jueves, 9 de septiembre de 2010

Discos: Road to Rouen (Supergrass, 2005)

Camino a Rouen

Cada tanto los buenos grupos de rock van en busca de su disco experimental, su  propio "Pet sounds" (tomo la idea de Adrián Dárgelos, de Babasónicos, que definió así al quinto disco de los Supergrass). La cosa es cómo llega cada grupo a ese momento de desviación, de búsqueda.

En el caso de los eternos niños de Oxford, el "camino a Rouen" no fue nada sencillo. El clima interno en 2004, al parecer, no era el mejor: a los escandaletes del baterista Danny Goffey en los tabloides británicos se sumó la muerte de la madre de los hemanos Coombes. Con esa mochila a cuestas, los Supergrass rumbearon hacia la ciudad del norte de Francia que daría nombre a su nuevo disco. Allí, en un viejo granero reacondicionado como estudio y lejos del ruido de la ciudad, encontraron el feeling que necesitaban para crear esa otra música que tenían en mente.

Canciones en clave triste

Y parece que la muerte de mamá Coombes caló hondo en el clima de las sesiones. Nadie estaba de ánimo para componer música en la veta tradicional, energética y arriba. Con ese background, el cuarteto se encauzó naturalmente hacia otros terrenos, super concientes de lo que querían lograr: profundizar su costado oscuro, ir más allá de los singles radiables que siempre los caracterizaron. Lejos de ser un disco "de madurez", de "asentamiento de fuerzas", "Road to Rouen" se define por la introspección y la experimentación fructífera.

El comienzo del álbum -con "Tales of endurance parts 4, 5 & 6"- entra en armonía con el ambiente pastoral y cita directamente a los Zeppelin acústicos de "Gallows pole" o "Friends". El tema pasa por tramos casi de sountrack de aventuras y a los dos minutos cobra ritmo con su base de bajos y pianos funk. La tercera parte nos trae ya la corrosión rítmica típica de los Supergrass aunque contenida, escuchando en cada compás las implicancias de la música. Un gran comienzo. 

El disco entra en su tramo más calmo, coincidiendo con la inclusión de climas orquestales. Según cuentan las anécdotas de las sesiones, "St. Petersburg" (el primer single) salió "de una toma", sin overdubs. En su clima reposado, Gaz canta una canción llena de ambigüedades y deseos de un cambio de rumbo: "firelight, the light of love, burns/ Turns to ashes in your hand" y "head out to a better life/ I can get a job, settle down/ I'm full of love, of a full of feeling/ I can't stand the here and now"

El clima reposado se extiende a la Beatlesca "Sad girl" y toca su fondo en "Roxy", con su cacofonía orquestal del final. "Coffee in the pot" -con sus aires de polka ebria- sirve de bisagra y llega en el momento justo para que el disco no se hunda del todo. A partir de ahí, pasamos a otros terrenos con los riffs de "Road to Rouen" y el groove 100% Supergrass de "Kick in the teeth". Sin estos temas, sin esta levantada, el disco se hubiera hundido en cierta solemnidad pesada.

Quedan unos minutos para retomar la veta silvestre, folk, con "Low C" (otro de los singles que cortó el lp) y su clave meditabunda, tristona: "the things we used to have/ are fading all too fast/ like a castle in the sand". Luego del vaivén inicial la canción se suelta durante unos compases, antes de terminar con el crepuscular "Fin". 

Bonus
 * Rouen: ciudad del noroeste de Francia, capital de la región de Alta Normandía. También es conocida como La ciudad de los Cien Campanarios y por ser la cuna del escritor Gustave Flaubert. El título del álbum de los Supergrass también juega con el "Road to ruin" de Ramones.

4 comentarios:

Darío dijo...

Buen disco. Me gusta mucho el aire lennoniano de "Fin".
saludos

ultravivido dijo...

Siempre hubo un lejano tufillo Beatle en Supergrass. Pero lejano, sutil. Saludos Dario

NoFlash dijo...

muy buena review...
adoro este disco...a mi criterio, es lo que le faltaba (como banda) a los Supergrass para diferenciarse de las otras.

ultravivido dijo...

Buen punto, NFlash. Con este disco terminaron de cerrar la idea de que eran un grupo completo. Lastima que la cuerda no les duro mucho más no?
Abrazo