Papelitos de colores, damajuana de vino, disfraces, pogo buena onda...¡qué bien la pasamos en el show de Turbobardo!
Si bien el domingo hizo un calor bochornoso en Buenos Aires, nada impidió que disfrutáramos de esa catarata de estribillos y ganchos memorables de los escandinavos Turbonegro versionados por los amigos de Turbobardo, que para esta ocasión contaron con la voz de Walas, de Massacre, como invitado.
Para los que se lo perdieron, a no aflijirse. Los Turbobardo anuncian nueva fecha para brindar copas en alto el 30 de diciembre. Más información en breve...
El amigo Astilla a pleno!
Turbobardo are:
Sebastián “Dana” Alfonso en voz (ex Sickness, Liars & Cheats), Jeremías Stutz en guitarra (Sick Porky) Esteban “Tebi” Capuano en guitarra (Los City, Horror Vendetta), Juan Pablo “Astilla” Dominguez en bajo (ex Burning Fingers, ex Niños Enfermos), Adrián Undurraga en batería (Clinch), y Pablo Mesplede en coros, teclado y percusión.
Noche de calor en Buenos Aires. Del patio de abajo llegan las voces y la música de una fiesta tranquila. De repente, entre la conversación, empieza a sonar "It´s too late". Ese sonido simple, esos acordes espaciosos, me dieron ganas de recordar "Tapestry", el disco clásico de Carole King editado en 1971.
Para entonces, Carole ya había ganado notoriedad como co-compositora de varias gemas pop junto a su ex marido Gerry Goffin. Un verdadero tanque creativo detrás de clásicos como "Locomotion", "Up on the roof", "Some kind of wonderful" y hasta temas para Dusty Springfield, The Byrds y The Monkees.
Su amigo James Taylor, entre otros, empujó a Carole a que cantara sus propias canciones y "Tapestry" fue el resultado (si bien Carole ya había grabado el lp "Writer" en 1970, éste fue su lanzamiento como solista propiamente dicho).
Un disco a todas luces atemporal, mérito de las buenísimas canciones que contiene, por supuesto, pero también de la despojada producción a cargo de Lou Alder, que dejó la instrumentación y la hermosa voz de Carole en un plano relajado, sin tensiones. En algún punto, "Tapestry" es casi un best of. Todos lo temas fueron (o podrían haber sido) singles. El álbum permaneció número 1 en Estados Unidos por 15 semanas, un record para una artista femenina hasta el día de hoy.
Sólo por repasar algunos momentos, "I feel the earth move" abre a pura energía, "It´s too late" maneja un groove suave y cadencioso y "Home again" y "Beautiful" son momentos relajados y dulces.
En la segunda mitad hay descarga masiva de clásicos: "You´ve got a friend", "Smackwater Jack", "Will you still love me tomorrow?" (cantado por las Shirelles en 1960) y el clásico de clásicos "(You Make Me Feel Like) A Natural Woman" que la gran Aretha había llevado a la cima en 1967.
Carole King- primeros tres solistas
Writer (1970) Tapestry (1971)- Music (1971).
¿La última gran banda de rock & roll? Si de sudor valvular, pulso y electrificación hablamos, es probable que sí. Que Morphine haya sido de los últimos en la vieja escuela. Rock directo al cuerpo. A la cabeza. Y al corazón, por qué no.
Brevemente, los Morphine se formaron en 1989 en Cambridge, Massachusetts, cuando se unieron el bajista y cantante Mark Sandman y el saxofonista Dana Colley.
El dato obvio y remanido ("impresionante, mirá como suenan y no tienen guitarras") está OK, pero vamos. Hay más cosas para decir de ellos: Power Trío pero sin pirotecnia. Riffs de saxos. Buenos climas. Bajos gordos, ondulantes. Ambiente lisérgico. Sonido orgánico y de sala de ensayo. Feeling de Hard Bop. Yeites clásicos de rock aunque tocados con discreción. Letras nocturnas. Sonido nocturno. Y Sudor. Como el que parecía tener al borde del colapso constante a su frontman Mark Sandman, una especie de poeta beat, de Tom Waits de garage y de vuelo rasante con muy buenas letras.
Después de un buen primer disco ("Good", 1992) los Morphine llegaron al año sigiuente a su mejor marca con "Cure for pain" siempre editados por Rykodisc, un sello de esos por los que hay que sacarse el sombrero. Mejores temas. Y sobre todo más filo, más concision en el feeling con el que todo está tocado. Todo un escalón y medio más arriba.
"Head with wings" y "All wrong" pegan de entrada, matizadas con unos mid tempos tristones ("Candy", "I´m free now"). Todos buenos temas. Acá no hay rellenos. ¿Un poco más de mala onda y más arriba en intensidad? "Buena" es una y "Thursday", otra. Esta última, una historia de cuernos con el tipo y la mina jugando al pool sin que se entere el marido. Bien básico, sobre un riff de bajo tremendo y la banda soltándose a pleno sobre la percusión certera del batería Jerome Deupree.
Como todos los buenos discos, "Cure for pain" también lo es por su correcto flow y su armado, mérito de la producción a cargo de Paul Q. Kolderie (Pixies, Dinosaur Jr, Radiohead y Throwing Muses entre otros).En medio del set hay una delicia acústica que da aire a la escucha ("In spite of me"). Y cómo olvidarnos de ese tremendo final bajo la lluvia con "Miles Davis´funeral"...
Por si hay algún desprevenido por ahí, en la actualidad los restantes miembros de Morphine siguen girando como "Members of Morphine", tras la muerte de Mark Sandman.
Morphine- discografía
Good (1992) Cure for pain (1993) Yes (1995) Like swiming (1997) The night (2000).
Ahora que los Massacre disfrutan las mieles del éxito (y un poquitín se pusieron de moda) no estaría mal darnos un paseo por aquellos largos años en los que eran una banda de culto para pocos. Sucesivamente, un exponente de alta gama de Punk/ Skate rock, Power/ Grunge Pop y demás variantes de una energía callejera jamás negociada.
El ticket de este viaje mágico y misterioso lo sacamos con "Singles + Covers + Rarities", esa exquisita recopilación que los de Walas (un melómano de ley que seguramente aprecia el valor de las "rarezas" y Lados B) editaron allá por el 2000.
Las gemas son varias. Comenzamos por "Nuevo día", del lp debut "Sol lucet omnibus", 1992 (¿exageramos si decimos que es uno de los mejores temas del rock argentino de todos los tiempos?) y seguimos por la poderosísima versión de "Steppin´ stone" de los Monkees, grabada en vivo en la cárcel de Olmos. Desde siempre, los Massacre hicieron del versionar un Arte.
Más covers geniales con "Some day never comes", de Creedence, "Eighteen" de Alice Cooper, "Complete control" de los Clash y sobre todo esa relectura casi calcada (pero nunca idéntica) que los Massacre hacen del mejor tema de Sumo, "Estallando desde el océano".
También están los futuros clásicos "Plan B: anhelo de satisfacción", "Mi mami no lo hará" y "Te leo al revés", los coqueteos Power Pop (circa "Aerial")de "La respuesta es fácil" y gemas de ese otro buen disco que fue "Juguetes para olvidar" (suenan "Sembrar, sembrar" y "El Espejo (reflejo II)".
"Singles + Covers + Rarities": la puerta de entrada para entender quiénes eran los Massacre allá lejos (aunque no hace tanto tiempo).
De las muchas metamorfosis de los británicos The Orb, "Pomme fritz" es una de las favoritas de la mansión Ultravivido. Al menos, cuando entra en su modalidad Techno Ambient.
Y es que este "pequeño álbum" grabado para el sello Island (en realidad, un EP dedicado a la gastronomía) todavía sigue hablando nuevas lenguas sin agotarse. Continúa abriendo fronteras, dejándonos librados a nuevas aventuras sonoras (desde siempre, el secreto de la mejor música Ambient).
Editado en 1994 después del descomunal artificio que fue "UF.Orb" y el doble en vivo "Live 93", "Pomme fritz" pareció liberar barreras rítmicas y las estructuras entre temas. De ahí su secreto: las fronteras son difusas, y como oyentes nos perdemos en el interior de estos fantásticos 41 minutos.
Los aires Dub de "Pomme fritz (Meat ´n veg)" nos meten suavemente en ambiente, pero a partir de "More gills less fishcakes" el clima empieza a enrarecerse con silencios, espacios de dudas, sonidos inciertos que parecen remitir al seminal Eno- Byrne de 1981.
Para "We´re pastie to be grill you" ya no sabemos si estamos ante un ejército de extraterrestres desbocados o ante duendecillos con ataque de verborragia. Toneladas de extraños samplers pasan de canal en canal, ruidos atmosféricos, alucinaciones sin origen preciso. Para no ahogarse en semejante abstracción sonora, el disco recupera espacios de música más "convencional", si se quiere, a la altura de "Bang´er n´chips" (una flotación noctámbula magistral) y la interespacial "Alles ist schoen".
Island pareció bastante decepcionada con este primer trabajo de los The Orb para el sello y Alex Paterson los acusó de "no entenderlo". Al año siguiente el grupo grabaría el expansivo "Orbus Terrarum" y en 1997 otro gran álbum, "Orblivion". Hasta allí, los años dorados de los capitanes más inspirados de la electrónica de los 90.
Los Jesus and Mary Chain tuvieron unos primeros años de altísimo nivel. Con "Psychocandy" (1985) renovaron el uso de las guitarras y actualizaron a la Velvet cruzándola con Ramones y Beach Boys, más el Wall of Sound de Phil Spector y toneladas de Fuzz y Distorsión.
Como si eso fuera poco, siguieron con un disco de pop otoñal y canciones atemporales, de las más bellas de su catálogo, en el insuperable "Darklands".
En 1989 soltaron su amor por Norteamérica y se salieron con un tercer disco rutero y rockero. Pero rockero a la manera oscura de los Jesus, está claro. "Automatic"- de él hablamos- es rock valvular, aunque con los condimentos habituales que siempre le imprimieron a su música los hermanos Reid: mucha melodía (capas y capas de ellas, superpuestas al servicio de la canción) y esos aires Dark que siempre sobrevolaron su sonido.
El primer cuarto del set no tiene desperdicio, creciendo en intensidad hasta el climax del single "Blues from a gun". Pero antes tenemos una bien rutera con "Coast to coast". ¡Para acelerar motores al mango! El amor incondicional por Ramones/ Beach Boys dice presente en dos temazos: "Between planets" y "Head on" (años más tarde, como todos sabemos, versionada por los Pixies). Ambas, de una concentración pop suprema. Melodías y más melodías como para cantar un día entero. Y seguir subiendo el volumen.
Tal vez al disco le falten algunos matices, es cierto. Pero en cuanto a energía, es una patada directa a la yugular.
Jesus and Mary Chain
William Reid, Jim Reid.
Discografía completa
Psychocandy (1985) Darklands (1987) Automatic (1989) Honey´s dead (1992) Stoned and dethroned (1994) Munki (1998).
Los de 35 o más tal vez se acuerden de la altísima rotación que a comienzos de los 90 algunas cadenas de videos le dieron a "Valerie loves me", el mayor hit de los Material Issue.
A la distancia, unos simpáticos (y bastante solitarios, por cierto) exponentes del Power Pop en aquel comienzo de década todavía dominado por Phil Collins y donde la gran noticia "alternativa" era la movida de Madchester.
Estos tres carilindos oriundos de Chicago se formaron en 1985. En 1991 llegaron a su lp debut y luego continuaron editando discos hasta que el suicidio de su cantante, Jim Ellison, puso fin a la banda hacia 1996.
Pero aquel disco debut tenía sus buenos momentos y la frescura por delante, sobre todo en la descarga inicial y urgente de "Valerie loves me" y la perfecta canción pop "Diane" (que también tenía su clip rotando por allí). Guitarra, bajo, batería, sonido limpio y melodías cristalinas al frente. Power Pop, sin ir más lejos.
Ese estado de gracia inicial se extiende un poco más hasta "Renee remains the same" (si, les gustaba usar muchos nombres de chicas para las canciones) aunque decae un poco en las baladas. Por suerte el grupo recupera energía con otros buenos momentos powerpoperos en "Crazy", "Out right now" o "Chance of a lifetime".
OK: "International pop overthrow" nunca estará en las listas de los grandes discos de todos los tiempos, pero crece con cada escucha. Tiene canciones. Y le hace honor a ese género que tan nobles momentos nos dio a lo largo de tantos años.
Material Issue
Ted Ansani (bass, vocals) Jim Ellison (guitar, lead vocals) Mike Zelenko (drums).
Había habitaciones de perdón/ en la casa que compartimos/ pero el espacio se vació/ de lo que sea que estuviera ahí/ Había armarios de paciencia/ había estantes de cuidados/ pero quien quiera que llamó/ no encontró a nadie ahí.
Después de hoy, considerame ido.
Las rosas tienen espinas y las aguas brillantes lodo/ y el cáncer está al acecho en el más dulce brote/ Nubes y eclipses manchan la luna y el sol/ y la historia apesta a las equivocaciones que hemos tenido.
Después de hoy, considerame ido.
Pasé muchos años en guerra conmigo mismo/ el médico me dijo que no es bueno para mi salud/ Buscar la perfección está muy bien/ pero buscar el cielo es vivir en el infierno aquí.
Qué difíl es hablar de Julian Cope. Inconformista consigo mismo y exigente con el oyente. Inclasificable. Aparentemente disperso, aunque consecuente. Y con una originalidad a prueba de balas (sus mejores discos, hay que reconocerlo, se parecen sólo a sí mismos).
De algo estamos seguros: que la música pop entendida por Julian Cope es un hecho artístico y una búsqueda espiritual. Y que la aventura del sonido no se acaba nunca para él.
Entre sus grandes discos es probable que "Fried" sea el más asombroso. Editado en 1984 (hay que retener ese dato) y apenas seis meses después de su lp debut post- Teardrop Explodes "World Shut Your Mouth","Fried" echó por la borda los intentos de la prensa mainstream británica por seguir teniendo entre sus protegidos a "la gran esperanza de los 80". A todos ellos, Julian pareció dedicarles un gran "fuck" con este disco. Por empezar, desde esa extrañísima foto de tapa convertido en hombre- tortuga en la cima del Alvecote Mound.
Decíamos que era importante retener la fecha de edición de "Fried" porque, vamos ¿a qué otra cosa de aquella época se parece o suena este disco? Absolutamente a ninguna. Es más, su dislocamiento, su mezcla de estilos y la libertad de sus formas bien podrían prefigurar lo que el mercado denominaría una década más tarde como "Alternativo".
Para muestra basta escuchar el comienzo del álbum, "Reynard the Fox",con sus cambios y líricas de inspiración folk contando una matanza de zorros pero desde la perspectiva de la víctima, todo sobre magníficos acordes y reversas. Una hermosa locura. Hay algunos guiños levemente más "pop" para balancear la escucha: "Bill Drumond said" (dedicada al célebre ex productor de los Teardrop Explodes) la bellísima "Holy love" o el single "Sunspots" con sus oboes infinitos del final.
Intercalados, otros experimentos notables: "Laughing boy" anticipa esos mantras hipnóticos vía Syd Barrett que Cope seguiría explorando en "Jehovakill" (1992) o "Peggy suicide" (1991). "O King of Chaos" y sobre todo "Search party" combinan lo acústico con arreglos de cámara de forma sumamente original. Las letras, bueno... Aquí ya empezaban a asomar los intereses místicos del Druida Cope, combinados con metáforas sobre la religión y otros temas crípticos.
Como dato, "Fried" fue un fracaso de ventas y Polygram deshizo su contrato con Julian, que a partir de allí continuó dando nuevos volantazos a su carrera -y asombrándonos como oyentes- desde Island Records.
Julian Cope- discografía cercana
World shut your mouth (1984)- Fried (1984)- Saint Julian (1987).
Como VJ residente de Ultravivido, La Javanaise les desea un buen fin de semana. En este caso con los imbatibles Stray Cats en vivo, haciendo su clásico "Rock this town" en el show de tv "Fridays", 1981. ¡Todos a bailar!
Un primer disco que sacudió el Reino Unido a puro Retro Glam andrógino. Un segundo lp majestuoso y lleno de pretensiones orquestales que terminó con el alejamiento de una pieza clave, el guitarrista Bernard Butler.
En todo sentido, "Coming up" fue un disco importante para los Suede. ¿Podrían recuperar la primera plana que habían acaparado allá por 1993, cuando aparecieron?
De la prueba salieron airosos. La clave: excelentes canciones, más al grano que las del fastuoso "Dog man star". Algo así como una vuelta a los orígenes, sin abandonar ese costado altanero y sofisticado que tan bien les calzó desde siempre a los de Brett Anderson. "Quisimos hacer el álbum opuesto a "Dog man star" declaró alguna vez el cantante. "Un disco pop con diez hits".
Dejando de lado la anécdota de que el disco funcionó mucho mejor que su predecesor y que les abrió la puerta a nuevos mercados, el objetivo se cumplió. "Thrash" es un comienzo directo - ya desde su golpe de batería- con gancho pop inmediato. El nuevo guitarrista (de apenas 17 años) Richard Oakes no hizo extrañar demasiado a Butler y además funcionó como partner compositivo de Anderson, que saca su chapa de desencantado del Glamour y los yuppies británicos en "The beautiful ones" y "She". Ahí tenemos a un letrista subestimado de la camada Brit de los 90.
Todos los condimentos que hicieron grande a los Suede están presentes, por supuesto, en "Coming up":grandilocuencia sustentada en buenos temas, actitud arrolladora, Charme, feeling urbano y drogón, guitarras al frente, un gran y carismático cantante...En fin, muchas aristas para definir a una de las últimas grandes bandas en la vieja escuela británica glamorosa, aquella que pocos siguieron tras los pasos de Roxy Music y Bowie.
"Filmstar" es arrolladora, "Lazy" trepa a un estribillo inolvidable, "Saturday night" es épica y teatralmente romántica... Definitivamente, cuando los Suede se concentraban en hacer grandes temas, casi siempre resultaban insuperables.
Suede- discografía cercana
Dog man star (1994)- Coming up (1996)- Head music (1999).
Hay un antes y un después de 1982 para la carrera de The Cure. Por empezar, durante la gira de presentación de "Pornography" las tensiones al interior del grupo crecieron de tal manera que terminaron con la salida de filas del bajista Simon Gallup.
Reducido ahora a dúo (Robert Smith y Lol Tolhurst, que pasó de la batería a los teclados) el grupo comenzó a maquetar una serie de temas que poco tenían que ver con la densidad de su trilogía esencial ("17 seconds", "Faith" y el mismo "Pornography") y que de alguna manera inauguraron el costado pop de su carrera.
Editado a fines de 1983, "Japanese whispers" recopiló los singles publicados por el grupo desde noviembre del 82, incluidos sus respectivos "Lados B" (de hecho, sólo falta "Mr. Pink Eyes", segunda cara de "The lovecats" que años más tarde aparecería en la indispensable caja "Join the dots").
Lejos del minimalismo claustrofóbico de los álbumes anteriores, acá Smith y Tolhurst parecen divertirse de lo lindo incursionando en los terrenos del Synth Pop tan en boga por aquellos años. "The Walk" (un primo cercano de "Blue monday") "Let´s go to bed" y "The lovecats" (probablemente inspirada en la lectura de "The vivisector", una novela del escritor australiano Patrick White en la que esos pequeños gatitos son la metáfora de los amantes tiernos y frágiles) se transformaron con los años en clásicos pop inoxidables, cada uno con videoclips imperdibles, llenos de surrealismo y psicodelia infantil, al igual que las letras. Un as en la manga de Robert Smith para abrir el caleidoscopio musical de la banda de allí en más.
Pero el disco también funciona en los restantes temas, logrando un balance de lo más agradable y acercándonos a unos The Cure para la hora del té. Ahí están los ritmos saltarines de "The upstairs room" con sus tecladitos fantasmales, el clima ominoso de "Just one kiss" (con las igualmente enigmáticas líneas "I remember the time that you rained all night/ The queen of Siam in my arms/ Remember the time that the islands sank/ But nobody opened their eyes") y los aires jazzeados de "Speak my language". Los fans del lado "oscuro" y torturado de los Cure tienen su momento en la melancolía de "La ment", una pequeña joyita oculta.
Con el resultado puesto y el éxito posterior sería fácil decir que "Japanese whispers" fue una "jugada maestra" de Smith, pero en aquel 1982 fue un salto arriesgado: el grupo finalmente había logrado el reconocimiento en base a su estilo oscuro y sofocante y la desconfianza de Fiction, el sello grabador, era lógica. En un primer momento el disco fue pensado únicamente para el mercado japonés.
Sin embargo, la puerta que abrieron estos singles fueron de un valor extraordinario para balancear el sonido y la paleta de humores de The Cure. Además de una lección inolvidable de cómo utilizar el pop para transmitir tu mensaje y tu universo sin perder identidad. Por último, estos "susurros japoneses" inauguraron un camino que los Cure transitaron con maestría de allí en más: el formato single para temas pop variados y valiosos en sí mismos, más allá de su inclusión en los respectivos lps.
The singles (nov. 82- nov. 83) "Let´s go to bed" (15 nov. 82). B Side: "Just one kiss". "The walk" (27 jun. 83). B Sides: "The dream", "La ment", "The upstairs room". "The lovecats" (15 oct. 83). B Side: "Speak miy language", "Mr. Pink Eyes".
The Cure 1982-1983
Robert Smith, Lol Tolhurst, Andy Anderson, Phil Thornaley.
Discografía cercana
Pornography (1982)- Japanese whispers (1983)- The Top (1984).
En 1997 el sello Phillips editó otra exquisita recopilación del gran Gainsbarre, en este caso enfocada en los tracks más jazzeros de su discografía. Muchos vibrafones, climas de cine clase B y por supuesto, París de noche.
"Du jazz dans le ravin" -de ése disco hablamos- incluye 17 temas. Poco más de 45 minutos de música para fumar, para beber y, en fin, vivir la Vie en Rose. Pero con Serge Gainsbourg.
El setlist no tiene desperdicios, combinando música de películas, instrumentales y jazz de salón. Del notable 10" "N°4" (1962) suenan la noctámbula "Black trombone" y los aires fumones de "Intoxicated man", un clásico de la chanson en las nubes. Más clásicos con "Chez Les Yé-Yé" (del lp "Confidentiel") y hasta un poco de locura free jazz en los primeros compases de "Coco and co". ¿Algo de Hammonds en plan funk/ jazz? "Requiem Pour Un Twisteur".
Los instrumentales vienen de maravillas, dándole aire al set. Ahí están "Angoisse" (editada en 1960 como soundtrack de la película "L'Eau À La Bouche"); ese jazz de persecución de autos que es "Wake me at five" y la flotación entre xilofones de "Some small chance",ambas del film de 1963 "Streap tease".
Elegancia, Bourbon y Gitanes. La combinación perfecta para una de estas noches primaverales en Buenos Aires.
Chequear también:
* Miles Davis, Ascenseur pour l'échafaud (1957).
* Martin Denny. Exotic sounds from the silver screen (1960).
* Serge Gainsbourg, Cannabis (1970).
Eddie Cochran personificó la contradicción de los rockeros de los 50´s: en una canción podía sonar políticamente correcto y apto para las amas de casa y al tema siguiente encarnar el demonio hecho juventud.
Había nacido en Albert Lea, Minnesota, en 1938 y siendo todavía un crío aprendió a tocar la guitarra. Su primer amor fue el Country, hasta que un día escuhó a Bill Haley and His Comets y el mundo se le puso patas para arriba.
Alguna vez declaró que su cantante favorito era Little Richard yque su artista favorito del sello Sun era Carl Perkins (el Rey, al parecer, figuraba muy abajo en su lista). Su forma de tocar la guitarra y su look enfundado en cuero influenció a gran parte de la generación posterior de estrellas de rock, desde The Beatles hasta los Who.
En julio de 1956, Cochran grabó su primer sencillo para el sello Crest, "Skinny Jim" y en septiembre de ese mismo año consiguió un contrato con una escudería de mayor renombre, Liberty. La suerte estaba de su lado y hasta consiguió un cameoen la película "The girl can´t help it", donde interpretó uno de sus primeros e inoxidables hits, "Twenty Flight Rock".
Con este viento de cola, Eddie entró a los estudios y entre mayo y agosto de 1957 registró las canciones que irían a parar a "Singin´to my baby", su primer lp. El caballito de batalla fue el single "Sittin´in the balcony". Con el respaldo de Liberty el tema llegó al puesto 18 de Billboard, y empujado por este éxito Cochran quiso componer material propio. Así escribió "One kiss", un mid tempo que encendió especialmente a sus féminas seguidoras pero que no trascendió en los charts.
El por qué de tantas baladas dentro del setlist de este primer álbum se debió a la presión del sello grabador. Cuenta Sharon Sheeley (compositora y más tarde confidente y novia de Cochran) que Eddie peleaba constantemente para que lo dejaran grabar blues. Pero la compañía se negaba argumentando que "no era comercial". El mismo tira y afloje de siempre, ya desde los inicios mismos del rock and roll.
Así y todo, "Singin´to my baby" tiene un valor especial, ya que fue el único disco que Cochran editó en vida. En 1959, shockeado por la muerte de sus amigos Buddy Holly, Ritchie Valens y J.P. Richardson grabó en su homenaje la canción "Three stars". Catorce meses después, en abril de 1960, Eddie moría en un accidente de autos en Inglaterra. Tenía 21 años.
Eddie Cochran, "Singin´to my baby"
Edited: nov. 1957. Label: Liberty Records. Produced by: Simon Jackson.
Personnel: Eddie Cochran (guitars, ukelele, vocals) Perry Botkin (rhythm guitar) Connie "Guybo" Smith (double bass) The Johnny Mann Chorus (backing vocals).
Papelitos de colores, damajuana de vino, disfraces, pogo buena onda...¡qué bien la pasamos en el show de Turbobardo!
