de la palabra, Smith se reserva el filo de la lengua para dos Tour de Force largos y zapados, de tintes políticos e ideológicos: "Gandhi" y "Radio Bagdad". Acá la inspiración (como en el lejano "Gloria") viene de la combustión libre de Jim Morrison y The Doors. La banda parece estar atenta por seguir cada giro, cada aullido o susurro de la poeta en posesión de la palabra.
Gloria. Amén, Patti.
Patti Smith- discografía cercana
Gung ho (2000) Trampin´(2004) Twelve (2007).
No hay comentarios:
Publicar un comentario